Capítulo 34 - Fondo Ilícito

Después de completar mi misión en Wirwol, me quedé por otro día antes de partir temprano en la mañana hacia el Palacio Imperial.

Era de noche cuando finalmente llegué.

"He agregado sales de baño con aroma a rosas para ayudar a aliviar su fatiga, Su Majestad."

"Gracias."

Por fortuna, la Condesa Eliza había cronometrado la preparación de mi baño con mi llegada.

Metí mi pie en el agua caliente y luego sentí una sensación de hormigueo mientras me sumergía gradualmente.

"¿Cómo estuvo su viaje a Wirwol, Su Majestad?"

"Fue bastante agradable."

"Gracias a Dios. Estaba preocupada porque era un horario muy ajustado."

"¿Qué pasó aquí mientras no estaba?"

Mis músculos se relajaron en el agua tibia y comencé a sentir sueño.

La Condesa Eliza vertió agua sobre mis hombros mientras trataba de ahuyentar el sueño, pero mis párpados se sentían pesados.

"Oh... Ni siquiera pregunté. Fue muy ruidoso."

"¿Ruidoso?"

"La Duquesa Tuania y una joven noble pelearon. Incluso hubo tirones de cabello involucrados."

Cualquier pensamiento de sueño se hizo añicos cuando me di la vuelta con asombro.

Estaba completamente despierta.

¿Quién peleó con quién?

¿Tirones de cabello?

"¿La Duquesa Tuania?"

"El Duque Elgy alquiló un teatro de ópera entero y organizó una fiesta sorpresa. Casi todas las personas importantes de la alta sociedad asistieron."

"¿Fue invitada la Duquesa Tuania?"

"Sí. Pero durante la fiesta, vi a la Duquesa Tuania y al Duque Elgy hablando entre ellos en el balcón."

Recordé su conflicto anterior en la fiesta del té de la Duquesa.

¿El Duque Elgy se disculpó con ella?

"Eran el hombre y la mujer más populares, y todos se preguntaban de qué estaban hablando. La primera persona que salió del balcón fue el Duque Elgy."

"¿Estaba la Señorita Rashta?"

Laura interrumpió la conversación.

"Rashta fue invitada, pero estaba hablando con el Gran Duque Lilteang en ese momento."

La mayoría de mis damas de compañía parecían haber estado allí.

La Condesa Eliza suspiró profundamente y continuó.

"Entonces, alguien le preguntó al Duque Elgy cuán atractiva pensaba que era la Duquesa Tuania."

"¿Dijo algo negativo?"

"Lo escuché decir que podía ver por qué tantos hombres se enamoraron de la Duquesa."

"?"

"No sé qué pasó después. Más tarde, hubo una conmoción cuando la Duquesa abofeteó al Duque Elgy, además delante de tanta gente."

Laura caminaba como si estuviera impaciente por hablar, y saltó ansiosamente de nuevo.

"¡Fue un frenesí desde allí! La Duquesa Tuania abofeteó al Duque Elgy así. ¡Pak! Entonces la cara del Duque se retorció ¡Y de repente, una mujer corrió y tiró del cabello de la Duquesa Tuania por detrás!"

¿Qué demonios...?

Miré a Laura y ella me explicó rápidamente.

"Era una de las antiguas amantes del Duque Elgy. Ella lo estaba persiguiendo después de su separación."

"A ella se le ordenó salir de la capital ayer."

"¿Alguien sabe por qué la Duquesa Tuania golpeó al Duque Elgy?"

"No."

Así que nadie sabía por qué, pero eso significaría que sólo más personas hablarían al respecto.

"No se preocupe demasiado, Su Majestad. Más de dos docenas de estos incidentes ocurren al año, ¿Verdad?"

"Todos cotillearán y luego pasarán a lo siguiente."

"Sí..."

Agité mis manos en el agua ligeramente fría.

Revisé la hora, me levanté veinte minutos después y me puse una bata de baño.

Incidentes como los de la Duquesa Tuania y el Duque Elgy ocurrían con frecuencia en la alta sociedad, y sólo los personajes involucrados cambiaban.

Como Emperatriz, no podía ir más allá de la línea de autoridad gubernamental, y no tenía más remedio que dejar pasar el incidente.

En cualquier caso, lastimaría el orgullo de la Duquesa si lo mencionara.

Cuando salí en mi bata de baño, una dama de compañía me trajo un té helado.

"Gracias."

Asentí mientras aceptaba la copa, y miraba la ventana tranquilamente.

Para mi sorpresa, vi una silueta familiar a través de la oscuridad.

"¿Reina?"

La copa se me cayó de la mano y rápidamente corrí hacia la ventana para abrirla.

El pájaro se arrastró dentro, exhausto.

"Reina, ¿Estás bien?"

Parecía cansado, como si hubiera viajado más lejos de lo habitual.

¿El Príncipe Heinley llevó a Reina a Wirwol?

Pero si lo hizo, habría puesto el pájaro en su jaula y lo habría traído en su carruaje...

Sin embargo, cuidar a Reina era mi primera prioridad, así que tomándolo en mis brazos me senté en mi cama.

"Bebe esto, Reina."

Laura había traído agua fría en un tazón, y Reina la bebió con avidez.

Tan pronto como se refrescó, voló y rodeó la habitación tres veces.

"¿Estás bien ahora?"

-¡Gu!

Contenta por su respuesta, me puse de pie y me le acerqué.

Quería abrazarlo por mucho tiempo y besar su linda frente.

Sin embargo, Reina, que solía quedarse quieto como un muñeco, esquivó mi toque.

"¿Reina?"

Aterrizó sobre la mesa y me miró extrañamente, como si estuviera preocupado por algo.

"¿Reina? ¿Está todo bien?"

Lo miré con preocupación.

Reina inclinó la cabeza de un lado a otro, dio un suspiro y se acercó a mí.

Luego, tomó mi manga con su pico y trató de volar.

"¿Reina?"

Por alguna razón, quería que levantara mi mano.

Acepté, pero él siguió intentando subir hasta el techo.

Traté de alejar mi brazo, pero él siguió batiendo sus alas hasta que finalmente cayó al suelo exhausto.

Nunca había escuchado a un pájaro jadear tan fuerte, ni haber visto a uno sentarse con las piernas estiradas frente a él.

¿Todos los pájaros eran así?

Parecía la imagen de un hombre cansado.

Extendí la mano con cuidado para tocar su cabeza, y Reina cerró los ojos y frotó débilmente su cabeza contra mi palma.