A la mañana siguiente, lo despertó un ruido muy extraño que provenía de la pared.
Albert pensó ¿Y si son los vecinos?
Y recordó que no hay habitaciones de el lado izquierdo.
Eso lo preocupo un poco , pero decidio no tomarle importancia.
Ya que pensó que todo era parte de su gran imaginación.
Pero, pasaron las horas y el ruido no se calmaba.
Decidió hacer un pequeño orificio en la pared.
Busco y no oyó nada.
Le dió curiosidad el sotano