El Secuestro
Karda
P
udieron ver las espantosas imágenes grabadas por las cámaras de vigilancia de la mansión rosa, la casa de la Karda, que había pasado, Carmelita había llamado las puso al tanto, la Karda entro en pánico y gritaba que mataría a Lucy si su hermana moría, se encerró en una habitación para que nadie la molestara, ya que no la dejaron salir estaban muy nerviosas las demás afueras por lo que ocurriría con su hermana pero ella estaba muerta del miedo y sin poder estar cerca de su familia o la que algún día pudo llamar familia, el solo hecho de pensar que la habían traicionado le dejaba unas cuantas lagrimas en los ojos, pero sabía que su hermana no podía morir. Carmelita había dicho que su madre había demostrado estar arrepentida pero no tenía idea de que tan cierto era eso, la posibilidad la alegraba pero era una hipocresía no sentir satisfacción al ver que se están desmoronando las mentiras y las trampas de Lucy y todas, aclaro sus ideas tenía que ver cuál sería el próximo ataque publico con Lucy, pero antes que eso tenía que llamar a Cameron para que le dijera cual era el estado de Camilk, no podía evitar sentir ansias de saber que sucedió con su hermana menor aunque deberían las demás tomar eso como tocar fondo, y si existía algún arrepentimiento utilizaría eso en contra de Lucy. Llamo a Cameron para ver que estaba sucediendo.
- ¡Alo! ¿Qué dicen de Camilk los médicos? — Pregunto La Karda algo asustada.
- No es nada alentadora, déjame alejarme de mi madre y Skay — Empezó a llorar Cameron, la Karda pensó lo peor— Camilk esta conectada a tubos y aparatos que la mantienen estable pero ahora todo depende de que si reacciona, está en estado vegetal. — Sigue Cameron pasándose las manos por la frente.
- ¿Cuánto dura eso? — Le pregunto la Karda ignorando la gravedad de las cosas.
- Karda, Camilk esta debatiéndose entre la vida y la muerte— La Karda empezó a llorar.
- Fue esa maldita cucaracha— Dice con resentimiento Cameron.
- Lo sé— Dice del mismo tono la Karda— Pero ya tengo en mente como desenmascararla.
- ¿De qué hablas? — Le pregunto.
- Cuando estés aquí hablaremos sobre ello— Corta la Karda llorando.
Lucy
-S
eñora vamos de inmediato a la mansión rosa hacer todas las pruebas para esta noche— Dice Mirsty de la agencia de etilismo de la Karda que la Lucy le sacaba bastante ventaja. Lucy recién levantada miro la hora en el teléfono y eran las 08:00 a.m de la mañana, después de aquella espantosa noche quizás no tenía que asistir a la met gala después de todo un velorio se acerca dentro de poco después de haber matado a la perra de Camilk, eso pensó.
- Está bien los espero, espero no encontrarme con los tres vestidos escoge uno Mirsty — Dice fastidiada Lucy odiaba escoger la ropa y los atuendos y la parte de escoger su atuendo no era lo suyo, prefería encargarse del dinero y los show que durante todo el tiempo que trabajo con la Karda aprendió con mucho cuidado que era lo que se tenía que hacer.
- Si señora el Gucci es el indicado para esta noche— Dice Mirsty y Lucy sonríe y corta la llamada sabía que todo había sido un éxito ahora, era planear los otrooooo. E hizo otra llamada.
- Si, señora todo listo para esta noche — Dice el tipo armando desde las afueras de la mansión de el niño, mirando con monoculares adentro de la casa y sus alrededores.
- Espero que no me fallen, odio tener que encargarme de todo yo— Decía molesta pero casi excitada de lo que estaba planeando Lucy.
- No lo haremos señora, no se preocupe— Dice el tipo mirando al otro hombre en el vehículo todo terreno— La llamare cuando la operación este completada.
- La esperare con ansias — Corta Lucy y empieza a reír para sí misma en el baño— Dos pajados muertos en un mismo tiro, este será el mejor día de mi vida. Salió de la ducha y tuvo una grandiosa idea quizás la mejor de todo el día y llamo a su adorado amigo íntimo.
- ¡Alo cariño!, ¿como estas?— Lo saluda algo con sarcasmo.
- Pensé que no me volverías a contactar— Dice Jaime extrañado.
- Pues piensas mal y menos en estos momentos tan críticos, jamás te dejaría solo Jaime— Dice Lucy con su voz de preocupada pero Jaime arruga la cara como diciendo que rayos está pasando.
- ¿De qué hablas Lucy? — Dice el secamente.
- Hablo de Camilk o ¿No sabes Jaime? — Dice dramáticamente Lucy.
- ¿Qué le paso?— El corazón de Jaime se arruga como si fuese un ardor que no puede explicar, Lucy le explica lo que ella le hizo a Camilk y porque lo hizo.
- Eres una maldita mierda— Llora por teléfono Jaime — Esto no se va a quedar así. — Ruge de impotencia Jaime.
- ¿Y qué harás Jaime, denunciarme? — Se ríe Lucy— Pues hazlo, pero recuerda que te pudrirás conmigo en la cárcel y quizás te den más años que a mí por meter a el poder de un ente público en esto, lo siento cariño, venganza es venganza…— Ríe Lucy. Y Jaime corta llamada y empieza a llamar a las clínicas para preguntar si es cierto. Lucy en cambio se tira feliz en la cama riendo de su hermoso desastre soñado.