No podía parar de pensar en que trabajaban mis padres, mientras el muñeco no sé alejaba de la puerta, y Maca trataba de contener lo más posible sus amenazantes lágrimas.
C-como... ¿Como que te encerramos?_ Dijo Maca, con su miedo al mil por ciento.
Tú entraste por tu propia voluntad, no nos culpes de que ahora no puedas salir_ De inmediato me arrepentí de lo que dije. Ya que no sabía qué daños nos podría hacer ese chuqui de pacotilla, y también el que no había escuchado la misteriosa voz.
Ahora me tendrás que llevar contigo, a donde vayas... Con este cuerpo no puedo seguirte ni ayudarte_ Dijo el muñeco aún enojado.
Me acordé de todas las veces que me hablaba, la verdad es que nunca me e sentido sola, ni cuando no había nadie, nunca sentí lo que era la soledad... De repente el muñeco empezó a caminar hacia nosotras. Haciendo que saliera de todos mis pensamientos, estábamos sentadas en el suelo, a nuestras espaldas estaba la pared, al lado de Maca estaba mí cama, a mí lado estaba mí ropero... Me pare y me acerque al muñeco con intención de patearlo pero algo me agarró y el muñeco paro su andar.
Mire a Maca, de sus ojos salían cristalinas lágrimas, no paraba de temblar. Retrocedí y lo que sea que me agarraba me soltó, me puse frente a Maca, quién trataba de pensar como salir de esa horrible situación.
VETE!!!, aléjate de nosotras_ Dije, esperando que me hiciera caso y nos dejara en paz.
Me parte el corazón tus palabras, yo las cuide a ambas de chiquitas_ Dijo el muñeco. Maca lo miro confundida, mientras yo trataba de acomodar todo en mí cabeza.
D-deja de burlarte de n-nosotras_ Dijo Maca, con aún más lágrimas en sus ojos.
No me estoy burlando de ustedes... Mejor les cuento una historia, y luego ustedes sacan sus propias teorías de lo que soy_ Dijo el muñeco.
Mire a Maca, ella asintió y entendí que ella quería escuchar la historia que ese chuqui de pacotilla, nos quería contar. Me senté junto a ella, y el muñeco se quedó inmobil en el piso, miramos a mí escritorio y vimos como mí cuaderno de notas se movía.
Empecemos_ Dijo el muñeco, mientras en el cuaderno un lápiz hacía unos dibujos (parecían los dibujos de una niña de 3 años, esos de personas palitos).