Confesiones tentadoras:
Mi vestido azul zafiro contrastaba con el rojo de mis labios, mis violetas ojos {Gracias a mí} ahora eran marrones ¿Por qué cambian? Sencillo.... Meredea ayuda mucho con respecto a ese tema, ya que es una loba legendaria osea, ya que es mi loba legendaria ella posee bastante poder y los ojos marrones son mío mientras que los violetas son de ella. Me arreglé mi cabello para un lado, mi sombra de ojos era negra la cual resaltaba mi rostro, me echo un poco de perfume; estaba sentada en la cama colocándome mis tacones negros y tengo que admitir que son ¡HERMOSOS! {Esa frase queda corta} Si, tienes razón. La pregunta ahora es... ¿Por qué estás tan guapa? Simple.... Hoy habrá una fiesta en “honor” al gran “pueblo” osea, va haber una reunión y toda la manada está incluída; nadie a tenido la osadía de hablarme desde que llegué hace tres días ¿Por qué? Yo no lo sé. Justo cuando estoy lista, mi puerta es tocada y yo a paso veloz pero sin tropezar la abro, dándome la mejor vista que eh tenido; el traje azul marino le quedaba de ¡MUERTE! junto a una corbata del mismo color, la camisa era blanca y su barba estaba bien peinada, un reloj en su muñeca derecha muy grande, su cabello estaba recogido en una coleta algo despeinada {Típico de hombres} sus brillantes ojos eran como lanzas que perforaban los míos {Cuidado que te caes} esa sonrisa con esos dientes perfectamente apilados, todo iba bien hasta que escucho la vos de "La Delgaducha de Primera"; mi sonrisa más que una sonrisa parecía una mueca, me hice a un lado y ellos pasaron ¿Qué querrán? {Huy... Que mal genio ¿Acaso eres bipolar?}
–Gretel te quería mostrar algo– Demian estaba súper rojo, mientras Coraline tenía una cara de desagrado.
–Pero antes tienen que cenar con los Coleman– ¿Desde cuándo tengo una asistente? Mi cara era de "Me importa un huevo" mientras él ojiverde trataba no reírse.
–Bueno pero antes vendrá conmigo, es rápido– "La Delgaducha de Primera" le sonríe a Demian para luego asentir, me mira de arriba a abajo con su típica cara, ya me estoy acostumbrado a ella y se va –Creo.... Que tiene la tarde libre señorita– El ojiverde hace un ademán y cruzamos nuestros brazos.
~~~~~~~~~~~~Despúes
El auto se movía y el aire chocaba con mi cabello despeinandoló más de la cuenta; lo único que podía escuchar era el canto de las aves y el correr del río, a lo lejos se encontraba una colina rodeada de árboles amarillos y el sol se ocultaba por ese lado, ahora... ¿A dónde me a llevado Demian? Pues es una sorpresa o eso es lo que me a dicho, íbamos en su automóvil un {Si no me equivoco} Mercedes Benz de color gris, sí, cambia muy seguido de auto. El camino es largo pero mágico y embelesador, creo haber visto a un ciervo y eso es magnífico ¡ME ENCANTAN ESOS ANIMALES! Demian se detiene e instantáneamente se baja para abrir mi puerta para que yo también pueda bajar y seguirle; me guía por un camino donde justo al lado hay un estrecho mini río, seguíamos caminando hasta que llegamos donde una cascada, miré a todos lados asombrada hasta que dibicé una mesa y comida, miré un momento al ojiverde notandoló muy nervioso, de echo.... Está súper raro desde ayer, lo notabamos algo ido en sus pensamientos ¿Qué le ocurrirá?
–Te preparé una cena para los dos– Si antes creía que estaba nervioso pues... Ya se que sí.
Me acompañó hasta la mesa como todo un caballero, arrastró mi silla para que me sentara, me sirvió vino blanco, mmmm riquísimo vino blanco; empezó a hablar de cosas sin importancia hasta que...
–Bueno.... Creo que ya llegó el momento de contarte de mi– Hizo una pausa algo dramática –Bueno... Mi nombre es Demian Dickson Cooper, soy precidente de una editorial que a pasado de generación en generación– Yo escuchaba atenta, un don cuando no puedes hablar –Mi madre, mi madre es Catalina Cooper O'connor– Vaya, las tres C –Murió cuando tenía diez... Lo básico de mi ya lo conoces– Creo que hay algo que me quiere decir {¡¿NOOO EN SERIO?!} Odio cuando eres sarcástica –Y.... Por lo que te traje acá es para que conozcas sucesos de mi pasado– Baja la cabeza, yo hago que me mire mientras sus olivos ojis se cruzan con los marrones míos, agarra mis manos junto las suyas –Gretel.... Tu y Dereck son lo más importante que tengo ahora– ¿Se me está declarando? –Se que en tu mente habitan dudas sobre mí, con respecto a los murmullos que comentan las personas, sí, Gretel tu eres mi Gema– Me quedo sin aire ¡HIPERVENTILO! –Hace quince años viajé a California con la esperanza de que mi padre me convirtiera en el precidente de su empresa, tenía que firmar un trato con el jefe de otra empresa muy diferente a la nuestra, él tenía esposa e hijos y me había citado en su casa, faltaba poco para la hora designada y llegaba algo tarde, así que empezé a correr por un parque, bueno... No era yo, era Antock quien corría en su forma lobuna– ¿Por qué creo que se el final del cuento? –Corriendo me encontré con varios vampiros los cuales maté pero uno quedó vivo y me hirió gravemente, logré escapar de él, tenía hambre y un pequeño conejito era mi única esperanza– Abro los ojos ¡NO LO PUEDO CREER! –Perseguí a mi presa hasta que alguien la sostuvo, era una niña, cabello marrón, ojos del mismo color, tenía una piel de porcelana y me ayudó curandome con esto– Mis ojos no aguantaron y derramaron lágrimas, él se separó para buscar algo en su bolsillo, de allí sacó un pedazo de tela vieja, era azul y se distinguían todavía unas mariposas violetas –Aquella niña después de haberme ayudado a sanar compartió conmigo los mejores momentos y me nombró con aquel característico nombre...– No dejé que él terminara.
–Alfa– Logré pronunciar en un susurro pero Demian me escuchó perfectamente, sonrió ampliamente y me depositó un beso en mi frente –Alfa– Volví a pronunciar –Tu eres mi Alfa– Repetí sin poder créemelo, aunque preferiría mil veces que fuera él.
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Editado: 02.08.2021