La Historia Entre Los Dos

21 ⌘ Los Regionales

El estadio donde se llevarían a cabo los regionales estaba en el centro de la ciudad. Los mellizos decidieron que era mejor idea llevar un auto, así no tendrían que ir amontonados en autobús y tendrían la facilidad de desplazarse después de la competencia aun y cuando fuera tarde por la noche. 

Ambos iban en silencio en la parte trasera de la limusina, disfrutando la libertad que terminar con los exámenes podía proveerles. El día anterior había sido bastante tranquilo, a pesar de que Tai esperaba que la escuela siguiera hablando sobre las fotografías. 

Según lo que le había dicho Mia, al día siguiente habían hecho una asamblea en el gimnasio, hablando sobre el acoso sexual. Y aunque le aseguraron que su nombre no fue mencionado durante la asamblea, se confirmó que no había ninguna fotografía por el momento circulando de ninguna índole.

Al llegar al estadio, Tai pudo notar el ambiente de la competencia. Recordaba que Alek había comentado que tenían mucha presión por ser los campeones defensores, así que los ruidos de las porras eran ensordecedores cuando algunos chicos con playeras coloridas, banderas y con los rostros pintados con los colores de sus respectivas escuelas caminaban por el lugar.

Algo que Tai no previó fue la gran cantidad de personas semidesnudas que terminaría viendo. 

Una vez que tomaron sus lugares, esperaron pacientes a que comenzaran a anunciar los equipos y las pruebas que realizarían. Tai se divirtió bastante con los chicos sentados detrás de ellos, que comenzaron a gritar al momento en que los equipos entraron a la zona de la alberca, asustando a Kai cuando sonaron una vuvuzela en su oído.

Tai intentó encontrar a Alek, pero con las gorras y los goggles puestos era difícil de distinguir. Así que dependía de los anuncios en la pantalla en lo alto de la alberca para percatarse cuando era su turno de participar en una prueba.

Ver los cuerpos tonificados de un centenar de hombres y mujeres la hizo sentir concienzuda del poco músculo que tenía en el cuerpo, pero después de verlos en acción en el agua no pudo más que admirarlos más. Aplaudía cuando el equipo de la escuela lograba pasar a la siguiente ronda, bastante impresionada con los resultados. 

James competía por un puesto en la prueba de mariposa. Lo vio ponerse los goggles en los ojos, colocándose en posición para arrancar, remarcando todos los músculos de su espalda.

El sonido de la alarma dio por iniciada la prueba, haciendo que los competidores entraran a la alberca. Kai miró divertido como Tai casi se sentaba al borde de su asiento, pendiente de la posición de James. Solo fue un minuto en lo que duró la tensión cuando Tai dio un brinco en el aire, festejando cuando James llegó en primer lugar.

—¿Viste eso? —Tai le preguntó a Kai, sentándose con una sonrisa en los labios—. No sabía que fuera tan rápido.

—Lo has visto entrenar antes, ¿no?

—Sí, pero nunca les pongo atención —le dijo Tai con la nariz arrugada—, ¿sabes lo horrible que es que te vean admirando a los chicos semidesnudos en la alberca?

—Lo estás haciendo ahora.

—Pero al menos ahora hay cientos de personas haciendo lo mismo.

Después fue el turno del equipo de las chicas hacer su prueba. Isabella ganó el segundo lugar en la prueba de nado libre, mientras que Kim logró el tercer puesto en la prueba de dorso. 

El equipo de la escuela era bueno, tanto el de hombres como mujeres. Ahora entendía porque Alek ponía tanta presión y esfuerzo a los entrenamientos.

Kai regresó después de una pausa con un refresco en cada mano, justo a tiempo para la prueba de dorso para los chicos. 

Casi se atraganta con la soda cuando vio el nombre de Alek en la pantalla, y a lo lejos pudieron escuchar el grito de la porra de la escuela, mucho más eufórico gracias a que Luka había tomado un megáfono para animar a su amigo.

Después de notar el carril que ocuparía Alek, Tai intentó admirarlo sin culpas. No pasó mucho tiempo antes de que Alek entrara a la alberca, ya que la prueba no ameritaba un clavado de inicio. Tai hizo una pequeña mueca arrugando la nariz, ganándose otro bufido burlón de Kai, y éste recibió otro ligero golpe de Tai en el brazo.

El nombre de la prueba venía acompañado del número ciento cincuenta. Por lo que había visto, cada cincuenta representaba la longitud de la alberca, así que lo vería tocar la pared tres veces. 

El silencio se hizo en el estadio, Tai dejó de respirar hasta que el sonido de la alarma indicó el inicio de la prueba.

Todos iniciaron a la misma velocidad, pero fue en la segunda vuelta que Alek y otro participante a dos carriles de distancia se despegaron del resto de los competidores. Ambos iban brazo a brazo, realmente no se podía distinguir quién de los dos llevaba la ventaja. En la última vuelta el nombre del otro participante quedó por encima de Alek, pero estaba claro que cualquiera de los dos podría quedar en primer lugar, sacando al menos un cuerpo de distancia de los demás. 

Tai tomó del brazo a Kai, tratando de no gritar el nombre de Alek. Kai solo se quejó una vez antes de centrar toda su atención en la alberca, aguantando la respiración cuando ambos tocaron la pared al mismo tiempo, pero fue el nombre de Alek el que apareció en el primer puesto, logrando que todo el estadio irrumpiera en un sonoro grito de júbilo por el resultado.



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En el texto hay: romance, chick lit, odio-amor

Editado: 27.04.2024

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