La Joya

5 - Alara y Shin – 3

Alara estaba preocupada por Shin y no sabía cómo ayudarlo, por lo pronto iba a estar a su lado todo el tiempo posible. La cabina del yate estaba poblada, pero ella siempre estaba a su lado. Hussan y el profesor querían ver la estación en todo su esplendor cuando salieran de la hiperlane. Se estiró para tomar su mano y recibir una sonrisa.
“Estoy bien, preciosa. Esperemos que el… eco no vuelva a abrirme a la Fuerza.” Dijo sonriente Shin. “Hussan es nuestro médico y está preparado.”
“Necesitamos otro sanador, Shin.” Dijo pensante Hussan. “No hay muchos de esos en la Orden...”
“Creo que más de uno debe saber sanar, pero es un signo de debilidad entre los siths.” Dijo sonriente Shin.
“¿Eres sanador?” Preguntó sorprendida Alara. “No me lo dijiste.”
“Estaba buscando la oportunidad de mostrar mis habilidades, preciosa. Mis alumnos son todos aplicados y cuidadosos, así que no he encontrado el momento.” Respondió divertido Shin. “He estado entrenando.”
“Ahora entiendo porque sabías tanto… Las chicas ya tienen todo listo. Vitti me dijo que lo primero era estudiar el ambiente y cerciorarnos de que esté protegido.” Dijo al aire Alara. “Me parece lo correcto.”
“La radiación cósmica no es un juego.” Opinó el profesor. “Es el primer paso de toda exploración en espacio abierto.”
“¿Tiene todo listo, profesor?” Preguntó divertido Shin.
“Todo listo para la acción, Shin. Tengo mis sensores y Vitti me preparó un pequeño droide para mapear el lugar. Es toda una ingeniera.” Dijo contento el hombre.
“Y todavía no la has visto en su hábitat natural…” Dijo divertido Hussan.
Alara y Shin pensaron que era la primera vez que decía algo como eso desde que lo conocían.
“Vitti es experta en explosivos, pero la verdad es que se adapta muy bien a cualquier situación.” Dijo sonriente Shin mientras acariciaba la mano de Alara. “Aquí estamos…”
El silencio se apoderó de la cabina y el profesor casi se tira sobre los controles para ver más de cerca a la Joya. Sus pintorescos binoculares fueron lo primero que sacó de su morral.
“Esto es magnífico…” Dijo entusiasmado. “¿Estamos en un pozo gravitacional?”
“Sí, este sistema tiene varias estrellas, incluyendo un sistema binario.” Dijo sonriente Shin. “¿Qué te parece, Hussan?”
“No lo puedo creer, no parece ser una construcción moderna.” Dijo sorprendido Hussan.
“¿Podemos descender?” Dijo apurado Uzuri.
“Anunciando el arribo a la Joya.” Dijo sonriente Shin mientras apretaba un botón en su tablero. “Prepárense para el descenso.”
“Sí, capitán.” Gritó desde el comunicador Vitti.
Alara sonrió divertida.
“Es fácil de seguir nuestro capitán.” Dijo con malicia Shia.
“Cierra la boca.” Agregó Mirana. “Estamos listos.”
Shin aterrizó en el mismo lugar que antes. Su yate era un poco más grande, pero había lugar para un par de naves más. El profesor básicamente corrió hacia el hangar para unirse al resto del equipo. El lugar estaba igual que como lo habían dejado, o por lo menos eso asumió, ya que se había marchado inconsciente en su última visita. Shin tomó la mano de Alara para dejar que el resto se ponga a trabajar. Keyfour era el centro de la atención, ya que iba a poder acceder la información del lugar.
“¿No hicieron nada cuando… me desmayé?” Preguntó con curiosidad.
“Corrí a meterte en la cama…” Dijo apenada Alara. “No sabía que hacer, así nos pusimos camino a Coruscant.”
“Gracias por cuidarme, preciosa.” Dijo sonriente Shin mientras la traía hacia a él para atraparla en sus brazos. “Este lugar es fantástico, la gravedad es liviana y siento que trajeron la estación desde el otro lado de la galaxia.”
“Shin…” Dijo apenada Alara. “Siempre voy a cuidarte… No me manosees.”
“No sé si puedo controlarme…” Dijo sonriente Shin para besar a su novia.
“Estúpido…” Dijo divertida Alara.
Shin pudo ver los gestos de Uzuri cada vez que veía algo interesante mientras Vitti ponía una estación de monitoreo en el medio del lugar. El resto estaba armando la tienda de campaña. Entre sus piernas pasó un pequeño droide de mantenimiento. Tenía un sensor montado sobre él y empezó a brillar para mapear el lugar. Caminaron un poco para mirar la torre donde la nave de Revan estaba alojada.
“Shin… necesitamos un crucero.” Dijo al aire Hussan.
“Excelente idea.” Dijo pensante Shin. “En mis visiones noté que hay lugar para el Imperio y la República, nosotros podríamos usar un crucero para estar cerca y espiarlos desde las sombras.”
“¿Tienes uno?” Preguntó con curiosidad Alara.
Su novio y Hussan intercambiaron una mirada.
“Sí.” Respondieron al unísono.
“Eh, son misteriosos…” Dijo divertida Alara.
“Tal vez tengamos trabajo para tus amigos, si es que se atreven a ir al Imperio.” Dijo al aire Shin. “Si no, estoy seguro de que Shia y Mirana pueden ayudarnos a recuperarla.”
“Está en la base de Maleris.” Dijo al aire Hussan.
“¿De dónde sacaste un crucero?” Preguntó sorprendida Alara.
“Xania quería que fuera un Almirante de la flota, más que nada para usar a la República para matarme. En cambio, puse la flota que me dio a trabajar para el Ministerio de Logística.”
“Gran movimiento de nuestro mae… jefe.” Dijo pensante Hussan. “Empezamos a proteger algunas rutas peligrosas y terminamos haciendo créditos mientras adheríamos planetas.”
“La Emperatriz estaba furiosa y desmanteló la flota cuando terminé con mi propia división.” Dijo sonriente Shin. “El crucero… ¿Karpo?”
“Twinshadow.” Aclaró Hussan.
“Ah, perfecto, no es una nave capital, perfecta para nuestros números.” Dijo sonriente Shin. “Haremos una votación para nombrarla, problema para otro día…”
Vitti se metió entre ellos para mirar la nave.
“Estamos protegidos de todo, no sé cómo, pero Keyfour dice que hay varias marcas de energía en el lugar.” Dijo sonriente Vitti. “Uzuri ya está listo.”
“Está lleno de energía para su edad.” Dijo divertida Shia. “Esperemos que no haya sorpresas ocultas en las paredes.”
“Tenemos que explorar con cuidado. El templo que encontré en Tatooine tenía droides de batalla.” Dijo pensante Shin.
“¿Y se movían?” Preguntó al aire Uzuri.
“Intentaron matarme.” Dijo divertido Shin. “Las torretas también…”
“¿Cómo sientes este lugar?” Preguntó de la nada Vatse.
“Frío, estéril, como… una cicatriz en mi piel.” Dijo sin cuidado Shin.
“La próxima vez traemos a Tori.” Dijo contenta Alara. “Aunque eso sonó a algo que ella diría.”
Shin ya quería explorar el lugar.



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Editado: 11.08.2023

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