En la sala de estar, aparece un mojado Derek, tapando su desnudez un bata de baño.
—Ve a vestirte. No te quiero ver disfrazado de Adán, todavía no Halloween—dice Charlie quien está, sentado en el sillón buscado uno de los episodios de juegos del trono. No encuentra ninguno. Que más le queda. Ver pretty wowan.
—Está también es mi casa—le responde el castaño
—Cuando te combinen.
Derek, no le sigue la corriente, en algún momento. Charlie siempre va a buscar la manera de ganar él.
—Que ves.
—Algo raro, que tu novia deja grabado aquí.
—Ve otra. Cosa.
—Cres que no pensé—replica Charlie—. No puedo, porque a "alguien" no pago el cable. Además, los episodios de juegos de tronos, los eliminó "tu novia"
—Es tu hemana
—Lo sé, eso no significa que tenga el derecho de hacer lo que se le antoje la gana con mis cosas. Te juro que cuando venga la voy a desarmar la televisión y la voy a llevar a mi cuarto—recuerda a su hermana—¿se fue?
—Sí, hace con...
—No me interesa saber hace cuanto se fue.
En lugar de sacar la bandera blanca, Derek alza las manos.
...
Es miércoles. Charlie, espera con ansias que su mejor amigo le cuente. "Su secreto"
—Mi cariño, una ensalada—le dice Paul a Joan la mesera, sin falta un guiño. Joan es un señora, con tres hijos y su vecina. Como casi siempre, le devuelve el gesto.
—Espagueti a la boloñesa—añade Walter
—Pollo picante—continua Derek
—Jugo de naranja y un sandwich de queso—Termina Charlie. Para ver a Derek fijamente, causando nervios en él. Tal vez, no está seguro, pero algo dentro de sus ojos chocolate le dice que Charlie sabe. Y eso no se equivoca.
—Ok—Joan, la mesera.
Todo se queda en silencio, a excepción de la personas a hablar, comen, y el ruido de los cubiertos chocar con los platos. Y la copas tronas, en la sección de bar.
—Entonces, ¿Qué hay de nuevo viejos?—comenta Charlie, poniendo a Derek, mas nervioso.
—¿Hoy? Nada —contesta Paul.
—Me gusta este restaurante—comenta Derek.
—lo sé, a todos nos gusta por eso venimos aquí—recuerda charlie,
—Si—concuerda Paul, subiendo la cabeza, rogandole a dios.Llevame contigo, aunque pensadolo mejor, no. No voy a poder seguir pecando. No le digas a mamå que hable contigo.
—Umm—Walter, comen de unos bocados una nuces, que carga en su bolsillo.
—Nada enserio
—Nada
Son, unos cobardes
Charlie está decepcionado, eso no cambia su manera de pensar, va a impedir la boda.
...
En el trascurso de la tarde, estando en casa, Derek salio. Como no tenia nada más que hacer, fue de visita en donde su nueva amiga. Le explico todo lo de Derek y su hermana, la extraña relación. Porque y Desde cuando los quiere separar.
—Deja ver si entendí, tienes un mejor amigo desde la infancia, tu hermana está o por lo menos ella cree que está enamorada de él. Eso sucedió hace siete años. Descubriste que le propuso...
—Le va a proponer matrimonio —interrumpe.
—sí, sí, sí eso. Te molesta porque el no la merece...
—Ella no lo merece
—¿Me vas a dejar continuar?—pregunta—. Si quieres me corriges al final—le espeta. Este se Calla y deja las interrupciones. Eva prosigue.
—Y tú quieres una buena mujer para tu amigo. Pensabas ceder, hasta que descubriste que se van... —se detiene—Me corrijo, le va a pedir matrimonio y lo vas a impedir. Sin saber como, cuando y donde. Lo cuales extraño de ti ya que siempre tienes un plan—Toma un profundo respiro—. En fin ¿Qué piensa hacer?
—Sabes tanto de mí.
—Me contaste toda tu vida y pensamiento en cinco horas. Creo te conozco bien.—sirve un poco más de vino en su copa—y por que no lo intentas otra vez, no tienes nada que perder—toma otro sorbo.
—Sí, tieneS razón—concuerda. Solamente, no se me ocurre nada. Charlie, ve a Eva. Concentrada en su copa de vino. Perdió la cuenta cual es el numero de esta.
—Ves—dice Ava.
—Aunque si tengo mucho que perder. Mi familia, mi amigo, una casa, mi hermana, aunque esta ultima no me importa. El tío adam y su nueva mujer...—Lo tengo. Ya sé lo que voy a hacer. Pero necesito ayuda.
...
Walter y Paul, fueron a la casa de sus amigos a decir la verdad a Charlie. Carlota, es poca cosa para Derek. Todos lo saben, y no hacen nada. Y él es el único que hace algo con sus extraños disparates.
Como tienen llave abren la puerta, y no está Charlie, sino Derek. Un preocupado dehecho.
—Salí hace cinco horas, lo deje aquí ahora no está.
—Le preguntarse a los vecinos —sugiere Walter
—Charlie, no habla con nadie—responde Derek
—¿Y la ancianita de planta baja?—pregunta Paul—Charlie siempre la saluda y le lleva regalos.
—No.