He llevado un traje de gala,
un ramo de rosas blancas,
los pasajeros tan solo usan esa vista fugaz,
se deleitan con lo romántico que me veo para esta época,
al otro lado del tren me espera un chico muy especial.
Amo el sonido de mis zapatillas
cada que vez que camino por la acera,
los automóviles avanzan rápidamente,
esto es algo nuevo para mi:
vestir elegantemente,
pero, se siente tan bien.
Su madre y su padre me han saludado,
busco entre la multitud al niño
por quién tanto esta noche he esperado.
Su traje de gala combina con el mio:
una camisa azul marino,
un traje negro.
La cena ha empezado;
la música es suave
como si un coro de ángeles estuviese descansando,
empezamos a charlar todos en la mesa,
me encanta verle sonreír,
me encanta que él me haya traído aquí.
Quiero estar con él toda la noche,
su aroma me hace enloquecer,
la actitud tímida
me hace querer besarle,
y es esa mirada,
ese negro detonante
de todas mis fantasías.
Debajo de candelabros,
sobre una pista de baile,
le sujeto lentamentd de su cintura,
su mano derecha se entrelaza con la mia,
empezamos a bailar de izquierda a derecha,
en diagonal,
es así como se baila el vals.
Su cabeza se gravita en mi pecho,
con el ritmo de esa melodía,
mi voz es un simple eco,
pero, él escucha tan atento,
y son sus labios que han buscado un beso.
La música es lenta,
él es el rey de esta pieza,
una media vuelta,
luego un giro completo,
mi mano izquierda lo suelta,
mi mano derecha lo sujeta,
una media vuelta,
y vuelve a mis brazos.
Cada segundo que pasa
lo siento tan eterno,
y es mi deseo de que esto sea immarcesible.
La vista afuera es maravillosa,
un cielo estrellado,
se posa sobre su crisma la aurora.
Él es mi chico,
sobre todas las siete maravillas de este mundo
es la única que deseaba conocer...
Poema XIII: "El baile de graduación I"
12 jul 2018. 23:03hrs