La Leyenda del Elemental

Destinos malditos

— ¿Por qué te separaste de Sena? ¿No te quedó claro que como nikkeijin eres vulnerable? —el Tío Shingo me regaña por lo que hice en la mañana, me regaña más por no obedecer sus órdenes que por involucrarme con gente que no conozco, claro, sí le dijera que según él estoy involucrado en un posible conflicto me corre de la casa.

— Me robaron mi cartera, tenía que hacer algo.

— ¡Informar a la policía!

— Claro, y en lo que llegan ya gastaron mi tarjeta y sacaron mis datos personales. Es demasiado peligroso de lo que crees —le informo bien que esa cartera tenía material valioso, pero que no puedo decirlo… otra vez.

— Lo más peligroso es que te maten y tengamos que cargar con la culpa.

— ¡Basta los dos! —el abuelo nos interrumpe y a tiempo—. Hijo, deja de ser terco por un segundo, pensé que les había enseñado a ser flexibles y pacientes. Jayden, sé que sigues afectado por la guerra, pero también aprende a aceptar el castigo y no ser cortante, ambos tienen razón y ambos se equivocan. Jayden, la próxima vez ten a alguien de confianza cerca de ti y cuida mejor tus cosas, Japón sigue siendo tan peligroso como Estados Unidos. Hijo, tendremos una conversación privada.

— Pero Jayden no estaba solo, había un tipo de cabello largo y carismático por lo que vi —Sena intercede para dejar en claro que Masato no es un enemigo.

— ¿Y quién era ese joven, te dijo su nombre? —mi abuelo ya está listo para identificar a quien estaba conmigo, a Masato, y ver si lo denuncia o lo deja ir por ser un buen ciudadano.

— Usami Masato, me ayudó a recuperar mi cartera.

— Conozco a los Usami, buenas personas con hijos con pasión por el arte o la pelea, debería hablar con ellos algún día, hace generaciones que no somos cercanos, algunos conflictos y el tiempo nos alejaron. Tienes suerte de que sea de una familia amiga.

Suena el timbre y, cómo era de esperar, Masato se queda esperando fuera de la casa, no tiene zapatos para la casa, y se limita a hacer una reverencia, tiene una mochila azul combinando con su holgada sudadera roja y negra.

— Buenas tardes, familia Atsuta —Masato hace una reverencia hacia nosotros, como es debido, esta vez habla inglés sabiendo que si estoy aquí ellos deben hablar mi idioma.

— Usami Masato, nuestro nieto nos ha informado de tu servicial obra, debemos agradecerte por ello.

— El placer es mío por volver a unir nuestras familias.

Con la mirada le pregunto al abuelo cómo es que sabe dónde vivimos, jamás le dije donde me estaba hospedando. 

«Vivimos en el mismo vecindario desde hace décadas, no teníamos motivos para visitarnos hasta ahora»

— ¿A qué se debe la visita?

— Quería hablar con Jayden, fue muy amable y quiero conocerlo más como amigo, serviría para unir nuestras familias.

— Papá, ¿Crees que sea seguro? No sabe ubicarse aquí —el Tío Shingo es el primero en oponerse, como era obvio.

— Lo ayudó de buena voluntad, además, sabemos bien qué hacer en caso de traición.


 

Me dejan ir a pasear con Masato por la ciudad evitando las partes que me cuestan dominar, vamos a las calles más pequeñas y solitarias, donde no corro peligro de perderme o ser asaltado por otro idiota.

— Perdón por no avisarte, tenía que confirmar mis sospechas —de su mochila saca una copia idéntica del libro del mito de los elementales.

— ¿Tú también tienes una copia? Tengo una en la casa Atsuta.

— Es obvio que tengo una —sacude el libro en forma de regaño, está sosteniendo la copia—, ese no es el punto, el punto es que estamos relacionados por ellos, no sé quién es el que falta o cuál elemento representas, pero tenemos que encontrarlo, nuestro encuentro solo puede significar una cosa, MizuNo va a liberarse pronto, debes aprender a luchar y encontrar un elemento que coincida con el mito, mi familia siempre ha pertenecido a Shibuya, desde el inicio del clan hemos vivido aquí como Kasai No lo hizo al encerrar a su hermano de agua. Lo que no puedo hacer es relacionarte a un elemental, tu marca puede significar que representas a Chikyu kara por la fauna, o a Kuki kara por las hojas que mueve el viento. Tus poderes tampoco dan un indicio, son poderes que no se relacionan a ningún elemento en específico.

— Espera, dame un minuto para procesarlo… —no necesito procesarlo, lo entiendo y lo sé, pasé por lo mismo hace tres años y ahí fue cuando tenía que usar la cabeza más que nunca para encontrarle el sentido. Quiero pensar en las palabras correctas para decirle que no puedo hacerlo—. Yo, un nikkeijin, debo pelear en una guerra de la que jamás he sido parte en un país que deshonro con solo estar aquí. Sé pelear y aun así sé que no estoy a la altura, es muy injusto competir cuando todo está arreglado para todos excepto para ti. No puedo hacerlo, llévame a mi casa.

— Jayden, claro que estás a la altura. Saber el mito de los elementales es una gran ventaja, sabes qué errores no debes cometer y que debes hacer para ganar, se aprende del pasado. Solo quiero ver tu potencial de guerrero, ¿en dónde obtuviste experiencia?

— Luchando contra la farmacéutica, estuve en el frente algunas ocasiones, como en la batalla final, y ayudé al líder de toda esa guerra a ganarla, fue más ligera para mí que para él. No le digas a mi familia, es secreto, mi tío cree que es una abominación que alguien con sangre nipona salve al extranjero y no a Japón.



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En el texto hay: descubrimiento, dioses, héroe

Editado: 09.05.2024

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