La fuerza de un enamorado 3

Un paso, eso es todo lo que pido

Ya había terminado la semana de exámenes, todo lo que hasta ahora había pasado, fue un tema que no se tocó por ni uno de ellos o eso debía de ser así. En realidad, aunque Lui deseaba conseguir una respuesta sobre lo que ocurrió u el por qué no había llegado Elva ese día en el punto de reunión, pero eso no le fue posible.

Lui, que buscó una forma de poder preguntarle a Elva sin que los demás lo supieran, esta oportunidad nunca llego pues siempre estuvieron todos juntos. Es por ello que decidió mejor olvidarlo y ya no intentar averiguar sobre ello.

Durante esta ocasión, mientras quedaron nuevamente reunirse en la biblioteca para poder estudiar, lo que no se esperaron era que ese día la biblioteca no estaría abierto por cuestiones de remodelaciones, por lo que esta se encontraría cerrada por un tiempo mientras se llevaban a cabo estas remodelaciones.

Nina, aprovechando que todos estaban reunidos, sugirió que podrían ir a dar una pequeña vuelta en el zoológico y estudiar un poco ahí. Como no tenían nada más que hacer, al igual que tampoco deseaban regresar a casa así sin hacer nada, decidieron que era una buena idea y que irían al zoológico para poder disfrutar un rato de los juegos, ver los animales y estudiar un poco.

Todos yendo al zoológico a pie, ya que consideraron que sería mejore ir caminando para poder ir viendo cómo era el camino en comparación de donde viven, aunque en sí sólo eran Lui y Elva quienes casi no conocían todos los caminos que tomaron para llegar al zoológico por lo que a ellos les pareció algo divertido el ver nuevos caminos.

Una vez que habían llegado al zoológico, pasaron viendo los animales, mientras se dirigían a un lugar que les pareciera bueno para ponerse a estudiar un poco. En su travesía, vieron al león, a las ardillas, a los peces y a los patos.

Al llegar en el punto que consideraron que estaba bien, el cual estaba un poco alejado de los juegos, pero era un área con varios árboles, se sentaron en el césped para empezar a estudiar. Mientras todos sacaban sus cuadernos con los apuntes de las clases, Nina estaba pensando en algo que ella consideraba divertido para hacer en ese momento pero, como no podía contener por completo su emoción, tuvo que esperar un poco a que se le pasara antes de poner en marcha su plan.

Mientras comenzaban a repasar y preguntarse entre ellos sobre diferentes cosas que no entendían, Neftalí se acercó a Elva para preguntarles sobre algunas cosas de ciencias naturales que no entendía. Elva, que al ver que Neftalí estaba bastante confundido con respecto a ciertos temas sobre la pirámide alimenticia y los climas, empezó a explicarle lo que eran y como se veían cada uno de esos.

Conforme iba pasando el tiempo, Elva empezó a darle un poco más de prioridad a Neftalí, por lo que no prestaba mucha atención a los demás cuando le preguntaban algo. Lui, que no se había dado cuenta de esto al principio, poco a poco se empezaba a dar cuenta de esta forma en que ella interactuaba con Neftalí.

Lui, que nunca había visto a Elva hablar de esa manera con otra persona, empezó a sentir un sentimiento extraño en él. Pero, tratando de convencerse, se decía a sí mismo que era sólo una forma de hablar entre amigos y que es por ello que debe de ser así con Neftalí.

Además de tratar de buscar una respuesta, al encontrarse con un problema para resolver un ejercicio de matemáticas, se acercó a los demás para que le ayudaran a resolver sus dudas. Pero, al ser que nadie le pudo ayudar, en el momento en que le preguntó a Elva, ella no le dio una respuesta y sólo lo ignoró en ese momento. La manera en que ella lo hizo fue hablando de repente con Laila sobre otras cosas y luego con Neftalí. Lui, viendo que no le era posible preguntarle nada, decidió continuar por su propia cuenta. Pero esta no fue la única vez que Elva hizo esto, durante cada vez que Lui trato de conversar o acercarse a ella, siempre lo evadió hablando con alguien más o, aprovechando el lugar o lo que estaban viendo, decía – Wua, miren eso... – y se iba al otro lado. De esta forma termino el día y Lui no pudo hablar con Elva durante el resto del tiempo en que estuvieron juntos.

Conforme iba pasando el tiempo, Elva ya no hablaba mucho con Lui más que con rivales de verdad. Elva, quien ya sólo le decía a Lui "Te reto a..." "No me ganaras en..." y después de aceptar y terminar, al instante ella se iba y no trataba de tener ni una conversación con él.

Lui, mientras trataba de buscar alguna manera de poder volver a conversar con ella, sobre todo después de que ella empezó a ser de esa forma de la nada y el que ya no seguían platicando para nada, empezó a darse cuenta que la distancia entre los dos se estaba volviendo cada vez más y más lejana nuevamente.

Lui, que ahora ya era tratado como un extraño nuevamente, no podía encontrar, por más que lo pensaba, en que momento fue que él descuido todo esto. Se preguntaba si siquiera era comprensible que ella empezara actuar de esta manera sin previa advertencia. Pero, después de pensarlo mucho, al fin llego a la respuesta que tanto estaba buscando y era "Al final de cuentas yo solamente soy su rival y nada más".

En el momento en que recordó esto, Lui pensó – Es cierto, no importa lo que trate de hacer, si no logro salir de esto de ser su rival, entonces no puedo esperar nada más que este trato que ella tiene hacia mí. Me gustaría que ella se diera cuenta, pero creo que esto no podrá ser así – mientras caminaba hacia la parada de bus, miró a lo lejos el uniforme del lugar en donde estudia Elva.

Lui, con un pequeño suspiro, dijo en voz baja – creo que debo de hacer algo, si nunca trato de hacer que esto cambie, no puedo esperar a que las cosas cambien – y así empezó a pensar que era momento de idear un plan para que Elva se diera cuenta de él y de lo que sentía por ella, pero, como no podía apresurarse así de la nada, pensó que era necesario primero llegar a buscar un momento para poder llevar a cabo su plan. Pero, recordando que eso es lo que estuvo haciendo desde el principio y eso no lo hacía poder llegar a llevar a ni un lado, se dijo a sí mismo – si el momento nunca llegará, entonces tendré que hacer que ese momento aparezca de alguna manera. Para ello tendré que... –. Mientras él pensaba en una forma de poder hacer que Elva se diera cuenta de su existencia de una forma más que un rival, ella llego a la parada y, al verlo, se detuvo por un momento.



#21923 en Novela romántica

En el texto hay: momentos

Editado: 04.10.2021

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