La Luna Perdida

Nathalie

Sergio

Salí hecho una furia de la oficina pensando en que debo detener a Nathalie. Que esté detrás de mi no me parece un gran problema pero que esté detrás de Emily es inaceptable.
Subo a mi auto y manejo hasta la oficina del FBI, he pensado muy bien de que forma manejar esta situación y lo que mejor me pareció fue hacerlo legalmente aunque me arriesgo mucho pero, no voy a dejarla hacer lo que se le dé la gana por un capricho de niña inmadura.
Entro en el estacionamiento y busco un lugar, acto seguido camino a hasta a la oficina del director.
Utilizo mi antiguo nombre para entrar sin ser detenido.
El director me recibe muy amablemente y yo trato de devolverle el saludo de la misma manera aunque estoy bastante molesto.
Sé que él es un hombre bastante difícil lo que se llama incorruptible pero la verdad es que yo no le tengo miedo, sé muy bien todo lo que hecho y la manera en que me he cuidado la espalda, ellos no tienen nada.

— ¿ Que lo trae por aquí, Señor Mancini?

El me invita a sentarme, en la pequeña sala que tiene al lado de su gran escritorio de madera, el escudo de los Estados Unidos en la pared y la bandera en una esquina. Últimamente me estoy asqueando de los norteamericanos. Hubo un momento que creí en su “patriotismo“ y su ética, incluso hubo un momento que me sentía avergonzado de mi procedencia pero después de Berlín todo cambió.

— Tengo un pequeño problema con una de sus agentes. Ha invadido mi privacidad en base a suposiciones y ha sobrepasado el límite.

— Me puede decir el nombre de la agente.

— Nathalie Coleman.

El sonríe, noto el sarcasmo en su cara, yo sé muy bien que la protege. El camina a su teléfono y le pide a su secretaria que llame a Nathalie.
Regresa nuevamente a al sofá delante de mi, me ofrece café el cuál yo no acepto.

— La agente Coleman está investigando los recientes problemas que las mafias han causado, como verá han muerto inocentes y está regresando a esta cuidad a los años 1900 donde era muerte en todas nuestras calles.
 

Hace una pausa y continua.

— Dejémonos de mentiras y vueltas. Su apellido es muy sonado en las calles en este momento y su colaboración en Berlín no ha quedado tan clara en el departamento.

— Entiendo vamos a sincerarnos entonces...

Justo en ese momento se escuchan toques en la puerta y Nathalie entra después de que el director anunciara que podía pasar. Ella saluda con una sonrisa triunfante y yo no puedo más que pensar en toda la experiencia que le hace falta para manejar ciertos temas. Después de que toma asiento el director me hace señas para que continúe.

— Todos saben aquí la procedencia de mi apellido también tienen acceso a toda la vida de mi familia y de sus negocios, nunca han encontrado una sola prueba que vincule a mi padre con la mafia siciliana, mas que ser hijo de quien era hijo.
Mis estudios y vida en este país del cual también poseo nacionalidad al mi madre ser estadounidense, la saben completamente, tienen detalles exactos de mi inserción en este departamento como las innumerables pruebas del polígrafo que me han realizado desde entonces. Nunca han encontrado nada.
Sin embargo... Ustedes al saber todo, me entrenaron diferente para usarme como arma contra las mafias ya que pensaron que me seria de fácil acceso y yo nunca desobedecí una orden.

— Si desobedeciste una.

Nathalie habla con una sonrisa y eso es lo que esperaba. Sé que es lo suficientemente imprudente como para facilitarme el trabajo.

— Dejaste el operativo para ir a salvar a la prostituta junto a tu familia, y la huida de tu hermano tampoco quedó clara.

Miro hacia el director esperando que quede claro algo.

— Toda la operación Berlín está en un informe donde se explica la participación de mi hermano y su huida.

El director asiente y entonces dirijo mi vista hacia Nathalie, mi fría y directa vista.

— ¿Eso es todo lo que te molesta no? Que regresé por ella. Porque no estaba de acuerdo que fuera parte del daño colateral, después de todo, gracias a ella la operación tuvo éxito.

Traro de decir las palabras exactas para que Nathalie se hunda sola, el director pasó su cara de confusión a entendimiento y espera ansiosamente su respuesta.
Ella resopla, la indignación se le refleja en el rostro.

— Desobedeciste una orden y nos pusiste a todos en peligro solo para que tu prostituta pudiera estar aquí a tu disposición.

Yo sonrió

— El equipo nunca estuvo en peligro, y creo que mis relaciones personales no están a discusión, o ¿también debo dar detalles de eso?

La observo con una cara sugerente, dándole a entender que tipo de detalles puedo informar.

— Claro que no, ¿Pero creo que pasé algo por alto, no es verdad agente Coleman?

El director la observa bastante molesto y Nathalie recién se da cuenta de lo que acaba de pasar. Su mirada es de furia, es evidente

— ¿ Quieres contarle lo que ha pasado por alto Nat?

Su cara se vuelve roja y está bastante nerviosa pero no deja de mirarme.

— Le diré yo, entonces...

Sonrió y miro al director nuevamente serio.

— Como le dije anteriormente todos los detalles que según la agente Coleman no quedaron claros están en un informe por el cuál se abrió una investigación y mientras dicha investigación se realizaba yo estuve preso. No encontraron nada irregular, así que me liberaron devolviéndome mi cargo pero yo extendí mi renuncia. Creo que ya hice suficiente por este país. La agencia me otorgó una nueva identidad y protección.

Suspiro y continuo.

— La razón por la que la agente Coleman está revolviendo en ese informe, buscando fantasmas donde no hay, y está vinculándome con los sicilianos, mas bien poniéndome en peligro ya que es por protegerme de ellos se me brindó mi nueva identidad, es porque entre ella y yo hubo una fugaz relación que terminó no de la manera más agradable para ella.




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