En clase de cálculo la maestra nos dio la hora para organizar el dichoso campamento que se organizaba con ambos grupos se había esperado todo el año para hacerlo, se acercaba rápidamente la graduación, estábamos a pocas semanas, habían transcurrido muy rápido estos meses. Todos hablaban a la vez, se escuchaba solo escándalo, todo se colocó en silencio cuando el otro grupo empezó a desfilar por esa puerta, se acomodaron era demasiada gente para un aula; entro David me dio un beso se sentó a mi lado, no le importaba que estuviera prohibido las muestras de cariño dentro de las aulas en hora de clase. Luisa nos clavó la mirada, podía sentir como esa venenosa y fría mirada nos chusaba la espalda, pero para esta altura del camino me había dejado de importar. Los dos representantes del grupo Alfonzo de nuestro grupo y Edwin del otro tomaron el control de la situación, para organizar todo pues el campamento era con el fin de unir a los dos grupos que por tanto tiempo tuvieron sus problemas y nos veíamos como rivales, pero igual para despedirnos como compañeros de estudio porque lo siguiente era la graduación, el baile y por último la excursión, pero eso sería ya como graduados.
Para el final de la hora ya estaba todo listo, hora, día, valor, lugar solo era esperar al fin de semana para irnos a campar a las montañas por cuatro días. El resto de la semana era el centro de las conversaciones con quien compartirían carpas, debíamos seleccionar grupos de cinco personas, por ser un grupo tan grande podría extraviarse alguien fácilmente sin darse cuenta el resto del grupo, así que las cinco personas se encargarían de cuidarse, era obvio que nuestro grupo ya estaba conformado por mis tres amigas y David.
Había llegado el día, Salí de casa con una gran maleta en mis hombros, a la salida del colegio habían cuatro buses, mientras que los grupos se enlistaban, para haber sido planeado por nosotros todo era muy organizado, cada grupo inicio a subir a los buses. Al paso de una hora al fin arrancamos, en el camino algunos de los grupos iban cantando, gritando de una ventanilla a otra, era una de las muchas cosas que extrañaba de esa etapa de locura y relajo compartir reírme con todos, sin importar nada más que estar felices y disfrutar cada instante.
Al fin llegamos había sido un trayecto bastante largo pero al fin habíamos llegado, aunque aún no terminaba, faltaba llegar caminando al sitio destinado para las carpas, así que todos iniciamos la caminata subiendo la montaña.
Al fin llegamos era un lugar amplio, soleado, despejado por los arboles era perfecto para montar el campamento, todos comenzaron a desempacar y armas las carpas, pudieron dejar un muy buen espacio entre carpa y carpa ya que el lugar se prestaba para ello.
Para las 12:00 del mediodía ya todo estaba listo, habían acomodado troncos para una fogata para la noche, todo el día no la pasamos organizando, recogiendo leña, decidiendo con quien compartiríamos las carpas, violeta, Laura, paloma no dudaron ni un segundo para decidir dormir juntas y estar en una misma carpa las tres, la otra seria para David y para mí.
El sol ya se ocultaba, encendieron la fogata, todos rodeando el fuego, hablando, cantando, contando chistes y todo lo que se les ocurría, por supuesto no faltaba esa historia de terror contada por alguno de los más charlatanes y comediantes de los grupos y tengo que incluir a David.
Todos esa noche no durmieron, hasta altas horas de la madrugada, muy a las cinco de la mañana ya hacían ruido y bulla para que se levantaran no era hora de estar perdiendo el tiempo durmiendo decían, unos los siguieron al rio, otros fueron a explorar el bosque, mientras que otros siguieron durmiendo, cuando abrió el sol muchos ya nos encontrábamos haciendo toda clase de cosas, momentos únicos que siempre se recordaran.
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Editado: 09.05.2019