CHRISTOPHER.
—Entonces... ¿El incendio?
Constans me devuelve al aquí con esa pregunta que también me ha venido atormentando desde hace tiempo. Después escucho que Dorian suelta una risa que me hace fruncir el ceño.
—Marcus lo inició. Lo hizo cuando supo que ya estabas en el bosque, buscando a Chris. También planeó llevar a Smith hasta ahí.
Mis ojos se abren hasta al tope y después busco a Marcus. La sangre empieza a arder dentro de mí cuando lo veo asentir.
— ¿Recuerdas que decidimos ir ahí por el estúpido reto de Aaron? Pues... en realidad yo se los había propuesto antes para que se armara todo ese plan. Iba a invitarte, aunque tu primo me lo impidiera, iba buscar una forma para llevarte hasta ahí... pero... ¡vaya que me lo dejaste fácil cuando empezaste a preocuparte como el paranoico que siempre has sido!
—Eres increíble...— suelto, apretando la mandíbula con fuerza. No puedo creer el maldito descaro y cinismo que tiene ahora para decirme esto tan tranquilamente.
Se encoge de hombros después, quiero golpearlo por esa reacción tan despreocupada. Parece no tener remordimiento por nada.
—Querías la verdad, Christopher. Pues ahí la tienes. Tuve que hacerlo porque no podía dejar la muerte de ella así, tampoco a la de Rob. Sabes lo mucho que eso afectó a tu primo. Ella merece pagar por eso y lo hará pronto... — sólo niego débilmente, aún me quiebra que mencione lo de Rob. Aún no puedo aceptar que Constans haya tenido que ver con eso —. Esto tiene que ser así, para ambos. Por tu culpa me arruinaron la vida, por tu culpa me obligaron a hacer algo desde niño que yo no quería. ¡Todo para enfocarme en ese plan que tenían contigo!, ¡sólo eso fue mi vida!
— ¡NO TRATES DE HACERTE LA VÍCTIMA AHORA!
— ¡¿ACASO LA SIGUES DEFENDIENDO?! ¡ABRE LOS OJOS DE UNA VEZ, CHRIS! ¡TE APUESTO A QUE TÚ TAMBIÉN HUBIERAS HECHO LO MISMO!
—¡CLARO QUE NO! ¡YO JAMÁS SERÍA CÓMO TÚ!
— ¡¿QUIERES APOSTAR, CHRIS?! — Sus ojos arden con ira pura ahora. El silencio que se hace después de eso, es demasiado asfixiante y deja a mi cabeza más revuelta y enfocada tortuosamente en ese punto.
¿Ahora a qué carajos se refiere? Me confunde y me alerta verlo nervioso también. ¿Qué más está ocultando?
Parece que quiere decirme algo, pero luce inseguro de hacerlo, ya que se queda muy callado y sospechoso. Su pecho sube y baja por su inestable respiración. No me pasa desapercibida esa ira iluminando a su mirada.
—Vamos, intentemoslo. Te advierto de antemano... a que perderás. Tú tienes mucho más que reclamarle a esta zorra.
— ¡NO LO HAGAS!— grita Constans de nuevo y mi mirada viaja por un momento a ella. El pánico crece dentro de mí al verla más desesperada que antes.
Forcejea bruscamente en contra de los sujetos que la tienen aprisionada. Luce totalmente descontrolada.
¿Qué le asusta tanto?
—Chris... — Dorian llama en ese momento. Olvidaba que seguía a mi lado. Suspira—. ¿Alguna vez... ella te comentó que ustedes ya se conocían desde hace tiempo?
— ¡DORIAN, POR FAVOR! — grita ella, interrumpiendolo, y mis ojos la buscan después, pero la mano de Dorian toma mi barbilla y me obliga a mirarlo de nuevo.
Alza una espesa ceja después.
— ¿Lo hizo?
Niego, confundido.
— No... ¿de qué hablas?, ¿cómo que ya nos conocíamos? — digo con hilo de voz y él me suelta, para cruzarse de brazos.
—Bueno, tú no, pero ella a ti sí. Ya te había visto o tal vez sólo cruzaste mirada con ella y ya no lo recuerdas bien porque eras sólo un niño de casi siete años en ese entonces. Tú y tu hermano estaban a punto de cumplirlos. ¿Cierto?
— ¡BASTA!
Mi cuerpo empieza a temblar, y todo mi sistema se altera también. No quiero seguir escuchando, no sé lo que es, pero tengo miedo. Algo va mal, algo me dice que lo que va a decir... es más grave de lo que creo y esa reacción de Constans está poniéndome más intranquilo.
—No... ¿Cómo es posible? Yo... No...— mi habla se detiene cuando veo que Dorian saca algo de su saco oscuro y lo tira enfrente de mí después. Mis ojos se abren hasta al tope y las lágrimas se acumulan rápidamente dentro de ellos, cuando veo lo que es...
— ¿Buscabas a ese cuaderno de dibujos? — lo vuelve a tomar y lo alza con la mano, para que lo vea bien.
Mi corazón se estruja al reconocerlo. Claro que lo es. Su pasta de varios colores llamativos no se me ha olvidado, ahora luce un poco opaca y vieja. Sin embargo, aún puedo ver mi nombre escrito sobre la portada.
En ese cuaderno interpretaba todo lo que veía. Amaba plasmar los paisajes que se me presentaban en los viajes que hacía con papá. A él le encantaba la naturaleza cómo a mí, y yo aprovechaba cada oportunidad que teníamos para dibujarla ahí.
Tenía meses sin verlo... ¿Por qué mierda lo tiene él? Con razón no lo encontraba.
Esto sólo me confunde más.
Dorian empieza a revisarlo y bufa después, sin despegar sus ojos de él.
—Vaya que tienes talento para esto, chico. Lástima que ese potencial no vaya a dar más.— dice, sin encararnos, ya que aún sigue revisando el cuaderno que tiene entre sus manos—. Dime algo Chris... Tú eres un sobreviviente ¿cierto? De una cruel desgracia en donde estuvo involucrado tu hermano y más niños... ¿o me equivoco?
Mi mandíbula y todo mi cuerpo se tensa al terminar de escuchar eso.
—No se atreva a...—
—Lo sé, lo sé. Sé que eso aún es muy duro para ti, pero justamente por eso lo hago. Para darte la verdad, sé que nunca pudiste resolver lo que le pasó.— me obligo a seguirlo escuchando. La seriedad en su tono ha logrado estremecerme un poco, pero quiero que continúe—. ¿Qué pasaría si te digo que lo pasó con él y con los demás niños... no fue por culpa de un animal salvaje, como todos concluían?
Mi corazón empieza a latir fuertemente dentro de mi pecho y mas lágrimas se acumulan en mis ojos al recordar la sonrisa de Nathan.
Editado: 15.03.2023