Yo no vivo, solo sobrevivo. Todos los días deseo que ese sea mi último suspiro pero no es así, llega un día más y sigo ahí con la penumbra en la que vivo. Mi madre esta harta de que siga en nuestro hogar sin aportar nada, siempre la escucho como habla tan mal de mi junto a mis hermanos. Sé que me odian en secreto pero no lo dicen para no ofenderme más de lo que lo hacen. Quiero poder ser una persona normal, tener la fuerza de levantarme y decir ¡Ya no más! Yo si soy capaz! Yo puedo! salir triunfante con mis cabellos pintados de todos los colores y mi sonrisa radiante.
Pero no. Pasan los días sin dar un solo pie fuera de la cama, escucho a mi madre golpear la puerta después de que mis hermanos se han marchado. No tengo más remedio abriendole, ella es la dueña de la casa y no obedecer a su llamado seria estar de patitas en la calle.
--¿Qué haremos contigo Susan?--me dice de brazos cruzados sin quitarme la vista de encima.
--¡No hagas nada, solo dejame en paz!--le grito con odio
Mi madre no es nada comprensiva así que decide tomar represalías. Levanta mis sabanas quitandomelas de encima para tirarla así al suelo. Me toma de un pie para intentar sacarme de la cama, yo pataleo como si fuera una niña chiquita.
--Ya basta Susan, ve a buscar trabajo de una vez por todas! --me grita con esa vocecita que solo ella puede hacer cuando esta enojada.
La miro con ternura asintiendo. Ella sabe que al decir que si es porque saldré de mi cama y eso para ella es demasiado.
--Así me gusta chiquilla, que seas obediente con tu mami.
--Ya no me hables de esa forma, no soy una niña.
--Pues dejame decirte que tienes todas las caracteristicas de una, asi que callate.
La veo cerrar la puerta de un solo jalon.Me asomo a la puerta escuchando como suspira con tristeza. Pongo mis manos sobre la puerta recostando mi cabeza sobre la misma.
--Lo siento, mamá.--Digo en voz baja mientras una lagrima brota de mi mejilla.
Ya no hay nada más que hacer, ni nada por decir. Hoy lo intentare.
Estoy tan decidida que nada me va a detener,me miro las manos titubeando por no saber ni por donde empezar. Tomo una ducha refrescandome un poco para poder pensar más claro. Me visto con una ropa elegante y decido buscar mi camino.Paso por las calles del centro viendo muchos lugares en los que podria emplearme pero ninguno me llena de confianza, peluquerias, droguerias, veterinarias, supermercados, restaurantes entre otros más. Pero en todos ellos tengo que tratar con personas que no me entenderian.
Sigo buscando más pisibilidades y a lo lejos veo un letrero que dice: SE NECESITA EMPLEADA, yo corró rapidamente porque esta vez no podré defraudar a mi madre así los demonios que hay en mi cabeza traten de impedirlo.