La llave

Capítulo 13

Tiempo atrás, no se sabe cuánto, especies distintas vinieron al mundo.

Humanos, temerosos, asesinaron a todo aquel que amenazaba, según ellos, su existir.

Muchos huyeron, lograron esconderse y vivir.

Otros nos pudieron escapar, y a consecuencia, su especie desapareció después de poco tiempo.

Nuestra especie, venidera de tierras desconocidas, protegió a las especies más débiles, cargando con la muerte de cientos de humanos; aun así, siguieron protegiéndolas hasta que el mundo se olvidó de su existencia.

Siglos escondiéndose se derrumbaron con la caza de brujas y el resurgimiento del miedo humano a lo desconocido; un miedo irracional y asesino que no pudo ser frenado hasta que saciaron su sed.

—Él, junto con otros, tuvo que luchar contra quienes nos odiaban, para proteger a las nuevas generaciones y no dejar morir a las pasadas. Así, aseguró que tú y yo pudiéramos vivir, y que los vampiros pudieran seguir de pie.

—Un momento…

Alexandra estaba intentando digerir las palabras que Nick estaba diciendo, pero le era imposible pensar correctamente y procesar de un solo jalón.

—Sé que es difícil; lo entiendo perfectamente. Pero necesitas saber, y entre más pronto sea, mejor.

—¿Te dijeron lo mismo a mi edad?

—Si. —Nick dio un largo suspiro y se talló suavemente la cara—. Sé que esto te mortificará por días y estarás preguntándote qué hiciste para merecer esto, y luego creerás que estás loca…

—Ya lo creo. —Alexandra sonrió amargamente, abrazando su torso con fuerza. Nick la miró, con simpatía, y se acercó a ella.

—No estamos locos. —La rodeó con sus brazos y la atrajo a sí con cuidado. Ella intentaba contener sus lágrimas—. Somos diferentes y el mundo no está preparado para ello. Ni tu ni yo estábamos listos para esto, pero, responde una cosa; ¿no sientes que esto es correcto?

Ella se concentró en esa última palabra, relajando buena parte de su mente y su cuerpo. Entre el abrazo de su primo, entendió que esa era la palabra que estaba buscando.

“Se siente correcto”, pensó.

—Yo también lo siento así. —Nick soltó su abrazo y le tomó la cara para limpiar los restos de lágrimas que quedaban—. Sé que no es sencillo, sé que parece una mala historia de una saga juvenil, y que más delante dudarás de que sigas viviendo en la realidad, pero, por favor, escúchame… —con sutileza, tomó sus manos y las sujetó—, estamos en esto juntos, no te dejaré sola, y él tampoco dejará que caigamos.

Alexandra no soltó el agarre, sino que, mirándolo con cautela, hizo el apretón más firme. Una duda se formuló en su mente, y aunque dudó en preguntar, no pensó mucho para decirlo.

—¿Quién es él?

Nick, asombrado por la pregunta, sonrió dulcemente suspirando.

—Nuestro abuelo —respondió.

Un brochazo aturdió la mente de Alexandra, y sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas.

—¿Cuál es su nombre?

—Zantier Mussol.

 



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En el texto hay: vampiros, magia, fantasia y aventura

Editado: 27.06.2018

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