Capítulo Vll

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La chica me ha dejado impactado por dos razones. Primero, su gran osadía al levantarme la mano y agredirme. Segundo, a pesar de eso, su belleza es inexplicable, algo que cualquier ser humano desearía. Sin embargo, su falta de educación le quita todos los puntos. No tiene nada de ingenua, es un engaño total su apariencia de inocente, ya que la buena cachetada deja mucho que desear. Mi sangre hierve por dentro, sé que me pasé un poco, pero no tanto como para esto. Esta chica me saca de mi paciencia. Le voy a enseñar modales, al parecer su familia no se los inculcó.

La chica me mira como si nunca hubiera visto un hombre como yo, como si fuera algo grandioso y hermoso, lo cual soy consciente de que soy atractivo a la vista de las chicas. Sus ojos marrones la delatan; no está arrepentida.

Aprovecho el momento en el que me analiza y me acerco con una gran zancada hacia su lugar. La tomo de la muñeca fuertemente sin darme mucha cuenta de mis acciones.