La historia de Lena Méndez

capitulo 1- hay veces donde el dolor es tanto que hasta el orgullo cede

Una bofetada tras otra, eso es lo que Lena recibía desde hace una semana, su mejilla adormecida, no sabía en qué lugar estaba, pero sabía que no podía cerrar los ojos por que intentarían dañarla,.

-POR FAVOR DEJAME TRANQUILA- gritaba con desesperación a su agresor, no quería decirle que le dolía pues sabía que sería como darle un premio al orgullo de su agresor.

- a ver pequeña idiota, obedece si no quieres que te rompa la cara- dice su agresor él era llamado el inspector, él prendió un cigarro y con una tranquilidad que a Lena le daba gana de matarlo la razón por la que no quería hacerlo es porque estaba amarrada de pies a mano, y no lo digo metafóricamente, si no que en verdad estaba amarrada así, pues desde que despertó no paraba de golpear morder y patear a esos hombres

-como si pudieras romper algo imbécil- dice susurrando pero su agresor lo escucho perfectamente y la agarro de la quijada.

-repítelo ,muñeca –dice el inspector con molestia clavada en su voz, Lena en respuesta lo escupe como puede pero el inspector decide usar el muslo de Lena como cenicero y apaga en cigarro en su muslo provocando que Lena suelte un grito desgarrador y las lágrimas salgan de sus ojos sin ningún permiso pero salen tal cascada.

- IMBECIL, PURASE EN EL MALDTO INFIERNO- grita desgarradoramente, él inspector ríe como si de un chiste se tratara, eso provoca que Lena aguante las lágrimas pero no por mucho ya que el inspector vuelve a golpear puño tras puño contra la cara de Lena, Lena juraba que moriría en ese mismo día pero alguien arruinó ese pensamiento cuando otro hombre entro en la habitación.

- que hace señor, sabe que el jefe la necesita viva – dice un hombre al ver a Lena semiinconsciente, por parte de Lena solo dejo que por primera vez en días la oscuridad se apoderara de ella- señor mírela está casi muerta llamare al doctor,- dice y sale corriendo en busca de que ayuden a Lena, el inspector solo se queda mirando y ríe al ver a Lena inconsciente

- te lo mereces por respondona pequeña perrita- dice y la escupe –pero no morirás no ahora –dice saliendo fuera de la habitación.

Cuando el hombre llega con el doctor el cual puede ser parte de la mafia, pagado o amenazado, quien lo sabe, lo único que se sabía es que era uno de los mejores en esa pobre ciudad.

El doctor examinó a Lena y la llevaron, rápido al mini hospital el cual la administraba el jefe en secreto, en ese hospital vieron que Lena estaba grave, tenía un traumatismo severo y la quijada rota los dientes solo los conservaba de milagro según el médico, Lena estaría inconsciente por lo menos un día tendría que quedarse en el hospital y ellos tendría que callar a la gente y eso solo significaba una cosa.

El jefe estaría molesto, el inspector en problemas y Lena inconsciente y con heridas un buen tiempo y las heridas físicas se curarían en alrededor de una semana, pero si de algo estoy segura es que las heridas de Lena y hablo de las heridas las cuales están en sus almas no se curaría en años o por lo menos cicatrizarían en un buen tiempo

Y el medico pues el medico solo monitoreaba a Lena constantemente, el medico hacia todo para mantenerla con vida.

-maldición- dice al ver que el pulso de Lena se debilitaba, apretó el botón rojo y llamo alas enfermera pues Lena se quería ir de este mundo, y estaba logrando su deseo.




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