Arco “La Academia de Héroes Protectores de los Humanos”.
Un día después de acabada la batalla el primer lugar con el que se comenzó la reconstrucción fue el castillo de la capital y con mucha mano de obra trabajando se esperaba que estuviera listo en al menos diez días aproximadamente.
En el centro del quinto piso del castillo se encontraba la sala del trono llena de mesas con papeles y documentos. A diferencia de antes, ahora ya no se podía ver a casi ningún noble trabajando y las personas más importantes ni siquiera estaban allí, sino que, el Triunvirato formado después de la batalla se organizó en una pequeña oficina ubicada detrás de la sala del trono.
Los extensos bosques de madera habían pasado a convertirse en anchas montañas y montañas de documentos que se elevaban a lo largo de la ancha mesa de la oficina, la mesa de madera era muy larga y tenía dos sillas las cuales estaban siendo ocupadas. En una esquina estaba el Consejero Real que fue ascendido a líder provisional, Amas Imak, y en el centro el representante de los Reyes Soberanos que salvaron a la humanidad de su extinción.
Este último no estaba complacido con su situación, el lugar donde se encontraba no podía compararse ni una centésima con el Castillo de Ydalir, pero, aun así, pensar que fue enviado por consideración de su creador era todo lo que necesitaba para dejar salir una sonrisa y dar más del máximo de sí mismo.
–Creo que deberíamos realizar una celebración de nuestra victoria –comentó el niño con trajes de la realeza a la par que leía unos documentos <Eso no solo ayudara a terminar de subir la moral, sino que también si digo que fue idea de mis creadores ellos se volverán más famosos y amados entre los sucios ciudadanos, como debe ser>.
El alto hombre de cabello negro, barba descuidada y que estaba usando lentes no contestó hasta que terminó de leer un papel. Esa inoperancia le molestaba mucho a Ludwig. –Apoyo esa idea, pero hoy es Leuksna, así que mejor esperemos hasta Festus para que todo encaje mejor. Además, con ese día extra tendremos más tiempo de preparar un entierro digno y terminar del limpiar todo del campo de batalla.
Sentado en el centro de la mesa el niño se quedó con una mirada vacía intentando comprender las palabras que salían de la boca de su compañero, no fue hasta que escuchó la palabra “día” que se dio una noción general de lo que estaba sucediendo.
Ese noble se estaba refiriendo a una medición de tiempo, pero Ludwig la única que conocía era la que seguían sus creadores. Un año de 365 días divididos en doce meses con cuatro semanas de siete días, y ahora a él le surgió la duda de que aquí se usara una medición de tiempo diferente. Lo mejor sería informarse más al respecto y comentarle eso a sus Reyes Soberanos.
–¿Qué tiene de especial ese Festus? –Quiso saber sin miedo de parecer ingenuo. Al fin y al cabo, él es consciente de su apariencia de niño y sabe aprovecharse de eso, cuando habló por primera vez con Amas Imak este estaba desconcertado ya que se trataba de un niño pequeño, aunque cuanto más avanzaba su charla se dio cuenta de su error al subestimarlo.
El antiguo Consejero Real respondió esa pregunta con otra pregunta lo que dejó a Ludwig con más intenciones de investigar al respecto. –¿De dónde vienen no se usa el calendario Szento?
–No, utilizamos el Gregoriano. –Antes de que esa conversación siguiera el Maestro de Nivel la cortó al terminar de hablar levantando su mano–. Después infórmame sobre eso, ahora tenemos cosas más importantes. Básicamente entre hoy y mañana preparamos todo para este día Festus.
–Así es, de por si en el Festus no se trabaja y se descansa, por lo que encajaría perfecto. –Con ese comentario el representante del Clan Diwedd interpretó ese día como un fin de semana, aunque se concentró en lo que siguió hablando su compañero–. De todas formas ¿La ayuda que trajiste nos servirá? Puedo mandar a mis hombres a encargarse si te parece mejor.
Para ayudar con la reconstrucción y reorganización de los remanentes del Reino de Kereszt, el Maestro de Nivel les pidió a sus creadores poder movilizar a todos los miembros Planiti para ayudarlo. Por suerte estos últimos aceptaron, porque si él tenía que lidiar solo con humanos le saldrían canas a los pocos días.
Ludwig involuntariamente frunció el ceño e intentó evitar hacer rechinar sus dientes de la ira <Cualquier miembro del Castillo vale cien veces más que toda esta especie junta, desagradecido> lamentablemente él no podía darse el lujo de decir sus pensamientos. –No te preocupes por eso, los Erastes y Eromenos de nuestro grupo Planiti se encargaran sin problemas. Ahora deben estar encargándose de limpiar el campo de batalla, les informare que reúnan a los caídos para la ceremonia.
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Entre los límites de la ciudad la cantidad de cadáveres era exageradamente alta, el campo de batalla era dividido en dos por una enorme muralla de 12 metros de alto y 6 de ancho. La estructura estaba hecha de madera, cemento y piedra, pero actualmente estaba en ruinas por el asedio del día anterior.
De entre los hombres encargados del limpiar todo este desastre estaban algunos de los Caballeros Planiti y sus escuderos. Este fue un grupo de NPCs diseñados por Jupiter y Makemake para proteger el Segundo y Tercer Nivel de su base de clan, este grupo estaba dividido en dos rangos.
El rango superior estaba formado por los Eraste, quienes eran los caballeros con nombres basados en los planetas (Mercurio, Marte, Venus, Neptuno, Urano y Saturno). Mientras que el rango inferior lo integraban los Eromenos, su función era similar a la de los escuderos, llevaban nombres de lunas y también servían como fuerza de ataque y defensa de esos niveles.
Todo el lugar estaba impregnado de un denso aroma a hierro y tenían suerte que todavía no habían empezado a pudrirse los cadáveres, de todas formas para ellos era fácil reconocer a los aliados de los enemigos.
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Editado: 07.09.2023