CAPITULO 5 - Sospechas

CAPITULO 5 _ Sospechas 

ELENA 

Pude sentir un miedo abrumador, uno que no te deja ni respirar tranquila, sientes cada uno de tus músculos tensarse y te das cuenta lo débil que eres, y cuan fácil es morir. Entrecerré mis ojos al ver como el lobo se abalanzaba contra esa criatura, los sonidos de ambos cuerpos chocando cobre las hojas secas del otoño me hacían dar cuenta de sus movimientos. 

Así que estas eran las criaturas del bosque, él porque era un área protegida y que nadie podía acercarse.

Vi mucha sangre en el suelo cuando el enfrentamiento del lobo y la bestia acabó. El cuerpo del guardia también se encontraba a mis pies y seguía encogida. 

Pronto sentí más pasos y al abrir los ojos note que vestían igual que Kael, eran guardias. 

Trate de hablar pero mi garganta se había cerrado. ¿Y el lobo? Al parecer había desaparecido. 

Al ingresar a la mansión las imágenes no se eliminaron al igual que la tensión. 

Una mujer mayor ingreso a la habitación para ayudarme a bañarme y vestir. Al terminar de cambiarme, fui hasta el comedor para cenar. 

Cuando vi a James no pude evitar sentirme triste, porque por mi culpa uno de sus guardias había muerto. La mesa era muy larga sin embargo solo tenía dos asientos vacíos, uno al lado de James y uno al frente. Sus ojos se movilizaron hacia donde me dirigía y terminaron posicionándose de frente. 

—¿A dónde fuiste ?— Preguntó sin ningún gesto 

—Al bosque— Respondí suavemente

—Eso me dijeron — Dijo mirando a los guardias que estaban pegados a las paredes del comedor — También supe que estuviste en peligro — Añadió. 

—Fue mi culpa, solo era para ir hasta el jardín pero me aleje mucho — Comente mientras trataba de coger la cuchara del plato de sopa. — Quiero ir a casa — Mencione agachando la cabeza ya que algunas lagrimas traicioneras escaparon. 

La verdad es que me encontraba muy asustada, a pesar de ser enferme y mirar como la vida de un paciente se te va de las manos, jamás te imaginas una situación en la que no puedes hacer absolutamente nada para salvarlo. 

— Te asignaré a alguien mejor, así que estarás bien hasta que encuentre la manera de que puedas regresar —

James se levantó de mesa sin haber probado nada y lo vi retirándose. También pude observar su pierna derecha algo herida por la forma que caminaba. 

Me acompañaron hasta mi habitación y luego llego el guardia del que había hablado James

—¿Entonces Kael está muerto? 

Comentó ni bien ingresó aquel joven. 

—Lo siento— Dije en voz baja

—Bueno...—El chico de cabello marrón oscuro rodo los ojos— Ahora seré quien cuide de ti — Lo señalo como si estuviera atado a eso.— Humana...

—Terry —Dijo James haciéndose eco con la insinuación de un gruñido— Compórtate 

 Terry se puso rígido por un momento y luego aflojo sus puños

—Mil disculpas — Ironizó con el gesto en su rostro— Soy Terry, estaré acompañándole hasta que sea el fin de su estancia— Gesticuló hacia mi su mano sin embargo no respondí

—Su nombre es Elena —Nos presentó James 

Un par de conversaciones y ambos salieron para poder descansar.

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En la noche me desperté por un ruido en el pasillo. Me levante de la cama y fui directo haber que sucedía. Al observar por el pasillo me di cuenta de una figura humana recostada en una de las paredes. Al acercarme aun más pude notar que se trataba de James. 

Estaba herido. 

Tenía una cortadura por el hombro la cual seguía derramando sangre, y pequeñas rasgaduras en los brazos. En este lugar no tenía nada de materiales para curar o desinfectar. Así que corrí por el pasillo, según lo que me habían dicho la habitación de Terry estaba a tres continuas a la mía. 

En tres estocadas Terry abrió la puerta. 

—¿Qué necesitas? — Siseó 

—J-james está desangrándose — Informe indicando el pasillo. 

Terry rápidamente me empujó y fue a la dirección. Después de que vinieron otros hombres, me obligaron a meterme a mi habitación sin embargo no pude dormir. 

  Tan pronto como sentí que era de mañana me alisté yo misma para ir a preguntar sobre su situación, sin embargo a quien me encontré solo fue a Terry . 

Trate de cambiar de dirección y volver por donde había venido pero sus ojos ya habían captado mi presencia. 

Terry era del mismo tamaño de James, sin embargo tenia una cicatriz en el cuello y era de piel aun mas morena de los que había visto. Su cabello era un marrón bastante oscuro con unos ojos oscuros. 

—¿Se encuentra bien, James?—Pregunte 

— Si, ya esta mejor — Respondió mientras me acerque. 

De cerca pude notar las ojeras que tenía, eran igual de grandes que las mías

—¿A dónde fue anoche?— Pregunte por curiosidad

—A casar a esos defectuosos... —Cerro los ojos cuando terminó de pronunciar indicando que era algo que no debía mencionar. 

—¿Defectuosos?— Esa conversación ya la había escuchado. Era del tipo de bestia que nos persiguió a mi y a James — ¿Él puede matarlos?

—Esta es la última que respondo tus preguntas — Bufó — Él es de los pocos que puede matar a esas cosas. 

¿Quién era James?

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