CONSTANS.
No puedo dejar de mirar la manera tan perfecta en la que sus labios se elevan para crear una hermosa sonrisa. Me ha dejado maravillada con su belleza, está siempre logra alejarme del aquí y hacerme sentir, de algún modo, afortunada y tranquila. Estoy segura de que Christopher podría cautivar de esta manera a cualquier escoria que se atreviera a contemplarlo, como ahora yo lo estoy haciendo, y ya no me apena admitirlo. Este chico es realmente atractivo...
Su forma de mirarme, aún sin borrar esa sonrisa que comienza a ponerme nerviosa, provoca que las palabras se queden atrapadas en mi boca. Es increíble el gran efecto que tiene sobre mí... un simple gesto de él. Me siento indignada y estúpida por quedarme así, tan cautivada. Ni siquiera cuento con el valor para darle una respuesta para la inesperada proposición que me acaba de hacer hace sólo unos segundos.
Sigo sin creerlo...
En este momento soy el recinto de mil emociones extrañas que revolotean cómo mil aves en pleno vuelo. Me abruma tanto toda esta nueva tensión que se ha creado en la habitación donde nos encontramos. De pronto lo veo inclinarse hacia mí, incitando el acto a que los ridículos nervios crezcan en mis adentros. Soy capaz de detectar la fragancia agradable que emana su cuerpo, y eso me deja peor que antes.
<<Tienes que decirle la verdad, Constans. ¡No seas cobarde!, él no merece que te vayas así...
Sin dejarle explicación alguna.>>
Trato de encontrar el valor para hacerlo, pero nada sucede, las palabras siguen sin salir de mi boca. No puedo concentrarme cuando lo tengo tan cerca y la suplica que veo ahora en su tierna mirada... me hace sentir con menos fuerza y menos valor para hacerlo. No puedo pensar en nada mas que sólo en sus perfectos labios llenos y en lo nerviosa que me ponen sus ojos puestos sobre mí de esa manera. El tono azul que rodea sus pupilas resalta con una claridad tan impactante, gracias a la luz del sol que entra por la ventana. Luce más impresionante, mágico y cautivador, todo él es una maravilla andante.
Está comenzando a impacientarse por mi silencio, su olor a ansiedad y también a nerviosismo me lo hacen saber de inmediato. Suelta un suspiro cansado pero después me vuelve a encarar. La blancura de su rostro resalta también por esa luz que lo hace lucir irreal. No recordaba que sus rasgos fueran tan finos, ahora luce más atractivo que antes y no puedo entender el porqué, pero lo noto...
Cada día luce diferente.
No puedo evitar contemplarlo a detalle, y deleitarme con su natural belleza que me dificulta la tarea de contener un suspiro, pero trato de reprimirlo con todas mis fuerzas para que él no note mi asombro. Es increíble la forma en la que logra atraparme, estoy segura de que puedo permanecer horas mirándolo sin decir una palabra. Esa conexión que se crea al sólo cruzar miradas aún me resulta increíble y... extraña.
<<Es una belleza de escoria este angelito, no sólo por dentro, sino fuera suficiente... también lo es por fuera. Había visto tanta mierda dentro de mi mundo de tinieblas que, encontrarme a un ser cómo él ahora... me ha hecho sentir de nuevo viva, renovada, esperanzada porque él destruye todas las horribles perspectivas que tenía al respecto de este mundo actual.
Ahora nace una nueva en donde puedo ver esperanza y fuerza para soportar a este duro aquí. Donde mi mundo puede seguir siendo oscuridad, pero ahora transformado en un oscuro paraíso.
Sólo lo podría llamar "paraíso" si está el angelito en él.>>
Él sabe que me ha sorprendido su invitación, sin embargo ahora no dice nada. No quiero decepcionarlo, ni quedar mal con él de nuevo, pero no sé qué hacer.
Aún siento que lo pongo en peligro manteniéndolo conmigo.
<<Será la última vez que estarás junto a él... Tal vez debas aceptar.>>
Creo que el derrumbe dentro de mí será aun más intenso si no me permito estar hasta ese día con el angelito. Dorian ya lo tiene más que decidido y no hay fuerza humana ni sobrehumana que lo haga cambiar de opinión. Jamás lo había visto tan preocupado cómo ahora.
Tan preocupado... por mí.
Sé que es su deber protegerme por ordenes del mismo Manum, pero defenderme de la manera en la que lo hizo la otra vez... aun no lo termino de asimilar. Jamás había hecho tal cosa. La seriedad que ha mostrado últimamente me ha dejado con mala espina y también me ha hecho sentir aprensiva, ya que actúa de una manera mas extraña, más reservada. No soporto lo misterioso que se ha vuelto, e intentar hablar con él ahora es más difícil que antes. Por eso me he reprimido preguntar el porqué de su inusual comportamiento.
Ha estado tan distraído que ni siquiera se ha dado cuenta de las escapadas que he tenido con Jess para vernos con los chicos. Sabrán en el infierno lo que pasara con él pero agradezco que no haya mandado a nadie para seguir mis pasos. Le ha dejado de dar importancia a lo que yo haga en el mundo de los humanos, ha dejado de ser el fastidioso sobreprotector que era antes conmigo y no sé si debo preocuparme por ello, o disfrutar del espacio que está brindándome ahora.
— Tengo más de tres minutos esperándote.
Chris me devuelve al aquí, con un tono aburrido pero aun puedo ver un destello de diversión en sus ojos.
Me muevo en el sofá y después le ruedo los ojos.
— Uy, no te vayas a hacer viejo.
Él sonríe después.
—Por favor, será divertido.
— Ya te dije que odio estar en lugares con mucha gente.
—Yo también pero lo soportaré si tú estás ahí. — Se ve tan tierno suplicando pero aún no estoy segura de aceptar—. Además estarás conmigo, no tienes nada qué temer.
— No puedo salir de noche, ya te lo había dicho.
Editado: 15.03.2023