====== Narra Kent ======
Había amanecido, fui el primero en despertar y no quería molestar a nadie, pero, justo cuando me iba a parar de la cama alguien entró a la habitación.
—¡Hora del desayuno! —Gritó el hombre que entró a la habitación—. Procedan a reunirse en el comedor.
Mis compañeros literalmente saltaron de la cama al escuchar el grito del hombre. Con mucha pesadez todos comenzaron a arreglarse para salir y luego nos dirigimos al comedor.
Cuando llegamos al comedor tuvimos que formamos en una fila para que nos sirvieran la comida, esa comida en realidad no se veía muy apetecible pero era mejor que no comer nada. Después que nos dieran la comida nos sentamos en una mesa y cuando todos los otros Reclutas también estuvieron sentados el Teniente Sander ingresó bruscamente al Comedor.
—El desayuno es la comida más importante del día —Dijo mientras avanzaba por el comedor—, ya que le dará la suficiente energía a su cuerpo para que funcione bien, disfrútenlo ya que una vez terminen iniciará su entrenamiento físico.
Todos los Reclutas que estaban en el comedor hablaban entre ellos, creo que era para conocerse mejor y tener una mejor relación como compañeros.
Cuando terminamos de desayunar el Teniente nos pidió a todos que lo siguiéramos hasta el "Campo de Entrenamiento" y así lo hicimos. El Campo de Entrenamiento se trataba de un área en el bosque que estaba completamente despejada de árboles y que a pesar de estar fuera de los muros de Edén estaba rodeada por una muralla de la misma altura que los muros del pueblo.
En cuanto llegamos al lugar el Teniente nos ordenó a todos correr. Simplemente dijo que comenzáramos a hacerlo, que aquellos que no lo hiciéramos serían expulsados de Las Pruebas y que tendríamos que correr por varias horas sin descanso, que solo nos detendríamos cuando se nos diera el permiso.
Las horas fueron pasando y poco a poco los que estábamos corriendo comenzamos a cansarnos, algunos de los Reclutas se detuvieron sin percatarse que estaban siendo observados por algunos soldados del E.R.E., aquellas personas que se detuvieron fueron sacadas del Campo de Entrenamiento por lo que podía suponer que también habían sido sacados de Las Pruebas, mientras que los otros que quedábamos seguíamos sin pensar en el cansancio.
Había comenzado a anochecer y fue entonces que me di cuenta de todo el tiempo que duramos corriendo, habíamos iniciado alrededor de las nueve de la mañana y terminamos cerca de las seis de la tarde. Cuando dieron el aviso que nos podíamos detener algunos simplemente se tiraron en el piso para tomar aire, otros se sentaban y otros caminaban despacio para recuperar el aliento. Pero, nuestro descanso no duró mucho tiempo ya que llegó un soldado del E.R.E que nos informó que ahora teníamos que volver al Área Central, comenzamos a levantarnos poco a poco con mucha pesadas y habían otras personas que se quejaban porque no se les permitió descansar lo suficiente, pero aún así todos fuimos al lugar indicado.
—¡Bien! —Gritó el Teniente—. Es momento de su entrenamiento de combate. Reúnanse aquí —Señaló un círculo que estaba dibujado en el suelo.
Cuando todos los Reclutas nos reunimos alrededor del círculo El Teniente solicito a un voluntario para que peleara contra él.
El combate de demostración comenzó y el chico que se ofreció como voluntario fue el primero en moverse para atacar, pero, todos sus ataques fueron fácilmente esquivados por el Teniente quien después tomó el brazo de su rival y se posicionó en la espalda del chico para luego darle un leve golpe en la parte de atrás de la rodilla usando simplemente su pie derribando a su oponente.
—¡Si su habilidad para combatir es como la de él entonces es patética! —Gritó— ¡Halla afuera no solo tendrán que enfrentar Híbridos, —Nos advirtió de una manera intimidante— también deberán de enfrentar a otras personas y en muchos casos matarlos si es necesario!
Luego de decir eso el Teniente hizo una pequeña pausa para calmarse un poco.
—Quiero que formen parejas con alguien que no conozcan y luchen entre ustedes —Ordenó—. Debo añadir que los que pierdan no cenarán hoy.
Todos obedecimos la orden del Teniente y buscamos a alguien para que sea nuestro rival. Cuando alguien encontraba a alguien para combatir el Teniente dibujaba un círculo en el suelo y ellos simplemente ingresaban en el y comenzaban a pelear.
El espacio con el que se contaba en el Área Central para hacer los combates era muy limitado así que las últimas personas en conseguir su rival eran los últimos en combatir.
A Jesús, Hanna y Clara no les fue nada mal en sus peleas, sin lugar a dudas todo el tiempo que estuvimos entrenando en el bosque sirvieron de algo, pero, cuando fue el momento de que David y yo combatiéramos la situación fue muy diferente.