CAPITULO 22 - Las pastillas

CAPITULO 22 - Las pastillas

ELENA: 
James me pidió para conversar, sabía que tenía algo que decir.
—Lamento lo de hace unos momentos, creo que solo se sorprendió de verme al lado de alguien —Dijo él —Pasate un mal rato...
—De todos modos suponía que era popular, así que creí que no era de extrañar que una ex se acercará — Comente y James solo se rio.
—No nunca he estado con alguien, no hay compromisos secretos — Dijo algo nervioso a la vez —¿Y tú?
—Y-yo creo que tampoco he tenido a alguien oficial — Dije recordando mis malas experiencias.
—Elena si te dijera que tendrías que comenzar de cero, una nueva vida ¿Aceptaría?—
—¿A qué te refieres?—Pregunté enseguida 
—Es solo una suposición— Comentó 
Luego de desayunar, la chica Rita se sumó. Al parecer se había cambiado su vestido, llevaba una túnica blanca dividida en el pecho y con blondas. La cinta que traía en la cintura era de perlas celestes. 
—Le pedía Rita encargarse de nuestra ceremonia de compromiso — Me susurro James —¿Si estas de acuerdo?
No sentí la confianza verdadera en ella, no quería dejarlo pasar por alto, pero tampoco tenía a alguien para proponer. En las pequeñas conversaciones de ayer, había accedido hacer nuestro compromiso público, porque James dijo que se encargaría de todo. 
*
*
*
Llevaba una semana sobreviviendo- Comente en mi mente antes de ir corriendo al baño para vomitar. 
Había estado alrededor de quince minutos sujetando la taza, hasta que as arcadas disminuyeran. El dolor era perceptible en mi esófago y el frío de mis pies descalzos. 
James tocó la puerta como de costumbre desde hace tres días. 
"—¿Te encuentras bien?— "Era lo que preguntaba, pero hoy fue diferente. 
Sentí el sonido de la puerta golpear el suelo, y sus manos sujetarme para que volteara, apenas pude percibirlo por la luz de la luna, se encontraba realmente furioso. 
—¿Qué has estado haciendo? — Inquirió, sin dejar que inhalara.
Me concentré en mi respiración, inhalar y exhalar. Mientras James me cargaba hasta la cama. 
—Nada — Apenas respondí 
James no se quedó tranquilo, encendió las luces y empezó a investigar por toda mi habitación. 
—¿Qué es esto?—Preguntó al ver la cápsula de pastillas 
—Son vitaminas, me las dieron las empleadas— 
James no dudo y se tragó un puñado de esas y enseguida fue corriendo al baño 
¿Acaso eran esas las que provocaban esto? 
—¿Quiénes eran?—Preguntó muy alterado volviendo del baño
—No lo recuerdo — Mentí, seguramente con ese estado de ánimo, las despediría.
—Elena, nadie en esta mansión se atreve a realizar una cosa así, a menos que haya sido por rebelión —Indicó James y paso un tiempo hasta que volvió a calmarse y lo mande a descansar. 
No pude dormir más había pasado lo mismo, y traía las ojeras más hinchadas.
Pero por la mañana vi la varías personas amontonadas fuera de la oficina de James. 
Rita llegó en el momento que llegue y abrió la puerta de golpe. 
—No puedes hacerle eso a las empleadas, han trabajado contigo por años. ¿Quién asegura que no es una escusa para despedirlas? —
—¿Qué?— Dije en voz baja mientras ella me indicaba 
—¿Cómo es posible que no confíes en ellas y sí en una forastera?
—Ten cuidado con tu boca, o me encargaré de que no hables — Dijo Terry sacando una navaja. —Creí haberte advertido, más te vale no estar involucrada 
Todos los presentes nos quedamos pálidos y tragué grueso. La cara de Terry lucia amenazadora, ahora sabía por qué era su mano derecha, no había visto ni cuando se había aproximado tanto a Rita que estaba a centímetros de su garganta.
—Era una opinión, no tienes que tomarlo tan apecho Terry —
—Si, pero yo si hablo en serio; espero que lo consideres como una amenaza —

TERRY: 

Nacida como hija única siempre había querido sobresalir por encima de todos, esa era la prima que yo conocía, obviamente nadie más creería en mis palabras pues siempre se mantenía a distancia, con sus elaborados planes. 
Uno de ellos fue hacerse amiga de Cyntia. 
Ella hacía todo lo posible para competir contra su "amiga", pero cuando se dio cuenta de que no podía superarla porque ella llevaba sangre Alpha, decidió meterse al ejército, rápidamente adquirió el título de comandante, pero su meta luego se fijó en James. 
Entonces me reuní con ella. 
—No te enfoques en ser parte de la vida de Jame porque lo lamentarás — Le advertí, pero no me hizo caso
Se convirtió pronto en su guardia personal, sin embargo como guardia personal paraba escondida y prevenid apara cualquier ataque y no le permita hablar con James. 
Paso estos años yendo a las escuelas prestigiosas para volver como consejera o cargo de sacerdotisa. 
Pero ahora era diferente James había encontrado a su mate y no permitía que se le acercara. 
El día en las escaleras me la llevé para conversar, después de la escena que había protagonizado. 
—Esta es mi segunda advertencia, más te vale mantener tus manos fuera de esto; porque en la tercera mi cuchillo estará rozando tu cuello —
—¿No deberías estar a mi favor? Somos familia, tengo buenos genes, una humana no aportaría nada —
—Ni siquiera menciones eso, no pudo creer tus opiniones tan baratas que tienes. Si de algo te consuela, yo rompí lazos familiares el día que decidí seguirlo. — Comente y me retiré 
El día que me entere de que Elena era parte de la vida de James, significaba que si él volvía a perder a alguien seguramente no lo soportaría; así que también prometí no poner en peligro a ambos. 
Estuve vigilando los movimientos de Rita durante los siguientes días, pero no note nada inusual hasta se llevaba muy bien con las empleadas, no creí que ese era un factor.