La Leyenda del Caballero Dragón

Capítulo 5: El caballero Dragón

Llegaron al pueblo por la mañana, pero al momento de entrar al pueblo lo hicieron totalmente encapuchados, de pies a cabezas ya que tenían puestas las armaduras, Sir Andrew propuso llegar a la plaza principal. Al llegar se encontraron con Alan, el cual se les acercó al reconocerlos.

Mi señor, están por atacar, han llegado a la hora oportuna - Comentó - Tenemos un infiltrado entre ellos...

Bien hecho Alan - Dijo - A cuantos convenciste?

No muchos, pero los precisos, cinco de los mejores - Explicó - Pero no a mi nivel.

De quienes hablas? - Preguntó Drake - Hay más a parte de nosotros?

Así es, el gremio de asesinos nos dió una mano - Respondió 

De un momento a otro se escuchó un grito de horror femenino, el cual resonó por toda la plaza, buscando con la mirada encontraron el origen, varios hombres estaban sujetando a otro, Alan emitió un quejido, pues aquel individuo había sido empalado, la mujer seguía gritando, pero su cabeza salió volando por los aires, logrando silenciar, los testigos comenzaron a gritar despavoridos, por todas partes, el grupo inmediatamente comenzó a realizar una salvaje, matanza, sin que se lo dijeran, se quitó la capucha y corrió al ataque, por delante de él pasaron Sir Galahard y Alan, quienes eran más rápidos, sin decir a su maestro quien avanzaba a una gran velocidad, cuando estaba a punto de llegar notó la cantidad de enemigos que tenían por delante, diez, veinte, treinta… una cantidad absurda de enemigos, nervioso seguía avanzando “Que es lo que haré?, son demasiado”, aunque estuviera aterrorizado, salto al combate, detuvo con su escudo a uno que iba a atacar a un niño el cual lloraba y gritaba por su madre, con su protección alzada empujó al agresor

Corre niño, aléjate de aquí - Ordenó - Ya!

El niño se levantó,  miró hacía atrás del atacante y luego huyó

Mirando fijamente a su contrincante, esquivó su ataque y le profirió un corte en el abdomen del cual se aferró mientras caía al suelo retorciéndose, mientras la sangre se escurría por el suelo, junto a él se encontraba una mujer “La madre de aquel niño, está muerta”,pensó furioso, completó a su alrededor, la matanza que realizaban, habían llegado algunos guardias reales, quienes se unían al combate al igual que los asesinos, pero entre varios lograban asesinarlos, “debo ser prudente”, se lanzó a luchar, Sir Galahard enfrentándose a tres a la vez, demostrando sus grandes habilidades de combates, su espada parecía que bailaba en su mano, dando golpes certeros y precisos, evadia todos los ataques o los bloqueaba, corría en dirección a su maestro del cual se estaban aproximando más y más, lo presionaban, los enemigos de Drake, caían ante su espada, mientras repasaba todas las enseñanzas, percatandose como todo tenía sentido, habían confiado en él, debía mantener su compostura, con esto en mente se mantuvo firme en todo momento, a pesar que en un momento cayó al suelo tras un ataque sorpresivo por la espalda, rodó por el suelo y con una agilidad que él mismo desconocía, se puso de pie, preparado para el combate, viendo a la gran cantidad de enemigos, puso en práctica lo que le dijo, unto aquel espeso líquido en el filo de la espada que ellos le dieron, con la velocidad que consiguió por sus entrenamientos, pasó por entremedios de los seguidores, golpeando a uno por la espalda, se escuchó un sonido metálico, el cual arrojó unas chispas, y con esto, fuego saltó por los aires, aquel que fue golpeado se prendió en llamas y corria despavorido

Hechicería - Gritó uno de ellos - Cuidado!!

Con la espada flameante en alto, se acercó a ello amenazante, ocultándose tras el escudo, tras un grito, se abalanzó hacia ellos, a esta altura no necesitaba cortarlos con su arma, con solo rozarlos, los podía incendiar, se enfrentó valientemente, dando cortes a diestra y siniestra, recibiendo varios en el proceso, pero casi no le afectaba pues su armadura era muy resistente, a pesar que fue golpeado por una maza en el hombro, pero la armadura no se desfiguró, pudo ver el momento que Alan era derribado, el cual ya tenía muchas marcas en su ropa, corrió en su ayuda, pero en camino, se escuchó un gran sonido, como el rugido de una gran bestia, alzó la vista y pudo divisar a un hombre encapuchado el cual caminaba lentamente, un asesino atacó contra él, pero cuando llegó salió como un proyectil por los aires, “debe ser él”, pensó el joven Aldridge.

Mientras acaba con algunos guardias, los cuales gritaban y caían muertos cuando él ponía su mano al frente de ellos, luego sus manos comenzaron a arder, un fuego azul se encendió en sus manos, Alan se puso de pie y posicionó a su lado.

Acaso él es? - Preguntó con la voz apagada

Yo tampoco nunca lo había visto - Respondió - Pero él debe ser Anicio.

Ver como arrojaba chispas que lograban derretir el escudo de los guardias era lo más sorprendente



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En el texto hay: aventura accion drama

Editado: 07.09.2019

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