Fallar una promesa le quita el peso a tus palabras - Invierno
Ema se despertó de un sobresalto, miró hacia la ventana y aun la luz del sol no se filtraba a través de la cortina, se relajo, bostezo y antes de acomodarse para seguir durmiendo miro su celular, 4 alarmas perdidas, se levantó de un salto, se vistió con ropa que estaba tirada en el piso, la olio y se dijo para sí misma- Aun aguanta-, tomo su mochila, pateó la puerta de su compañero de piso Tomas al grito de - ¡Volveremos a llegar tarde! - su amigo se despertó asustado cayendo de su cama ya que tenía la manía de dormir cerca del borde, ambos se dirigieron corriendo hacia su facultad, vivían a dos cuadras y aun asi seguian llegando tarde. Al llegar el profesor los miro con una sonrisa pícara - llegan más temprano de lo habitual, sientense y hagan su parcial - ambos agarra una lapicera y arrojan su mochila debajo de las sillas individuales, el profesor hace la seña para que todos empiecen el examen, Tomás fue el primero en entregar y luego Ema, al salir ambos con miradas cómplices saludan al profesor.
Ema mira su celular - Aun es temprano tengo algo de tiempo pero tengo ir en tren me acompañas ? - mientras que hablaba Tomás se estaba atragantando con comida sin saber de donde lo había sacado, luego de engrupir y limpiarse la boca con su campera le dijo - Si claro, no volveré al chiquero, deberíamos ordenar de vez en cuando - Ema mirándolo con los ojos entrecerrados - Claro y deberíamos ir a dormir más temprano y no quedarnos hasta la madrugada jugando a todo tipo de juegos de rol, hablando de eso, hoy soñe con una gran ciudad llena de - pero de pronto un joven todo nervioso los interrumpe acompañado de señoras que estaban discutiendo acerca del parcial- Como hicieron el punto 5 ? que formula usaron ? - a lo que Tomas con un tono amigable le contesta - Disculpa pero tenemos la regla de no hablar de parcial, demasiado nivel de stress, lo siento, un consejo saber la verdad no cambiará el resultado -
Ema recibe una llamada a lo que comienza a caminar hasta la salida -Hola mama, si, ya estoy yendo para la clínica, ¿que paso? una recaída, pasame a Judith, Hola hermosa, todo estará bien, no te preocupes es la caída para el ascenso, si mi pequeña fenix, te prometo que me quedare contigo, ahí estoy yendo-
La estación no estaba muy lejos, Ema caminaba mucho más rápido que de costumbre, sus manos le temblaban, respiraba entrecortado, vieron que el tren aun estaba en la vías lo que corrieron para alcanzarlo.
Permanecieron sentados en el tren, Tomas hablaba sin parar de lo injusta que fue la partida de anoche - En serio, no fue mi noche de suerte- dijo algo frustrado.
Ema riendo - nunca es tu noche de suerte -,
Esperaban dentro de tren que anunciaba que estaba por salir, el teléfono de Tomas no dejaba de vibrar, tenía muchas notificaciones de juegos y algunas invitaciones a juegos de rol, Ema tenía la boca seca, la angustia trepaba por su cuerpo, mientras que el tren comenzaba a moverse ella trataba de relajarse, de fondo sonaba la voz de vendedores ambulantes y el murmullo de todos los pasajeros, revisó su mochila tenía comida para pasar algunos días en el hospital, aquel sueño se iba haciendo cada vez más presente, sacó su celular y empezó a ver las fotos de su hermana, una lágrima caía por su rostro, deseando poder llegar a tiempo, hasta que todo se oscureció siendo la única luz el brillo de los celulares, pasaban por debajo de un puente en medio de la montaña, el tren comenzó a moverse frenéticamente, ambos perdían el equilibrio sentados hasta que una fuerte luz los encegueció y todo se envuelve en oscuridad.
Ema es una joven de 19 años, de anatomia flaca pero con muy buena capacidad atlética, su pelo corto era del color del fuego, su piel pálida se mezclaba con las hojas donde escribía sin cesar historias de un mundo mucho más libre. Su padre siempre quiso tener un hijo pero el destino quiso jugar su contra, lo que se volvió un padre muy sobreprotector, lo que llevó a que Ema no pueda tener una vida social muy activa ya que todo estaba demasiado restringido, se dedicó a navegar por internet, los juegos en línea y las personas ahí eran lo más cercano a amigos que ha tenido en su adolescencia, pero un dia con tan solo 16 años conoció a un fanático de los juegos de rol, un chico llamado Tomas, tenía su misma edad, tenía el pelo corto y de un color rubio oro, siempre que hacían videollamadas era una persona muy sonriente, y pese a su vestimenta al buen estilo del rock metal pesado era muy simpático y lleno de alegría, era muy ocurrente que sacaba lo mejor de la personas que siempre hacía reír al resto, claro a su manera y no todos entienden su humor. Cuando Ema y Tomas terminaron el secundario decidieron ir a vivir juntos, Ema era muy buena enseñando a otros chicos y apoyando a los demas, habia hecho algunas capacitaciones que le abrieron las puertas a un trabajo fijo y Tomas a pesar de su gran pereza, tenía una gran habilidad dentro del mundo de la tecnología, aparte tuvo que asistir a una escuela técnica donde no solo se especializó en las computadoras sino que también debía aprender a defenderse por la fuerza.
Ambos despertaron en una extensa pradera, Ema tenía fuertes dolores de cabeza, sentía un cosquilleo en todo su cuerpo y termino vomitando lo ultimo que tenia en su estomago, se sentía aturdida, parecía una de las típicas resacas, en su primer intento buscar a Tomás que se encontraba ensangrentado, al verlo inconsciente se desespero y arrastrándose ya que no podía mantener el equilibrio se acercó, pudo verlo respirar, con sus últimas fuerzas se acerco lo mas que pudo hasta desfallecer cerca de su inmóvil cuerpo.
Al despertar seguía tendida en aquel frondoso pastizal, su visión era nublada, el dolor de cabeza no la dejaba pensar, sentía un fuerte hormigueo en todo el cuerpo lentamente comenzó a tener más control de su cuerpo, miró hacia tomas se aterro a no verlo, pronto tuvo control vagamente de su cuerpo, pudo ponerse de pie, miro hacia todos lados, no había señal de un tren, de un accidente, o de alguien mas, tomas aparece de unos pastizales altos ema respira profundamente, se libera de tanta presión y cuando lo tiene cerca le pega débiles golpes en el pecho - Eres un idiota pensé que estabas muerto -