Cuando me levanté por la mañana escuche ruidos en el salón, supuse que era Blanca así que simplemente me puse unos pantalones cortos y me dirigí hacia la cocina sin ni siquiera mirarme al espejo y sabiendo que mi cara era de zombie total.
Lo que no me esperaba es encontrarme a Diego y a Gabriel allí junto a Blanca, con algunas cajas alrededor.
-Buenos días.-Dije yo cogiendo una taza y echando leche en ella. Esto hizo que la atención de todos se pusiese en mi, sentí lo que a mí me pareció una mirada juzgadora de Diego, pero yo simplemente le ignoré.
-Buenos días.-Contestaron al unisonó.
-¿Son las últimas cosas ya?-Dije mirando a Blanca que me dirigía una tímida sonrisa.
-Si.-Dijo Blanca.-Ya sabes como yo vivo más cerca me lo he tomado con más calma, en estos casos creo hasta es mejor vivir a cinco horas como tu.-Respondió riéndose.
-Lo tuyo es por vagancia Blanca.-Bromeó Gabriel y esta le dio un pequeño golpe en el brazo, por lo que he visto Blanca y Gabriel tienen una gran amistad y se la pasan todo el día bromeando. Aunque las situaciones que yo había presenciado, a veces se podía confundir con tonteo. Por parte de Gabriel claro, porque Blanca estaba colada por Hugo, aunque no sé si eso Gabriel lo sabría.
Para mi sorpresa el ambiente fue relajado y agradable durante todo el desayuno. Hay bastante diferencia de cómo se comporta Diego de cara a Hugo y Enzo a cómo se comporta aquí, relativamente en confianza. Aunque sigue juzgando y criticando algunas cosas, no es tan repelente como ayer.
Parece como si tuviese dos caras que mostrar a la gente.
O puede que simplemente no le caigan bien Enzo y Hugo, de Enzo lo entiendo, a mí solo me ha dirigido la palabra para ser un borde. Pero ¿y Hugo? Creo que es difícil que a alguien le caiga mal Hugo.
Aunque a él parecía caerle peor Hugo que Enzo, algo está pasando aquí de lo que yo no me estoy enterando y siento la necesidad de saberlo.
Ya se lo preguntaré a Blanca cuando estemos solas... Aunque cuando intento hablar de algo que tenga que ver con Hugo siempre se cierra en banda e intenta cambiar de tema.
Y no creo que Hugo me lo diga... Bueno no sé muy bien cómo empezar una conversación con él, después de lo que paso con Enzo, me enfadé un poco con él.
Hugo simplemente se quedo ahí, sin decir nada. ¿Tendría que esperar a que se disculpase? A ver a mí nunca me ha importado ser la primera en hablar, pero el tema de Enzo me echa para atrás.
Aunque Enzo me causa curiosidad.
Demasiada diría yo.
-Me voy a duchar.-Dije levantándome.
-No, espera.-Dijo Gabriel. Y yo me quedé quieta a punto de coger la taza. -Estábamos hablando que que hacia muy bueno y que como ya se está acabando septiembre y eso con lleva a que se acaba el verano. Habíamos dicho de ir a la playa.-
-¿Así que te vienes?-Terminó Blanca.
-No sé, no me apetece mucho.-Dije con sinceridad.
-Venga ven anda, que después te quejarás de que hace malo.-Lo pensé por un momento, y en algo tienen razón después me arrepentiré de no ir a la playa, así que aunque no me apetecía acabé cediendo y me dirigí a mi habitación a prepararme.
Ahora mismo me encontraba tumbada con los ojos cerrados en la toalla totalmente relajada y tomando respiraciones profundas disfrutando del olor a mar, de sentir el calor del sol en mi piel y del sonido de las olas rompiendo.
Tenía pensado pasar hoy por la cafetería después de salir de la playa ya que me estaba volviendo muy amiga de Hugo, además de que estaba segura de que a Sara la caigo bien y Gloria me adora. Por lo que no había ningún motivo por el que no debería pasarme por allí si yo quería.
Aunque Enzo... Él era un caso aparte, pero estaba segura de que le caía bien también. Seguramente se comporte borde porque lo utiliza como un escudo ante el mundo.
Hablé con mis padres ayer por la noche después de la conversación con Laura y estaban bien.
Mis padres después de pedírselo, me habían mandado otra de las creaciones de Lisa, pero yo no había prácticamente ni empezado la primera que me mandaron. No era capaz de leer más de dos páginas seguidas sin venirme abajo y ponerme a llorar, pero supongo que eso era consecuencia de que el dolor todavía estuviese tan fresco, suponía o esperaba que poco a poco el dolor y el nudo en el estomago que me molestaba desde que Lisa desapareciera o por lo menos menguara. Sin embargo parece que nunca dejará de dolerme con tanta intensidad, han pasado meses y todavía tengo momentos en los que no quiero levantarme de la cama, como hoy que yo simplemente había ido a por una taza de café para llevármela a mi cuarto y ponerme alguna serie y no salir en todo el día.
¿Pero qué esperaba? Era mi hermana, la persona con la que siempre podía contar y nunca me había dejado sola y ahora aun estando rodeada de gente me sentía demasiado sola.
De repente noté como una persona se paraba a mi lado y gotas frías de agua de mar caían sobre mi cuerpo, me tensé por el frio repentino y me quité las gafas de sol a la vez que abría los ojos y me incorporaba.
-¡Que fría!-Grité exaltada. Levanté la mirada encontrándome con Gabriel, Quien me sonreía divertido por mi reacción.
Sin decir nada se sentó en frente mío todavía sonriendo, levanté una ceja en su dirección intentando transmitirle que a mí no me había hecho ni pizca de gracia.
-Eres...-
-Un idiota lo sé, pero no me estabas haciendo caso.-Rodé los ojos.-También lo es Diego.-
-Menuda novedad.-Él soltó una carcajada.
-Pero es un buen tío te lo digo enserio, lo que pasa es que con unas personas se comporta de una manera con otras de otra es algo confuso pero...-Hizo una pequeña pausa.- Solo...no te dejes llevar por lo que muestra a la gente en general ¿vale? Puede ser un desconocido para ti cuando le ves con gente a la que quiere.- Yo asentí y me quede mirándole intentando procesarlo y saber porque me había dicho esto. Lo que me acaba de decir ya lo había deducido yo al ver la diferencia de actitud con unos y otros, me preguntó el porqué de ese cambio pero no lo digo en voz alta, ya que si lo hiciese seguramente pensarían que soy una entrometida.