La Guerrera de Corazón Puro | Dragon Ball Z

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Bulma, Krilin y el maestro Roshi se quedaron mudos, mirándose entre ellos como esperando que alguno reaccionara o le respondiera primero a Milk; algo que, evidentemente, ninguno se atrevía a hacer. Al final fue Krilin quien se armó de valor.

—¿Qué te ayudemos a salvarlo? —murmuró con voz temblorosa—. Te refieres a… salvarlo de Piccolo, ¿cierto?

—¡Por supuesto! —exclamó Milk con firmeza, parándose con cuidado para no volver a caer—. No podemos dejar a mi pequeño en garras de ese monstruo. Tenemos que buscarlo y rescatarlo, por favor…

—Entiendo cómo te sientas, niña —masculló el maestro Roshi con voz mucho más segura que la de Krilin—. Y me encantaría poder ayudarte, de verdad. Pero sin Goku con nosotros, no hay mucho que Krilin o yo podamos hacer en contra de Piccolo. Si fuéramos a enfrentarlo ahora, sólo arriesgaríamos nuestras vidas, y también la de tu hijo.

—Además de que el maestro Roshi y Krilin ya fueron revivido una vez con las Esferas del Dragón —señaló Bulma—. No sería correcto que arriesgaran sus vidas así a la ligera.

—¡¿A la ligera?! —exclamó Milk con voz irritada—. ¡Es mi hijo del que hablan! ¡Del hijo de Goku que salvó este mundo en más de una ocasión…!

Milk calló de golpe y comenzó a respirar lentamente, intentando calmar sus ánimos antes de perder por completo la compostura, lo cual no resultaba sencillo dada la situación.

—Está bien, ¿y si buscamos a Yamcha y Tenshinhan? —propuso en cuanto logró pensar con más claridad—. Quizás todos juntos pudieran hacer algo, ¿no?

—Bueno, tal vez —susurró Krilin dudoso, colocando una mano atrás de su cabeza—. Pero no sé si en verdad sea necesario correr ese riesgo.

—¿Qué cosa? —masculló Milk con sequedad—. ¿Cómo que no sabes si es necesario? ¡Mi hijo está con Piccolo Daimaku! ¡El ser más despreciable y malvado que ha existido en este mundo! ¡¿Cómo dicen que no es necesario rescatarlo?!

—Me refiero a que quizás Piccolo no le haga daño en realidad —intentó aclarar Krilin, alzando sus manos al frente en señal de paz, como si temiera que la mujer se le lanzara encima a atacarlo—. Él dijo que lo que quería era entrenarlo, y que lo necesitaba para poder pelear con los Saiyajins en un año. Siendo así, lo más seguro es que necesite mantenerlo a salvo y vivo, ¿no?

Milk lo observó, totalmente atónita de escuchar esas palabras. ¿En verdad estaba sugiriendo lo que escuchaba? ¿Qué no debía preocuparse y dejar la vida de su hijo, lo único que le quedaba en ese mundo, en manos de Piccolo Daimaku? Tenía que ser una broma; una de muy mal gusto.

—¡¿Cómo pueden decir una barbaridad como esa?! —gritó con fuerza, provocando casi que la casa entera se estremeciera. Tal parece que sus emociones a flor de piel la hicieron sobreponerse a cualquier debilidad que la estuviera oprimiendo hace un momento—. ¡¿Qué mi hijo entrene con Piccolo Daimaku?! ¡Él no…! —su respiración se agitó notoriamente, y se le dificultaba un poco el hablar con claridad—. ¡Gohan ni siquiera debería involucrarse en nada nada esto! Él es un niño bueno, tranquilo y estudioso que trabaja cada día para convertirse en un gran investigador. Gohan no es un peleador, ¡y no tendría por qué serlo en lo absoluto! ¡Y mucho menos bajo la tutela de ese demonio que quién sabe qué cosas horribles podría enseñarle!

—Pero, escuchaste lo que Piccolo dijo —indicó Krilin—. Que tu hijo tiene un gran poder escondido, y si aprende a usarlo…

—¡Eso a mí no me importa! —le cortó Milk abruptamente—. Yo no quiero… ¡no quiero que mi hijo se vuelva un luchador y arriesgue su vida! No quiero que él… muera de una forma tan horrible… como Goku…

Su voz se quebró un poco, y sus ojos se cubrieron de nuevo de lágrimas.

—¿Qué madre querría a su hijo expuesto de esa manera? —masculló despacio, agachando su mirada—. De sólo imaginar por lo que podría estar pasando en estos momentos… Siendo él tan sensible…

Sentía que se soltaría a llorar de nuevo, pero uso toda su fuerza de voluntad para evitar desmoronarse como hace un momento.

—Te entiendo, Milk —susurró Bulma con voz consoladora—. Pero dadas las circunstancias, creo que lo mejor será que nos enfoquemos en reunir las Esferas de Dragón, para poder revivir a Goku cuanto antes. Así él podrá encargarse de rescatar a Gohan de Piccolo, o podrá decidir qué es lo mejor.

—¡Reunir las esferas tomará mucho!, ¡no puedo esperar tanto! —recalcó Milk con severidad, volviendo a mirarlos.

Se tomó un momento para de nuevo respirar, y pasó el dorso de su mano y brazo por sus ojos, tallándolos. Esto los tenía ya para esos momentos bastante rojos e irritados.

—Está bien —soltó de pronto con dureza—. Si tienen miedo o no quieren ayudarme, entonces lo haré yo sola…

Y antes de que alguno pudiera entender por completo lo que decía, avanzó rápidamente abriéndose paso entre Bulma y el maestro Roshi, y se dirigió con paso firme hacia la salida de la casa.

—¡¿Qué cosa dices?! —exclamó al maestro, confundido—. No estarás pensando ir a enfrentar a Piccolo Daimaku, ¿o sí?

—¡No digas tonterías, Milk! —le gritó Krilin, histérico, corriendo rápidamente detrás de ella—. ¡Lo único que lograrás es que Piccolo te mate!



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En el texto hay: peleas, dragon ball z, universoalterno

Editado: 06.04.2024

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