La libreta de Levi

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Hoy recibí una carta de una chica, estaba en mi mochila, ¿en qué momento la puso ahí? No tengo ni idea, siempre dejo las cosas tiradas por ahí, mi tiempo lo empleo en ver a Demian jugar, ir a la biblioteca a ser un chico bueno y hacer mis deberes, y perder el tiempo por ahí (pensando en Demian). Todo se reduce a Demian y la escuela mientras estoy aquí; en casa sería, comer, dormir, tarea, familia y Demian.

La carta es anónima, decía que yo le gustaba y que quería ser mi amiga, pero que no se atrevía a acercarse porque siempre estoy acompañado o porque soy tímido con las personas que no conozco. Admito que me agradó, bueno, no todos los días me escriben cartas de amor. Y estoy feliz porque una chica me considere lindo, ojalá Demian viera en mí algo más que mi cabello.

Demian jura que es de Lisa, la chica que a él le gustaba y resultó que le gusto yo. Dice que ha visto a Lisa violarme con la mirada, y justo después de leerle la carta en nuestro tiempo de descanso insinuó que no me conviene, que ella es muy posesiva. Luego agradeció no haber salido con ella y no estar en su mira, porque aquí el que deberá sacarle la vuelta soy yo. Claro, solo me podía pasar a mí. 

Como sea, debido a esta carta se me ocurrió la grandiosa idea de escribirle una yo. Anónima, claro está, no soy idiota. Y para que no sospeche nada voy a escribirla a computadora, así no descubrirá mi letra. Es un buen plan, no ocultaré que soy un chico y que me gusta, ¡es grandioso! Gracias a Lisa por darme tan buena idea.

Estoy inspirado, creo que comenzaré a escribirla en cuanto llegue a casa. Cambio y fuera.




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