PARTE V: LA CONSPIRACION TEZCA (CAPÍTULO II)

Marcus

Cuando comprendió lo que intentaba hacer, la Capitana me sonrió como nunca imaginé que lo haría, el pequeño Matías me miraba extrañado pero no incómodo.

Marcus: "Bueno Matías, ¿qué dices?"

Matías: "¿Dónde viviremos?"

Marcus: "Que tal estaría vivir en el espacio."

Matías: "Papá..."

Marcus: "Bueno yo vengo de una estación espacial más grande que la ciudad de Nueva York. Allí tiene que haber otros niños para que juegues, si no fíjate en la pequeña de Robert, está jugando con un niño alienígena."

Matías miró a su pequeña amiga y la vio jugando con alguien muy extraño, pero no le importó. Entonces se acordó de la mujer que iba en una armadura extraña.

Matías: "¿De verdad que quieres ser mi nueva mamá?", la cara de ella fue cómica, se ve que ese tipo de preguntas no la realizan allí en su mundo.

Capitana: [Si tú lo deseas lo seré, pero no debes olvidar de quien te dio, por dos veces, la vida.]

Matías: "Papá, ¿tú sabes que ha dicho?"

Marcus: "Pues te ha dicho, que si tú quieres lo será pero que no te olvides de mamá. Ya que ella en dos momentos, muy importantes de tu vida, te la dio, aún a costa de sacrificar la suya."

En ese momento sentí una llamada, era Robert me pedía que convocase una reunión urgente de todo el escuadrón Águila, incluido el personal de tierra, había temas muy delicados que tratar y era bueno conocer la opinión de todos los integrantes, durante la charla vi como mi suegro hablaba con la Capitana, y vi que se alejaba de mi hijo y de él, que habrá dicho ese zoquete, lo que no me esperaba fue la reacción de mi hijo, ya que ese abuelo era intocable, le dio una patada en la espinilla y fue corriendo hacia la Capitana y , a rastras, la acercó hasta donde estaban todos reunidos un poco sorprendidos por la actitud del niño.

Marcus: "¿Qué está pasando?"

Suegro: "Yo no estoy dispuesto a consentir, que los mismos que asesinaron a mi hija, tu esposa y la madre de este mocoso..."

Marcus: "No me seas gilipollas, si ellos hubieran querido destruirnos ya lo habrían hecho. Tú no tienes ni puta idea de lo que ocurre más arriba de esas nubes, nosotros nos hemos desecho de una de las naves más impresionantes, en cuanto capacidad destructiva que he visto en mi puta vida, y te lo digo te vas a ir con mis padres y tu mujer al campamento en el que los padres de la Gran Canciller están preparando para nosotros... y allí están también los autoexiliados..."

Suegro: "Eso es una patraña..."

Marcus: "Sí como que si no es por ellos, ahora mismo estaríamos todos finiquitados, ya que entre los nuestros tenemos un traidor que trabaja para los invasores..."

Íbamos a entrar en otro debate sinsentido mi suegro y yo, cuando mi suegra con mucho mejor tino se lo llevó para calmarlo, me dolía pelearme con él, mis padres me entendían y mi suegra también, pero él creía que Adler salvaría a la Tierra sin embargo el día que le salvamos el culo se dedicó a culparnos de que nosotros le habíamos jodido el plan que era perfecto.

Matías: "Papá, para entenderme con la nueva mamá, ¿qué hago?"

La pregunta de mi hijo me sacó de mis pensamientos, y le mostré el microchip que me instalaron en la zafarrancha.

Marcus: "Pídele a la nueva mamá que te lo instale, y verás cómo puedes hablar con ella, ya que entiende todo lo que le dices pero lo que te dice no...", le dije con el rostro compungido.

El día de ayer fue apoteósico, mis padres aceptaron a la Capitana como si fuese de la familia, solamente la nota discordante la dio mi suegro. Ayer me pidió Robert que preparase, para hoy, una reunión con todo el escuadrón, incluyendo al personal de tierra. Desde que me levanté, prácticamente amaneciendo, hasta ahora a eso me he dedicado, mientras me dedico a preparar las cosas para la reunión me sorprendo cuando veo a mi suegra hablar con la Capitana, y mi pequeño Matías haciendo de intérprete. Me dirijo hacia el hangar y ya veo a Robert, está tenso creo que sabe algo y no me lo ha dicho... todavía.