Él ~◇~
¿Ella es un Soik?
El imperio que derrotó mi bisabuelo hace más de 16 años. Ese es el imperio de donde proviene, ella es acaso una ¿Princesa o hija de un general? Mi padre la rescato del lugar donde iba hacer castigada por los Jeik, hace varios años atrás.
Veo delicadamente cada verso del libro, cada palabra sin saltarme nada de los Soik. Debería de ser esto importante, si no, porqué querrán guardarme el secreto, faltando a una orden directa .
...Un peligro para todos lo que estaban en Jeicok's. Llevaban dos iglesias extiendo, más de 200 años no exactitud. Las logitudes del imperio, eran impresionantes, si Jeicok's era el más grande conquistador, sus tierras eran las superiores, nadie esperaba que un imperio que apareció en medio del mar se transformará en algo muy importante. Ellos no necesitan tener que conquistar territorios, nacieron con esa enorme tierra. Había algo especial en ellos llamado "la bendición del End's" algo que otorgaba algún tipo de don mágico a sus soldados y a la Gran madre o Gran padre directamente desde su nacimiento. Esto es un misterio que aún no se sabe por completo de qué es lo que trata.
—¿Qué lee, alteza real?
Cierra el libro rápidamente, con algo de nerviosismo en sus manos.
—Príncipe Daiy, ¿qué hace aquí? No sabe tocar la puerta antes de entrar.
—Disculpeme alteza real, pero tengo que informarle que recuerde que día es hoy.
Se va a sus recuerdos, piensa cuidadosamente y luego entiende. Algo que no tiene nada que ver con lo que de verdad debería ser.
—Una noche de una gran velada.
—Parece que soy el único que recuerda que día es hoy en este palacio. Desearía tener una familia normal, como ser un noble de menor rango. Así no tendría que venir a verlo todos los días.
—¿Me está faltando al respecto, principe Daiy?
—No, no, no, bueno solo un poco. No recuerda ni el cumpleaños de su futura esposa, tendrás muchas recordar te hará que se alegren, recuerdalo. Mala suerte la tuya—se corrige al darse cuenta—, la de usted. Tiene que casarse con tantas mujeres, y algunas más insoportables que otras, una vienen solo por el rango, que lastima. Yo quiero tener una esposa, amarla—Lo interrumpe.
—No estoy interesado en lo que quiere tener en su vida, príncipe. Tampoco es como si de verdad quisiera casarme con tantas mujeres, de todas ellas ninguna se valoraría si esta con un hombre con muchas esposas y concubinas. Incluso si está con un emperador, el cometería adulterio, y ella se dejaría rebajar. Esta mal, comparto tu idea.
Dos hombres con buen rango en un lugar que nadie espera.
—Alteza real.
—Padre, Señor Jeik. Mi madre hace un rato vino aquí, para hablar con usted, le he comentado en donde estaba, ¿la encontró en el camino?
—Tú madre, esta emocionada por el hecho de que su favorita festejará su debut hoy. No creo que haya sido para darme alguna información importante, podría ser algo que tiene que ver con el salón.
—Estaré ahí luego del primer baile, tengo que encargarme de algunos papeles que recibí hace una hora—Se lavanta de su asiento y toma en sus manos un mapa—. Quiero que me des toda la información de este asunto, sin saltarte ningún evento. Dejará de ser mi regente después de que se festejará el último debut de las candidatas.
El señor Jeik, aunque está poco sorprendido por fuera. Por dentro aún no quiere dejar el imperio solo en las manos de su hijo, y posiblemente en las manos de su hija. La hermana del príncipe heredero se convertirá en princesa imperial, un rango respetado. Podrá lograr casarse con cualquier Duque o archiduque de los imperios cercanos.
—¿Escuche bien? Hijo mio—La señora Jeik entra con rapidez a la habitación, con los brazos abiertos, pero recuerda las etiquetas—Hijo mio.
—Madre—le da un beso en el dorso de su mano—. Aquí estas, ¿tenias algo importante que decirle a mi padre?
—No es nada. Olvídalo, estoy feliz porque al fin has decidido tomar el cargó de tu trono.
—Quiero darte el título de tu propia mansión y ya no la esposa de regente. Serás desde ahora la princesa re-je. Espero entiendas.
La madre del príncipe suelta su mano, en un sentido de disgustó por lo que acaba de hacer. Hace años que el título de princesa no se usa en ella, al parecer el disgustó está en que pensaba recibir el título de archiduquesa re-je, por encima de cualquier princesa de las esposas y hermanos de su propio esposo, incluyendo a la emperatriz. En cambio con el título de princesa re-je, será ella quien se incline ante la emperatriz.
—Prefiero quedarme con el título de la señora Jeik.
—Será mi futura emperatriz quien escoja a las futuras concubinas, y las esposas de los demás príncipes de esta generación. Todavía podrás hacerlo, pero solo por estos 5 meses.
—Es mejor que me retire, alteza real. —Dijo el príncipe Daiy, luego de eso se fue a un paso veloz.
El señor Jeik, la señora Jeik y el príncipe heredero se vian los unos a los otros como si se tratase de una competencia de miradas fulminantes.
Encontrar una pregunta por el cual seguir era imposible en esta escena. En donde los padres del príncipe heredero, estaba en contra de todas las normas y principios que le enseñaron. La señora Jeik, es la primera es parecer molesta frente a su esposo. Seguido de algunos comentarios malicioso sobre la señorita Nesis, quien hacen su mención de manera grosera y burlona.
—Si estas en contra de mi desición, ¿eso no quiere decir que tus principios y normas, fueron malas, madre?
Frunció el ceño, y junto los brazos. Ya más molesta de lo que se había encontrado antes, recorrío toda la pared de un lado a otro, sin saber que respuesta dar. Su enojo elevado, la hizo pensar menos y actuar más.
Decidida de seguir en contra, le recordó de todos los momentos en los que las demás esposas de los hermanos de esposo, la expresaron de manera burlona por no haber sido una emperatriz.
—¿Sabes acaso lo que sufrí?