la luciérnaga a la que nunca se la apagó la luz

Epílogo

Desperté.

Y lo primero que vi era negro, por un momento me extrañé de que no entrase luz por ninguna parte. Pero entonces empecé a notar que algo reposaba sobre mis ojos.

 Aparte la mano que tenía en la cara la cual era de Sara, que dormía junto a mí en el sofá del salón.

Y en la butaca de enfrente vi a Blanca durmiendo con la boca abierta, mientras se la caía la baba.

Cogí  el móvil y la saqué una foto.

Al mirar la hora me sorprendí eran las seis de la tarde. La noche anterior la habíamos estado juntas y no habíamos dormido nada. Así que según pusimos una película después de comer caímos las tres rendidas.

Fui a la cocina y cuando llegué, me encontré a Enzo haciendo café, cuando me senté en el taburete, me tendió uno yo le sonreí  y dije.

-Hola. -Sorbí el café.

-Habéis dormido mucho.-Dijo cuando le iba a contestar alguien detrás mío habló.

-Hola chicos.-Dijo.

Poco a poco me giré para mirar a Hugo el cual tenía una expresión que no supe identificar. Pero entonces una sonrisa se formo en su rostro y soltó una carcajada.

Yo compartí una mirada con Enzo.

-¿Habéis visto como está dormida Blanca?-Y entonces la que se rió fui yo.

-La he sacado una foto.-Le estaba enseñando la foto cuando alguien más entró a la cocina. Cuando levanté la mirada le sonreí.

-Hola-

Todavía no me acostumbraba a tener a Bruno cerca después de todo lo que paso, él estuvo casi un año en la cárcel por un crimen que no cometió.

Y yo había creído firmemente que había asesinado a mi hermana, pero ahora que le conozco todavía más de lo que lo conocía cuando estaba  con Lisa… no le podría ver como un asesino.

No me arrepiento de ir a verle ese día en la cárcel, ni de todo lo que derivó de eso.

Cuando todos estuvimos despiertos empezamos a charlar en el salón y empezaron a llover risas.

Y algún cojín.

 

Más tarde me encontraba en el balcón de mi apartamento con un libro de Lisa en mis manos.

La luciérnaga a la que nunca se la apago la luz.

Una lágrima se escapo de mis ojos y cayó sobre la portada.

Justo en un resplandor de luz.

Lo abrí por la primera página y un papel cayó al suelo.

Lo cogí con un nudo en el estómago y con las manos temblando. Lo miré fijamente era un de trozo de papel mal recortado.

Poco a poco sintiendo como si mi corazón se me fuese a salir por la boca lo desdoble para poder leerlo.

Si eres tú Noa, la que estás leyendo esto. Dirígete primero a los agradecimientos.

Lisa.

Solo ponía eso nada mas, ninguna explicación de porque debía empezar por el final de esta historia.

Tragué saliva y abrí el libro por el final. Encontrándome con una foto de nosotras dos con dos sombreros de playa y sacando la lengua mientras a nuestra espalda se distinguía una bonita puesta de sol.

Esa foto había sido del último verano que pudimos pasar juntas. Parece haber pasado una eternidad pero solo fue hace dos veranos.

Seguía notando demasiado su ausencia y todavía dolía.

Sin embargo ahora a mediados de agosto a un mes de empezar mi segundo año de carrera veía las cosas de manera diferente.

Empecé a recordar a Lisa con una sonrisa en vez de con lágrimas.

Empecé a ver los recuerdos bonitos y no los tristes.

Empecé a leer:

Algunas historias hay que empezarlas por el final para comprenderlas.

Por eso la pedí a mi hermana Noa que lo primero que leyese fuesen los agradecimientos.

Noa cuando leas esto quiero agradecerte que me inspirases para hacer esta historia. Un personaje de una mujer fuerte y decidida como lo eres tú.

Siempre has sido la luz que iluminaba mi camino a pesar que tú pensases que era al revés.

Por mucho que te machaquen, que la vida te de golpes, no puedes dejar que te apaguen la luz que desprendes.

Espero que sigas iluminando caminos y que yo vea como lo haces.

Como una luciérnaga.

Y que cuando encuentres una persona a la que amar, os iluminéis mutuamente.

Espero que ahora lo entiendas todo.

Pd: Siento haberte comparado con una luciérnaga pero son muy bonitas.

 

Yo para ese momento ya me encontraba llorando y las páginas estaban mojadas con mis lágrimas.

Tragué el nudo de mi garganta y abrí el libro, esta vez por el principio.

Capitulo uno.

 



#8154 en Joven Adulto
#9299 en Thriller
#5256 en Misterio

En el texto hay: misterio, amor de hermanas, amistad amigos

Editado: 20.04.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.