Leandro: ella jamás la aceptara. Pero no puedo evitar pensar cuando se lo digas a tu madre y será mejor que lo hagas tú mismo antes de que se entere por otra parte.
Humberto: por supuesto que lo hare. Nada más que antes de hacerlo necesitare hacer una propuesta de matrimonio y ahora me despido de ti para ir en busca de mi futura prometida.
Leandro: presiento que esto terminara mal. Solamente que si su familia se niega a tu petición no quiero que te la robes, porque eso hablaría mal de ti.
Humberto: si no me dejan otra opción eso es lo que pasara y cuando decida hacer algo lo que menos me importara son las consecuencias de mis actos.
Leandro: debes de evitar ese tipo de rumores si quieres que ella sea tu esposa y pienso que por primera vez necesitas hacer las cosas bien.
Él solamente sonríe y se despide de su padre para poder ir a la casa de su mejor amigo y esperaba verla. Porque necesitaba hablar con ella y de esa manera se dirige a su destino
En la casa de la familia Thompson
Ariadna: me siento bien por haber terminado ese compromiso y ahora estoy segura de que nunca lo ame. Solamente que no entiendo como pude soportar su manera de tratarme.
Helena: hizo demasiado bien en terminar su compromiso, señorita. Nada más que lo único malo es que su hermano nunca se enteró de como la trataba siempre.
Ariadna: eso no lo puede saber nunca y quiero que me prometas que guardaras silencio. Porque para mí sería una vergüenza si se entera.
Helena: está segura de que se siente bien. Además, ya no tiene ningún motivo para sentirse triste y recuerde que la vida siempre tiene que seguir.
Ariadna: no sabes cómo quisiera conocer un caballero que me amara. Ese si sería un sueño demasiado hermoso que quisiera realizar muy pronto.
Helena: eso quiere decir que muy pronto se le concederá su sueño y lo único que no debe de perder nunca es la esperanza de encontrar a su verdadero amor.
Ariadna: el amor no fue hecho para las feas y no creo que me case, pero ahora me pregunto qué destino me espera. Aunque eso ya lo sé y lo aceptare.
Helena: nadie decide su destino, ya que todas las personas somos libres de elegir. Solamente que no debe de preocuparse por su madre.
Ariadna: tengo una madre que no me acepta como soy y un padre que siempre le da gusto a ella, así que le dije a mi hermano que no quería casarme y el se va a encargar de hablar con ellos, nada más que nunca me había atrevido hablar con mi ex prometido sin antes asegurarme de que era un hecho la cancelación de nuestro compromiso.
Helena: entonces su madre se encargará de buscarle un nuevo prometido. Pero esta vez será difícil, porque la mayoría de los caballeros solo se fijan en la apariencia física y no ha pensado en la posibilidad de casarse con el amigo de su hermano.