Capitulo 15. Iris y Sabrina en peligro

—Todo se arreglara, ya lo veras.

—Seguro… por cierto, tus hombres están en el suelo.

—Ya… los llevaré a la enfermería—Dijo con una risa nerviosa. —Todo estará controlado.

—¡Ay! Tengo que ir al lavado de coches—Dijo Sabrina nerviosa.

—Pues ve, pero ¿para qué?

—Quiero una cosa que creo que está ahí ahora vuelvo.

—¡Pero Sabrina! ¡Que te puedes teletransportar! Déjalo.

Sabrina corrió hacia el lavado de coches buscando algo por el suelo. Una voz la llama en su cabeza y se preocupa.

—¿Hola?—Miró a su alrededor y no vio a nadie, pero la voz volvió a llamarla. —Está bien, seas quien seas, no tiene gracia—Y la volvió a llamar por tercera vez, con miedo se giró y chillo. —¡Aaaah! ¡Iris! ¿Pero a ti que te pasa?

—Perdona, no era mi intención asustarte, la verdad.

—¿Qué haces aquí?

—No lo sé, alguien me ha traído hasta aquí, osea, lo que quiero decir es que…

—¿Has escuchado una voz que dice tu nombre y te da escalofríos?

—¿Eres adivina? ¿Cómo lo has sabido?

—Porque a mí me acaba de pasar—La voz llamo los dos nombres y ambas lo escucharon. —¿Has oído eso?

—Ojala no haberlo oído, vámonos de aquí a ver si nos meternos en un lio—Dijo Iris, ambas corrieron un largo camino hasta que una de las dos ya no pudo más.

—Espera… estoy… muy cansada, no puedo correr más—Iris le cogió de la muñeca pero en vez de seguir corriendo, le absorbió la energía, se veía como la magia se debilitaba por   momentos. —¿Iris? Que… haces…—Sabrina se durmió en el suelo.

En el avance de las Cristal, Bianca estaba jugando a saltar el borde de la cera.

—Wee, ¡soy el centro de atención!—rió. Sabrina volvía a la caravana con las demás. —Sabrina, es raro verte de repente—Rió pero Sabrina no. —Vale no tiene gracia, em… bueno, ¿y esa cosa?

—¿Qué cosa?

—La que has ido a buscar.

—Ah esa cosa, no la tengo—Dijo toda seria, Bianca empezaba a ponerse incomoda.

—Em… vale ¿estás bien?

—Perfectamente.

—Mira Melania, mira lo que tengo—Jessica sacó de su bolsillo unas cartas azules.

—Esto es… son ¿las cartas mágicas?—Dijo ilusionada.

—En efecto, toma te las regalo. Ten mucho cuidado con ellas. Son un núcleo de poder.

—Un nucleo de poder?—Melania se extrañó.

—¿Qué son las cartas mágicas? Vale no, repito la pregunta, ¿que hacen?

—Son cartas mágicas de piedras preciosas, puedes adivinar el futuro, presente o pasado con ayuda de las piedras mágicas.

—Que guay, ¿cómo se hace?

—Eso, ¿cómo se hace?—Preguntó Sabrina, intimidaba a las tres.

—¿No notáis que Sabrina esta algo rara?

—Vamos a dejarlo por hoy—No se fiaba, algo no iba bien. —De hecho ya es hora de merendar, papá y mamá vendrán por la tarde- noche.

—¡Yo me cojo el trozo de pastel! ¡Que ha sobrado!—Se fue corriendo hacia la nevera.

—Muchas gracias por venir, estaremos alerta.

—No dudes en llamarme, va en serio Melania, tu vida está en juego.

—Lo sé, lo sé, adiós, hasta mañana.

El resto de la tarde, las tres estaban tranquilas, aunque les incomodaba la presencia de Sabrina, como si no fuera ella misma, como si fuera otra persona…