La hechicera

Ella lo vale

Presente
Juliet no sabía como demonios se había metido en este embrollo. Ahora debía ir con la guardiana y sacar a su hermana del lugar donde la tenía Michael. No quería llegar antes de que los 3 hombres le explicaran todo. Seguro que la harían correr por las laderas. No, Juliet debía resolver todo. Usaría a Paola para distraer a los guardias, no sería un sacrificio para la guardiana y los vampiros no advertirían su presencia en la guarida de Michael.
Salió de la oficina, para encontrarse con Paola que la esperaba recargada en la pared de enfrente. Sólo arqueó una ceja, con una silenciosa pregunta. Paola aclaró su garganta.
-Algo me dijo que necesitabas mi ayuda Juliet.
-Lo hago
-Entonces vamos, debemos encontrar a tu hermana y explicarle todo de una buena vez
-¿Es una orden guardiana?
-No, es una sugerencia
Juliet no pudo evitar reír del tono que había usado la guardiana con ella.
-Nunca te haría daño Paola, mantuviste a mi hermana a salvo todos estos años...es una deuda que tengo contigo
Paola se giró para verla.
-Sólo no le digas mi verdadera edad y estamos a mano
Juliet soltó una carcajada.
-Paola, no creo que eso le llegara a importar a Clarissa...ella te quiere y eso es lo único que importa
Paola se encogió de hombros.
Anduvieron en silencio todo el camino, hasta que llegaron a la guarida de Michael. Juliet puso sentir al rey demonio, al vampiro y al humano un poco lejos de donde se encontraba Clarissa. Seguían discutiendo.
¡Hombres!
Paola miraba todo el ambiente tratando de definir como entrarían, vio con lujuria a un guardia que se encontraba custodiando la puerta de Clarissa. Entonces entendió el plan.
-¿Debo acostarme con el guardia?
Juliet hizo una mueca.
-Debes distraerlo, como lo hagas es tu problema Paola
Paola miró al guardia y luego regresó su mirada a Juliet. Así lo estuvo haciendo un par de veces más, hasta que se decidió.
-Será un enorme sacrificio, pero te ayudaré Juliet y esto me lo deberás también.
Juliet asintió reprimiendo una sonrisa. Paola se alejó de ella y se acercó al guardia. Unos paso antes de llegar a él se preparó, desabotonó unos botones de su camisa y rompió su falda, enseñando por completo ambos lados de sus piernas. El vampiro no tardó en fijarse en ella.
Paola le pasó de largo no sin antes guiñarle un ojo. El guardia ni siquiera notó que Juliet pasaba detrás de él dándole un golpe en la cabeza con madera bendita, que lo dejó en el suelo en un parpadeo. Paola entrecerró los ojos.
-Esto también me lo debes Juliet, ¿sabes cuanto tiempo tengo sin...?
-No importa, recuerda vinimos por Clarissa.
Paola refunfuñó un poco más mientras se acercaban a la cama donde dormía Clarissa.
Estaban a punto de tocarla para despertarla, cuando una voz las detuvo.
-Vaya, vaya...¿la gran Juliet vino a presenciar este trío?



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En el texto hay: cazadores, hombreslobo

Editado: 04.03.2018

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