"La Gema Del Alfa" Saga: La Joya de la Traición

Introducción

Ya no habrá boda:


 Nunca imaginé que mi boda soñada sería un completo fraude; que el hombre con quién me iba a casar estuviese con otra, y lo peor no era la infidelidad, lo peor era que él y quién creí que era mi familia estuviesen en mi casa, en mi dormitorio, en mi cama; siempre sospeché pero nunca intenté verlo con mis ojos, me traicionaron. Me siento lastimada pero ¿Por qué? Si yo nunca le amé, de echo ahora debería estar contenta porque ya no habrá boda, debería estar saltando pero... La fuerza del lazo que nos une es mucho más fuerte, yo aún siendo una humana el tiempo con él me a afectado. Dos años, dos malditos años con mi "alma gemela" los dos años más dolorosos de mi vida, porque yo sabía que me era infiel; pero no decía nada, total para qué.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~Antes

 Una noche sospeché y decidí invéntarme una mentira sobre quedarme en otro sitio, me creyó pero lo que no sabía es que le había preparado una trampa; coloqué sin su consentimiento una cámara pequeña y bien oculta pero con el ángulo perfecto para mostrar toda mi habitación; no solo en el dormitorio sino también en el baño, cocina, comedor y salón. Una vez echo eso las dejé grabando y me largue, me fui a un bar para beber y olvidar penas, lo sabía, sabía que él andaba con alguien pero no sabía de quién se trataba, le pedí un trago al barman y este me lo dió con una sonrisa bien bella, yo y mis hormonas. No sé cuantos tragos pero ya me reía con facilidad y eso era muy difícil en mi; los tragos cada vez se hacían más fuertes y más calientes, cada uno que daba me olvidaba de la infidelidad de Joseph ¿Cómo podía? Se supone que soy su alma gemela, se suponía que me sería fiel y viceversa, pero con él todo era distinto. Si soy sincera no perdí mi virginidad con él ¡¿QUÉ QUERÍA?! Que esperase a mi otra mitad el cual llegó a mis ventiseis, pues no, yo era una adolescente inmadura y no sabía de seres sobrenaturales ni tampoco que sería el alma gemela de un hombre lobo. Al principio todo era bello pero nos fuimos conociendo y todo empeoraba ¿Mi boda? Siempre creí que me casaría con un hombre que amaba pero maduré y todo ahora es diferente. Recuerdos me vienen de cuando era más joven y en todos esos recuerdos nunca tuve la experiencia del amor, ni con Joseph; esa electricidad que sienten las almas gemelas nunca la e sentido con él y al parecer tampoco Joseph sintió eso conmigo pero aún no entiendo ¿Cómo se sabe que soy su alma gemela si no siento lo que debo sentir por él? Pero bueno... Yo no soy un ser sobrenatural para entender.

 –Deme una copa– escucho a mi lado y yo solo sigo en mi mundo.

 –Enseguida voy señor Demian– Le contesta el camarero dándole una sonrisa forzada y girandose para bajar una botella de aquellas encimeras de caoba oscura.

 –No cree que a bebido mucho señorita– Me dice el susodicho de ¿Demian? Creo que así le dijo el barman, volteó para encararle y decirle que me importa una mierda su opinión... Me quedé en shock cuando ví aquel hombre de ojos verdes y con porte muy atrayente mirándome fijamente –¿Está bien señorita?– Me pregunta con vos demandante {Me caigo} que belleza, creo que e tomado mucho.

 –Si, si estoy bien– Le digo volviendo a mi postura anterior para seguir bebiendo, ya que si sigo mirándole me dará algo o ¿debe ser el alcohol?

 –Vale veo que está bien pero ¿No sería mejor si dejara de beber?– Gracias señorito Demian por tu preocupación {nótese el sarcasmo}

 –Oiga lo que sea mejor o no para mí solo lo decido yo ¿Ok?– suspiro y tomo otro trago.

 –Ok– Solo pronuncia aquello para sentarse a mi lado en aquella barra justo cuando el mismo camarero llega con su trago.

 Poco después salgo del bar al estacionamiento pensando dónde dormiré ya qué no puedo en mi departamento y tampoco podré manejar con el alcohol por mis venas para ir a un motel. Llegando donde mi coche me agarran del brazo, volteo y veo que es el mismo joven que me atendió en el bar.

 –¿Sucede algo?– Pregunto porque se le veía nervioso.

 –No, solo mi primera vez– Iba a preguntar su primera vez en que pero con fuerza me empuja y acorrara a una columna que había cerca de nosotros –No quiero pero tengo ganas de tí desde el momento que te ví entrando por primera vez al bar hace noches– Y lo recuerdo vengo a este bar cada vez que quiero despejarme pero... ¿Por qué diablos se tiene que propasar conmigo.

 –Escucha chico– Se sabe que es menor que yo –Enserio lo lamento pero me voy a casar dentro de poco– Su semblante cambia de nerviosismo a furioso y me aprieta más –Me haces daño– Digo en un hilo de voz, se sabe a leguas que es un hombre lobo.

 –No entiendes que me gustas y mucho– Me sigue apretando más y más.

 –Dejame– Es lo único que alcanzo a decir antes de que alguien o algo, alejara al barman de mí.

 –¿No escuchaste a la señorita?– Reconozco esa vos –Porque yo si escuché como te decía que la dejaras– Se dirige al chico tumbado en el suelo y le da un puñetazo en la nariz dejándolo inconsciente y con la cara ensangrentada, a Demian también se le nota que es un hombre lobo –¿Estás bien?– Me dice acomodándose la manga de su brazo izquierdo, asentí, no podía decir palabra alguna estaba completamente anonadada, que hombre, que belleza, que todo, que me pasa?

 –Gracias– alcanzo a decir cuando de mi ojo sale una lágrima traicionera, y esos brazos fuertes me levantan con suavidad del suelo.

 –Supongo que no puede manejar– Me habla con una voz calmada y tranquila, creo que el alcohol me hizo efecto porque asentí.

 –Si y no tengo donde dormir– Vale estoy súper mal, acabo de decirle a un desconocido, guapo pero desconocido, que me salvó pero desconocido que no tengo a dónde ir.

 –Ven ya te llevaré a un motel– Me dice abriendo la puerta trasera de una camioneta negra y con su mano en dirección a mí, yo dudo –Descuida puedes confiar en mi– esas palabras {gracias a los tragos} me bastaron para aceptar su invitación.

 El camino fue algo largo pero no silencioso ya qué no me callé para nada, era una virtud cuando estaba nerviosa aunque él me escuchaba atento, hasta le dije mi nombre; paramos en un motel de lo más lujoso que en mi vida podría pagar con mi dinero {Porque mis padres deben tener unos doce de estos} ¡UN MOMENTO! ¿CÓMO MIERDA ME QUEDARÉ SI NO TENGO NI UN DURO? Al parecer Demian vió mi expresión y hablo por primera vez en todo el viaje.




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