Akari continuó su entrenamiento, y pronto se convirtió en una de las espadachinas más poderosas del mundo. Viajó por el mundo, ayudando a los necesitados y luchando contra la injusticia.
Un día, Akari se encontró con un grupo de personas que estaban siendo perseguidas por un ejército. Akari ayudó a las personas a escapar, y se enfrentó al ejército.
Akari logró derrotar al ejército, y las personas fueron libres. Akari se convirtió en una leyenda, y su historia se contó en todo el mundo.