Bella:
-Te amarán, te lo prometo. -Murmuré en el cabello de Renesmee mientras ella se acurrucaba en mi hombro.
-Bella, están aquí. -Dijo Ángela mientras asomaba la cabeza por la esquina de la pared.
-Solo dame un segundo. Dije, acariciando los mechones cobrizos de Renesmee.
Podía escuchar a Edward explicándole a Renesmee a los Denali; Podía oírlos reaccionar ante el extraño latido del corazón de Renesmee, absorbiendo su dulce aroma.
-Vamos bebé, vamos a conocerlos. -Le susurré al oído.
-Está bien. -Dijo ella.
Salimos lentamente, Ángela y Jacob me flanqueaban y Renesmee escondía su rostro en mi hombro.
-Edward. -Siseó Tanya.
-Ella no es lo que crees que es, Tanya. Prometiste tener la mente abierta sobre esto, así que solo escucha por un minuto. -Dijo Edward.
-¿Cómo saben los Volturi sobre ella?. -Preguntó Kate, sin apartar los ojos de nosotros cuatro.
Éramos dos vampiresas recién nacidas, una niña mitad vampiro mitad humano y un hombre lobo, por supuesto que la gente nos miraría.
-Irina. -Dije, antes que Edward.
-¿Irina hizo esto?. -Preguntó Carmen. Su voz era baja y amenazadora, pero aún podía escuchar su tono cariñoso debajo de ella.
-Sí, vino hace unas semanas y nos vio, y no esperó una explicación antes de salir corriendo. Vio a Renesmee, así que debe haber pensado que era una niña inmortal. -Explicó Edward.
-Ella nunca fue de esperar. Suspiró Tanya. -Debería haber sabido.
-Ella es encantadora. ¿Puedo abrazarla?. -Preguntó Carmen, dando un paso mesurado hacia mí y mi pequeña pose.
-Por supuesto. Renesmee, esta es Carmen. -Le dije, entregándole a mi hija.
Ella fue a Carmen de buena gana, y luego se convirtió en una ronda improvisada de pasar el bebé. Pasó de Carmen a Eleazar, de Eleazar a Tanya y de Tanya a Kate hasta que finalmente regresó a mí.
-No planeas luchar contra los Vulturi, ¿verdad?. -Eleazar le preguntó a Edward cuando nos sentamos en la sala.
Jacob había ido a hacer su ronda con Leah y Seth.
-Si se trata de eso, sí. Pero si podemos evitarlo, entonces sería lo mejor. -Declaró Edward.
-¿Dónde está el resto de tu familia?. -Kate preguntó.
-Fueron a buscar a otros para ayudarnos. Deberían estar de vuelta en las próximas semanas. -Dije.
Nos sentamos en silencio hasta que sonó el teléfono.
-Lo conseguiré. -Le dije.
Colocando a Renesmee en el regazo de Edward, entré a la cocina para tomar el teléfono.
"¿Hola?". -Saludé.
"Hola, Bella". -Dijo una voz alegre.
"¿Alice?". Yo pregunté.
"La única. ¿Adivina qué?". -Ella se rió.
"¿Qué?".
"Encontré a alguien. Alguien que nos ayudará mucho con los Volturi". -Dijo.
"¿OMS?"
"Hay otro mestizo. Su nombre es Nahuel y va a venir, con su tía Huilen a ayudarnos!". -La voz de Alice subió una octava.
"¡Excelente!". -Dije, tratando de sonar emocionada.
"Eres una actriz terrible, Bella. Te veré en unos días". -Dijo Alice monótonamente, y luego el teléfono se cortó.
-¿Qué estaba diciendo Alicia?. -Preguntó Ángela.
-Oh, como si no lo hubieras escuchado todo. -Bromeé.
-Bueno… . -Se detuvo, mirando al suelo con aire de culpabilidad.
De repente sonó el timbre.
-¿Quién es ese?. -Le pregunté a Edward. Él lo sabría, aunque no quisiera decírmelo.
-Es Charlie. Quería verte de nuevo. -Respondió Edward, Renesmee todavía estaba en su regazo y estaba contenta con él pasando sus pálidos dedos por sus rizos de bronce.
-Está bien. -Dije.
Caminé a paso humano hacia la puerta principal y la abrí para revelar a mi papá.
-Hola papá. -Le dije.
-Hola Bells, ¿cómo has estado?. -Preguntó, tirando de mí en un abrazo.
Estaba acostumbrado a la temperatura inusualmente fría, por lo que no se inmutó esta vez cuando abracé su espalda. Yo también llevaba una camisa de manga larga, eso podría haber ayudado un poco.
-Um, bueno, bien, hasta cierto punto. -Le dije.
Me miró, pero decidió no preguntar por el momento.
-Entonces, antes de entrar, tengo que decirte que tenemos visitas en este momento. -Le dije.
-¿OMS?.
-¿Recuerdas a Tanya y su familia de la boda, verdad?. -El asintió. -Bueno, han venido a… visitarnos por un tiempo.
-Oh, eso es bueno. ¿Dónde están los demás?. -Charlie preguntó mientras caminábamos lentamente hacia la sala de estar.
-Fuera. -Dije.
-¿Adónde?. -Presionó.
-Papá, eso es para que nosotros lo sepamos y para que tú lo descubras en una fecha mucho más tarde. -Le dije mientras tomábamos la última vuelta hacia la sala de estar.
Renesmee había pasado de estar sentada en el regazo de Edward al piso donde estaba jugando con Carmen y Kate, y los cubiertos retorcidos que eran su juguete favorito. Le habíamos comprado muchos juguetes diferentes, pero ninguno despertaba su interés como esas piezas de metal destrozadas.
-Entonces, papá, estos son Tanya, Kate, Carmen y Eleazar. -Le señalé a cada vampiro a mi papá.
-Hola. -Murmuró.
Nos quedamos un rato, Alice me había enviado un mensaje de texto para decirme que el siguiente grupo de vampiros no llegaría hasta dentro de un día, así que mi papá no tenía prisa por irse. La única vez que realmente lo hizo fue cuando miró el reloj y recordó que tenía que ir a La Push para una cena con los Black y los Clearwater.
-Te veo luego papá. -Le dije, dándole un último abrazo antes de que se fuera.
-Hasta luego Bells, ten cuidado. -Dijo.
Charlie bajó los escalones y entró en su coche, conduciendo rápidamente por la carretera.
-¿Ahora que?. _Yo pregunté.
-Bueno, Edward dijo que tú y yo deberíamos ir a cazar, él va a ocupar la casa de Denali y Renesmee. -Dijo Ángela, viniendo detrás de mí.
-Está bien. -Suspiré.
Corrimos hacia el bosque, usando nuestra fuerza recién nacida para ir más rápido. Hablamos y nos reímos, pasando un buen rato hasta que llegó el momento de regresar y prepararnos para el próximo grupo de vampiros que apareciera.