No he podido dormir absolutamente nada, cada que cierro los ojos pienso en ella, y cuando los tengo abiertos la imagino en cualquier rincón de mi apartamento. La veo dormida a mi lado, con su cabello revuelto. Decido levantarme y la veo en la pequeña terraza con su cara descansando en sus brazos mirando hacia la ciudad. Tomo una ducha y siento sus manos correr por mi espalda y pecho bajo el agua. Trato de concentrarme para no perder el control, me visto y camino hacia la sala y ahí está ella sentada en mi sofá con las piernas entrelazadas. Me giro hacia la cocina tomo un vaso con agua y la imagino sentada frente a mí en uno de los bancos. Ella me sonríe y yo no aguanto más, estrello el vaso que tenía en las manos contra una de las paredes y solo escucho los pedazos de vidrio caer al suelo.
Las puertas del ascensor se abren y Gian entra con unos papeles en las manos, mira hacia los pedazos de vidrio que están dispersos por el suelo y me encuentra detrás de la barra. Al ver mi rostro solo logra asentir y noto que entiende por lo que estoy pasando.
— No voy a preguntar, pero deberías ver esto.
Coloca la carpeta con los documentos sobre la barra, yo lo abro inmediatamente y comienzo a hojear.
— ¡No me jodas Gian!
Este solo se alza de hombros.
— Lo tuvimos siempre en nuestras narices y nunca llegamos ni siquiera a imaginarlo.
— Encuéntralo.
— En eso estoy.
— Gian, lo quiero vivo.
Inmediatamente, busco mi teléfono y le escribo un breve mensaje a Gina.
“No me importa si no quieres verme, te espero dentro de dos horas en la oficina. "
Salgo inmediatamente, subo a mi auto y me dispongo en marcha hacia el apartamento, si es que eso se puede llamar apartamento del “niño gamer" no sé en qué momento ya estoy estacionandome frente al edificio, eso me está pasando bastante seguido cuando conduzco, me pierdo, olvidando lapsos de carreteras.
Subo al tercer piso y toco la puerta dos veces. Esta vez no la abre completamente, solo la fracción que la cadena de seguridad lo permite.
Me observa, me reconoce, quita la cadena y me deja entrar.
Todo el lugar está exactamente igual como la última vez que estuve aquí, las bolsas de frituras están en el mismo punto junto con latas de refrescos. Incluso él está con la misma ropa y su cabello graso, como si no conociera el agua.
Busco en mi bolsillo y le extiendo el teléfono de Emily.
— Necesito que elimines todo registro que tenga que ver conmigo. Que no quede nada, en ninguna nube o carpeta oculta, nada que se pueda rastrear o recuperar.
El chico asiente mientras navega por la privacidad que un día fue de Emily. Comienza por desaparecer completamente mis conversaciones y las conversaciones donde mencionaba mi nombre o hacía referencia que se quedaría o estaba conmigo que, normalmente ese tipo de conversaciónes se encontraban en el chat con Gina.
Lo demás son conversaciones triviales de chicas, un chat de grupo con el equipo de trabajo y de la universidad. Conversaciones con su hermano y la novia, cosas normales de su día a día.
Libros electrónicos, que al parecer los tenía en cola para algún día leerlos, pero nunca leyó, su portafolio con algunos de sus diseños, algunas ideas para inspiración.
En su galería: fotos de ella y Gina, ella y Sam, los tres juntos, algunas fotos de James y Valery, fotos del restaurante o su casa que ellos le enviaban.
Mi pecho duele al ver la hermosa chica de las fotos, a veces con una amplia sonrisa, a veces solo apenas una mueca.
El chico pasa todas sus fotos y se detienen en una en específico, mi rostro aparece en la pantalla, con mi barbilla descansado sobre su pecho y mis ojos mirando hacia arriba, Mis hermosos ojos azules como ella sólia decir, la observanban mientras en mi boca se dibujaba una sonrisa.
Recuerdo ese día, estábamos en mi cama, ella se recostó en las almohadas y yo me acomodé sobre ella mientras la observaba hacer algo en su teléfono, que ahora sé que era.
Guardó este retrato de mi rostro embelesado en ella como yo guardo uno de ella durmiendo a mi lado con la luz de sol iluminándola.
Algo en mi pecho duele y mucho, siento mis ojos invadidos de agua, pero no lo dejo salir. El chico elimina la foto y con ella la última prueba de mi existencia en la vida de Emily. No queda más que las cosas que yo guardo y los recuerdos que siempre irán conmigo
Cuando el telefono está completamente limpio de información referente a mi existencia, el chico me lo entrega y yo dejo su pago en el escritorio, dandome la vuelta para caminar hacia la salida en silencio.en el prolongado silencio que mi vida está sumida ahora.
Me quedo sentado en el auto un momento en el oscuro estacionamiento subterráneo de MCC, por fortuna es fin de semana y no hay nadie, mi celular se ilumina y escucho el leve sonido de la vibracion contra el asiento del copiloto en donde lo tiré.
Respondo rápidamente al ver el número del encargado de la seguridad del edificio.
— Si,
— Señor, una de las jovenes que trabaja en el taller está aquí, dice que quedó en reunirse con usted a esta hora.
— Dejala que suba y dile que me espere en mi oficina.
Cuelgo la llamada y dejo salir todo el aire que hay en mi. Hablar con Gina es algo muy difícil en este momento, ayer por la mañana salió odiandome de mi apartamento, no solo por que soy el culpable de la muerte de Emily, tambien porque tuve que amenazarla para que no dijese nada antes de arreglar un par de cosas.
Finalmente salgo y subo a mi oficina donde la puerta está abierta y la luz está encendida mostrandome una ojerosa y demacrada Gina sentada en una de las sillas, yo en lugar de rodear y sentarme en mi habitual silla de escritorio me siento en la silla que esta al lado de ella, no sin antes moverla para quedar de frente a ella, Gina se remueve un poco para observarme frente a frente.
— ¿ Que le dijiste a Sam?
— No ha llegado al apartamento, está saliendo con un chico y se quedó a dormir con él, probablemente no llegue hasta hoy por la noche.