Capitulo III: La Ciudad de Cuatro Fronteras

Ubicado en algún lugar entre México y Panamá ya hace una ciudad de casas rústicas aspecto de barrio y calles empedradas, al lado del mar por donde llega fresca brisa sol brillante de mediodía y luna llena de medianoche. Caminando por las calles Mario y Jey conversaban sobre como se encontraba la ciudad actualmente recordando el pasado y el origen poco explorado del maravilloso lugar sin que nadie más note sus presencias dos lobos caminan junto a sus portadores: Pant era un lobo blanco como su líder aunque más pequeño y su pelaje venía con pequeños tonos bronceados, su portador Mario era joven de 23 años con el pelo negro y recién cortado piel clara y ojos marrón oscuro.
Mario: Donde vamos caminamos por la ciudad como si supieses donde ir.
Jey: No se sólo sigo mi instinto bueno no el mio exactamente ya sabes, buscó a alguien vino hace un tiempo un año antes que yo.
Mario: Creo que se de quien estas hablando.
Por fin se detienen Mario ya lo sospechaba se trataba de un restaurante relativamente nuevo para lo joven que era la ciudad, Jey no pudo evitar sorprenderse por el buen aspecto del restaurante como si estuviese abierto desde mas de un año aunque le faltaba algo en la entrada tal vez el nombre del restaurante.
Mario: Me imaginaba que era aquí donde venias bueno de todas formas yo tengo hambre.
Jey: Por como hablas supongo que ya viniste aquí antes, eres cliente?
Mario: Si algo por el estilo.
Ambos entran al restaurante no tenia ningún cliente pero era bastante elegante y rústico recordando un poco a los bares del viejo oeste, de pronto una niña aparece traía algunos vasos recién lavados en sus brazos ve a Mario e intenta molestarlo diciendo que llego muy temprano pero no termina la frase al ver a jey, rápidamente deja los vasos sobre una mesa cercana y corre apresurada y abraza fuertemente a jey quien corresponde el abrazo con una igual de fuerte la joven niña se llamaba Beatriz tenía 14 años pelo negro, rápidamente Beatriz se apresura a llamar a su madre quien aparece apresurada por el escándalo pensando que había ocurrido algo malo, su nombre es rocío quien igualmente mira sorprendida a jey e igualmente se abrazan  fuertemente, Mario sólo se siente mira lo que ocurre lo mismo hicieron pant y faroz.
Rocío: Por fin llegaste te demoraste más tiempo de lo que esperaba.
Jey: Decidí tomarme mi tiempo ya sabes que me gusta caminar.
Beatriz: Aún así nadie camina durante todo un año donde estabas.
Jey: Viendo el paisaje en el país.
Beatriz mira a Mario y pregunta.
Beatriz: Y tu vienes a comer aún no es hora cachorro todavía no son las doce.
Jey: Mario me acompañó hasta aquí veo que ya se conocen.
Beatriz: Si es el cliente que no paga pero podemos ponerlo a trabajar.
Mario: Entonces buscabas a Beatriz y Rocío ya entiendo se conocen desde hace mucho tiempo no es así, eres el hermano mayor de Beatriz? 
Beatriz: Mario también es un poco tonto.
Rocío: Jey es técnicamente mi hijo adoptivo aún que lo encontré cuando tenía 10 años y no lo adopte como tal, así que es casi como su hermano.
Mario: Entonces? Es su hermano.
Beatriz: Es mi amigo.
Mario: OK ya entendí.
Pant: Trece minutos después de que te lo dijera.
Jay: Entonces Mario es un empleado del restaurante veo que avanzaron mucho en un año.
Beatriz: tuvimos ayuda.
Rocio: Una semana después de llegar recibimos la visita de un joven llamado Mitchell veo el collar que me diste y al parecer lo reconoció de algun lugar desde entonces hemos recibido la ayuda de algunas personas entre ellos Mario.
El collar que tiene rocío es un collar regalado por jey quien lo recibió de su abuela un collar de madera en forma de diamante con bordeado en plata y un símbolo en el centro.
Rocio: estuvimos esperando a que llegaras preparamos tu habitación tal y como la tenías.
Beatriz: Aunque De haber sabido que tardarías tanto no nos hubiéramos preocupado en hacer tanto trabajo.
Rocio: tonterías claro que lo hubiésemos hecho.
Beatriz: Faroz sigue contigo.
Jey: Claro No tiene otro lugar donde ir. Dijo mientras echaba un vistazo atrás suyo donde se encontraba faroz sentado y tranquilo.