Capítulo 11

_No, no eso no es justo.

_Una vez más te la había puesto fácil para escapar.

_Ya me toca a mí, me toca a mí_ instantáneamente Sofí le quita el control de la consola a Jayden.

_Ey pero si yo gané.

_Los siento campeón_ le digo con alarde.

Sofí y yo jugamos un par de partidas seguidas si cederle a Jayden los controles de nuevo, mientras él hace críticas y reniega de nuestras fallidas estrategias, nosotras prácticamente las ignoramos todas y continuamos riéndonos e incluso cometiendo errores apropósito con el único fin de torturar a Jayden, quien de vez en cuando nos lanza frituras del bowl que tiene en sus manos reprendiéndonos por hacer caso omiso de sus sugerencias, después de todo nunca seriamos tan buenas como él, así que en lugar de mortificarnos por no obtener ninguna victoria nos divertimos con nuestros errores.

Una vez ambas terminamos cansadas, soltamos ambos controles, nos recargamos en el sillón y comenzamos a destapar las pocas bolsitas que quedan de frituras. La luz diurna está a punto de cesar, dando paso a la oscuridad de la noche, Isabel llegará dentro de un par de horas, así que me dispongo a recoger el reguero que hemos dejado por toda la sala, Sofí comienza a ayudarme y más tarde se nos une su hermano.

Pocas veces paso tardes como esta, siempre permanezco en casa, ceno con mis padres y a veces vemos una película o hacemos cualquier cosa en familia, pero los ratos que paso en la casa de mi amigo me traen de vuelta un poquito de sentido de aventura, junto con Sofi siempre nos falta tiempo para hacer el sin fin de actividades que planeamos hacer.

Sofi es como si fuera mi hermanita menor, estamos en su habitación, mientras traviesamente hemos dejado a su hermano con las últimas labores a su cargo. Su habitación huele a fresa y tiene esa extraña decoración que da a notar la transición de niña a adolescente, aunque yo no puedo dejar de verla pequeña. Por un lado, tiene una pila de muñecas de todo tipo, mientras que por el otro a colocado posters de cantantes o grupos que ciertamente no conozco, en su tocador comienza a remplazar moños y lazos para cabello por uno que otro brillo labial o pintauñas.

_ ¿Cuántos años tienes Sofí? _ curioseo mientras me lanzo sobre la orilla de la cama.

_ Once     

<<Once>>

Trato de recordar mi vida a aquella edad, mis padres hicieron una pequeña celebración, la muerte de mis abuelos hacia unos meses aún se sentía reciente, así que ninguno de nosotros quisimos hacer una fiesta en grande, mamá preparó un pequeño banquete claro y una tarta en la que yo estuve de curiosa en medio de la preparación, en la que por cierto hice un desastre al tratar de encender la batidora sobre la mezcla.

Comienzo a cepillar su largo cabello oscuro, mientras charlamos, sé que ya no es una niña que necesite que alguien le ayude con su peinado, pero el escenario arrastra consigo muchos recuerdos, de los que nunca tendré suficiente.

_Nunca fui muy buena con el cabello_ confieso mientras esbozo una sonrisa.

_ No te preocupes, me gustan las trenzas que me haces.

_ ¿De verdad?, aunque me queden todas enmarañadas.

_ Si_ suelta entre risas_ pero te quedan bonitas.

Entrelazo sus extensas ondas con otras, la trenza de mariposa está quedando gruesa y espesa.

_ ¿Sabes?, solía hacer le trencitas a Mia cada que me pedía que la peinara_ su vista se eleva al espejo hasta topar con los míos, los tiene abiertos de par en par.

Con ella no tiendo a hablar de estas cosas, de las personas que me rodeaban antes de conocerla a ella, a Jayden, a Morgan, su madre, en fin, a todas aquellas personas que se han ido convirtiendo como en una segunda familia para mí. Sin embargo, estoy más que segura que Jayden le habrá contado más de una vez de aquello, y el hecho de verla con esos ojos inquisitivos, pero sin emitir pregunta alguna me lo confirma, en realidad no me molesta, Sofi es la persona más empática y honesta que conozco y jamás utilizaría nada en mi contra, talvez algún día pueda platicarle todo, ese día en que pueda sacarlo son que se me anide en la garganta, aferrándose para no salir.

_ Si, Jayden me ha hablado de ella_ dice titubeando, le sonrío para brindarle la confianza de que estoy abierta a abordar el tema.

_Si, pasábamos mucho tiempo juntas, la ayudaba con su tarea, nos peinábamos una a la otra, a veces nos dábamos unas escapadas a la playa, aunque me daba un montón de miedo, pues la verdad es que no sabía nadar.

_ Tu si, ¿verdad?

_Pues claro_ respondo con falso alarde.

_ Jayden me dijo que surfeabas.

_ Si, en verano más que todas las demás épocas del año, era un par de años mayor que tú cuando empecé, no es que fuera la mejor, en realidad era medio torpe en algunas ocasiones, pero lo disfrutaba mucho. Después enseñé a Lucy, Kate ya sabía hacerlo así que ella no fue problema, pero con tal de que Lucy no se quedara en la orilla solo observando me tomé esa noble tarea.

Esta tan atenta a la plática que ni se ha dado cuenta de que ya terminé de trenzar su cabello. Más tarde la charla se ha hecho más amena, ella también me habla de sus amigas y pequeñas aventuras que ha tenido mientras me pinta las uñas de azul.

_Ya ha llegado mamá_ enuncia la voz de Jayden mientras da dos golpecitos a la puerta abierta_. Ve a cenar Sofia. ¿Ya quieres que te lleve a casa? _ cuestiona desviando la mirada hacia mí.

_ Si_ digo mientras soplo ligeramente sobre mis uñas recién pintadas_. Vámonos.

Me despido de Isabel, quien me retiene unos minutos insistiendo que me quede a cenar, pero además de que mi madre me tiene estrictamente prohibido estar fuera una vez anochece, mi estómago aún está a reventar de toda la chatarra que comimos por la tarde.  

Abordamos e escúter de Jayden cuando ya está oscureciendo y las primeras estrellas empiezan a destilar. El ambiente ha empezado a refrescar un poco y me arrepiento de no haber considerado traer algún tipo de abrigo conmigo, aunque no sea nada que no se pueda soportar.