Miraba mi habitación y vaya que si estaba bastante acogedora, creo que lo mejor es entrenar en el mundo vampiro si se puede decir de esa manera aún estaba conociendo mis poderes y se estaban saliendo de control, rompía cosas sin saber luego de que mi madre se había puesto de acuerdo con mi padre ella finalmente había decidido que me quedara en casa de mi padre para poder entrenarme y ya no ser el fenómeno como decían mis hermanos que eran algo molestos, ellos adquirieron el poder de mi madre osea no era tan grave mientras que yo era la hija del vampiro, un vampiro más de la sociedad eran tantas cosas que apenas estaba enterándome y me daba miedo de poder controlarme, mi madre sabía que yo debía entrenar y ella logro arreglar el tema de la escuela ya que ella tuvo que mentir de algo que necesitaba, mintió diciendo que iría a estudiar bastantes lejos pero mi amiga y yo sabía que no era para eso, pero tenía que mantenerlo en secreto, enfrentarme a mi nuevo mundo esto que nunca imagine, por alguna razón al consumir sangre me sentía con mucha más energía que antes, estaba organizando mi cuarto teniendo mis cosas y dejándolas bien acomodadas, aquí se podía respirar un poco más, no era digamos que tan malo, se podía decir que era como el de los humanos nada más que aquí todos los vampiros y lobos podían mostrar sus poderes y no existía tal ley como tal, de hecho tengo que aprender más de este mundo.
—princesa puede bajar al comedor — dijo uno de los hombres que trabajaba para mi padre —es hora de la cena
—está bien ya iré
—permiso su alteza
Estaba bajando la cabeza esto era como la dinastía de ese época donde los plebeyos eran los que estaban obedeciendo al rey, pues yo le veía de esa manera, aun me estaba asustando esta nueva vida, estaba tan nerviosa, pronto baje y era un pequeño comedor justo para nosotros cuatro personas, uno era mi padre, la esposa y el hijo de ella, sonaba como un cuento de hadas cosa que no creo que existe pero bueno.
—Eres bienvenida querida — comento la reina —Emilia ¿es cómo te llamas?
—si su majestad
—no me llames majestad llámame marcela ¿te parece?
—sí, aunque todo esto es extraño
—ya te vas acostumbrar, de hecho es mejor que estés aquí el mundo humano puede pasar muchas cosas — me advirtió — son seres que no podemos confiar
—supongo que si
—me refiero a que ellos se asustan por cualquier cosa, o actúan cuando ven un peligro, en este caso nosotros los vampiros
Vaya estos vampiros sí que son bastantes raros, no eran los típicos vampiros que eran pálidos, aún tengo la curiosidad de saber si es verdad que no nos podemos reflejar en los espejos, pues lo estaba diciendo porque hasta ahora estaba descubriendo mi mundo y hasta ahora estaba pasando mis poderes.
—Tu padre me dice que tienes el poder de destruir cosas y repararlas — dijo
—si aunque están fuera de control
—bueno eso es la idea, aquí puede ensayar muy tranquilamente — dijo sonriendo —no sientas diferentes todos nos ha pasado — dijo —de hecho mi hijo cuando comenzó él se transportaba de un lugar a otro
—una pregunta ¿todos tienen poderes diferentes? — pregunte
—si tenemos dos poderes aparte de los que sabemos — dijo — pero solo los que tienen la sangre noble son los que tienen más poderes, son lo que pueden adquirir el poder de otros — explico —luego tu padre te va a enseñar
—está bien
—comamos
Esta comida se veía algo sabrosa, digamos que era comida típica de humanos pero había otra cosa que no se consumía y un vaso de sangre si eso creo que es lo que me pasaron.
—Tranquila sé que se ve algo repulsivo pero es nuestra forma de comer — dice marcela
—si hija solo come, además estamos entrenando la comida humana para que nadie sospeche que lo somos — dijo mi padre
Estaba asintiendo aun no sabía si comer o no, cuando lo hice sentí que ya mi boca estaba haciendo efectos, algo de mí me estaba gustando y quería comer más, me estaba bebiendo la sangre y sentía que mis sentidos iban en aumento.
—padre es verdad que ¿somos rápidos? — pregunte
—si hija todos somos super veloces, escuchamos perfectamente bien, podemos captar la sangre humana
—vaya eso es interesante papa
—poco a poco vas a descubrir y lo del sol no nos hace daño, bueno siempre y cuando no usemos bloqueador y si estamos cerca del sol
—papa es verdad ¿Qué podemos volar?
—mm digamos que pocos lo hacemos en este tiempo, anteriormente si lo hacíamos pero cuando paso en la guerra todo cambio, ahora ya casi no se practica el vuelo— dijo — mira hija este es un anillo — dijo entregándomelo — digamos que es para cuidarnos de los humanos ante el ojo humano es una pieza pero ante nosotros es
Claro que si podía ver con claridad era una especie de calavera con colmillos, de un tono plata si se podía decir de esa manera.
—tu madre me llamo dijo que no pudo cambiar el colegio, pero tranquila eso no cambia los planes
—entonces