Mentiras

Mi nombre es Dylan, vivo en una familia que para la sociedad es perfecta, mi padre se llama Roberto, es el esposo "perfecto" trabaja en una empresa de calzados, mi madre es Lucía la esposa "perfecta" y una pequeña hermana a la que amo mucho y es la razón por la que no me he ido de casa, se llama Kendra, es una niña super dulce, tierna, siempre está feliz, ella es el amor de mi vida, la luz de mis dias y es que es la mejor hermana que puedo tener, tiene 10 años apenas, mi pequeña hermana vive es una burbuja mágica donde los problemas no existen.

Mis padres siempre están peleando por distintos motivos, aveces porque papá llega tarde del trabajo, porque llegue borracho, porque no soy un buen hijo para ellos, o por muchas razones mas pero la que más me duele es que no acepten que mi pequeña hermana tiene leucemia, lose es lo peor que le puede pasar a Kendra ella no merece esto, ella merece ser feliz, pero la vida nos pone obstáculos que tenemos que aprender a superar y yo estaré con Kendra todo el tiempo para poder superar esto juntos. 
No somos la familia que mis padres quieren que aparentemos, no somos la familia perfecta y aunque trate de tomarlo todo con calma, se que ninguna familia puede ser perfecta pero mi familia es un desastre total.

Trato de salir con mi hermana todos los días, para no estar en casa, para no ver peleas sin sentidos, aveces la llevo por un helado, al parque o a los juegos ella siempre elije a donde ir. Llevamos ya dos años viviendo así entre discusiones.
Antes de que Kendra naciera era igual siempre discutían por cosas sin sentido, cuando Kendra nació yo tenía 8 años y estaba muy feliz, siempre había querido tener una hermana para poder cuidarla y consentirla, en ese tiempo las discusiones pararon pensé que todo sería mejor pero me equivoque,  el día que Kendra cumplió un año mi papá se fue de la casa, las personas pensaron que por un viaje de negocios pero mamá me dijo que el nos había abandonado, vivimos sólo un mes sin papá en casa, todo era más tranquilo aunque mamá nunca nos hacía caso apenas y quería cargar a Kendra, cuando papá regreso pensé que todo iba a mejorar, que habían arreglado sus problemas pero me equivoque, todo empeoró.

Hoy Kendra tiene que ir al doctor por la quimioterapia mis papás no quieren llevarla porque según ellos no creen que Kendra pueda curarse y yo se que el cáncer de sangre es difícil de curar pero yo si creo que mi pequeña hermana pueda curarse yo se que ella es muy fuerte. Aveces pienso que mis papás no tienes sentimientos, están hablando de su hija, piensan que su hija va a morir, cuando ellos deberían darle fuerzas a mi hermana para seguir adelante, para seguir luchando contra el cáncer, pero si ellos no le dan esas fuerzas se las daré yo siempre estaré junto a ella. Cuando Kendra crezca hare todo lo posible por llevarmela lejos de estas personas que dicen ser mis padres.