-"¿Que hay de hermoso en alguien imperfecto y roto?"-
El reflejo del espejo nuevamente me decía lo horrible que era, no solamente mi apariencia es decepcionante si no que todo en mi lo es, no había nada que pudiera salvarse ¿Por qué aún cuando me esforzaba por ser mejor seguía siendo yo?
Mi rostro caracterizado por sus cejas encorvadas dando una apariencia apática, mi sonrisa que a simple vista solo mostraba vergüenza o timidez, esos pequeños ojos los cuales preferiria no ver y ese cabello del cual solo te quieres deshacer. Todo aquello que se reflejaba por aquel espejo roto y sucio me hacía darme cuenta de lo que era.
Últimamente todos los espejos de la casa permanecían tapados con una sabana blanca, no tenía el valor de verme.
Quería y deseaba que alguien llegará a amarme pero simplemente eso no podía llegar a ser, porque ¿cómo me amaria alguien si ni siquiera yo podía hacerlo?
Reía por el simple hecho de ver aquel rostro, sus ojos, sus dientes, sus labios, su nariz, su cabello y todo lo que lo adornaba era simplemente motivo de risas, el simple hecho de verlo podía hacer que cualquiera se preguntará si era posible llegar a ser así.
Muchas parejas comenzaban a pasar, todos demasiado enamorados como para ver cada una de sus imperfecciones o cicatrices, tal vez, solo tal vez por ello deseaba que alguien se enamorará de mi.
-"¿Si pudiera llegar a ser alguien más, tal vez decidirías quedarte?"-