La luz en mi camino está apareciendo

1| Victoria

No soy capaz de estrecharle la mano, en realidad, creo que deje de respirar por un momento.

¿Mi padre? ¿Dijo “tu padre”? ¿Dirigiendose a mi?

Eso parece.

Mi madre siempre me dijo que no sabía quien era mi padre, lo que siempre me hizo saber que se acostaba con cuántos se le acercan.

Nunca pensé que algún día conocería a mi padre, aunque siendo sincera ahí un gran parecido entre ambos, el color de cabello claramente lo saqué a él porque mi madre es morena, tenemos los mismos ojos, JODER, puede ser mi padre.

Cuando se da cuenta de que no voy a darle la mano la baja y me mira, me da una pequeña sonrisa un tanto forzada.

—Sara, vete a tu cuarto.

—Yo también quiero saber que es…

—QUE TE VAYAS A TU CUARTO TE DIJE.

Sara se va a ragañadientes.

—¿Que tal si tomamos asiento para hablar?

No contesto pero lo hago. Me siento a la mesa al igual que lo hacen ellos.

—Hace mes y medio Daniela —mi madre —Fue a buscarme, me dijo que necesitaba dinero, y que debia dárselo porque la noche que nos acostamos hace ya casi 17 años quedó embarazada, no le di un solo peso, porque no había nada que me dijera que decía la verdad, así que ese mismo día, en cuanto salió de mi oficina al saber que no iba a conseguir nada de mi llame a un detective, le pedí que la siguiera, lo hizo durante una semana, después de conocer su rutina le dije que ese dia se quedara fuera de la casa, que viera con quien vivía, lo hizo, ese día las vio salir a ti y a tu hermana de la casa, les tomo fotos, tambien a tu abuela, a tu abuela yo la había conocido hace 17 años un dia que le llevó el almuerzo a tu madre…

—No estoy entendiendo.

—Tu madre trabajaba para mi, fue mi secretaria durante cuatro meses, una noche, me la encontré en un bar por casualidad, la invite a una copa, era. Me corrijo, es una mujer hermosa, sabía que era soltera, no habia nada de mal con hacer eso, no esperaba que las cosas se fueran a más, pero las cosas no fueron como yo esperaba, al día siguiente tu madre dejo en mi escritorio su carta de renuncia y no la volvi a ver hasta el dia que aparecio en mi empresa. —suspira y me mira a los ojos —En el momento en el que ví tu cara supe que la posibilidad de que fueras mi hija era mas grande de lo que esperaba, al día siguiente cuando supe que tú ya habías salido de la casa vine, hablé con tu abuela y conseguí que me diera tu cepillo de dientes, con el logre que hicieran una prueba de ADN que me confirmó que eres mi hija. Puse guardaespaldas para ti y tu hermana, y hablé con mis abogados, conseguí una audiencia con tu madre para la próxima semana y le presente al juez el caso ayer y me dió una orden que me permite llevarte conmigo desde hoy mismo a mi casa por tu voluntad…

—¿Y si no me quiero ir?

—No estarás obligada a hacerlo, Pero quiero que vengas conmigo Victoria, si no es hoy, lo harás la próxima semana, conseguiré tu custodia completa porque tengo pruebas de que tú madre tiene problemas con el alcohol, porque conmigo viviras en condiciones mucho mejores que aquí, en un lugar mucho más seguro, y mucho más cómodo, porque no solo tengo un trabajo sino que soy el dueño de esa empresa y de toda la cadena que está distribuida por gran parte del mundo. —Se levanta y se acerca a dónde me encuentro yo —Sé que esto no te debe hacerte ilusión, ni poca ilusión para ser exacto, sé que será un cambio completamente radical, que estás acostumbrada a un estilo de vida que va a cambiar al cien por ciento, pero te quiero conmigo Victoria, me he perdido 16 años de tu vida y no me quiero perder un solo día más, podrás venir a ver a tu abuela y a tu hermana siempre que quieras, podrás comprarles lo que quieras, pueden ir contigo a casa cuando lo quieras, tu hermana se puede quedar siempre que quieras y que Daniela lo permita.

—¿Cuando yo quiera?

—Cuando tú quieras. Si quieres ambas pueden tener una habitación en casa, te lo prometo. Puedes organizar la casa como quieras, y sus habitaciones.

—No sé si me sentiré cómoda.

—Victoria, vivo solo, no llevo mujeres a casa, mucho menos lo haría contigo allí, lo último que quiero es que una mañana despiertes, bajes a desayunar y encuentres a una mujer que no conoces en la cocina, no haría algo así, lo digo en serio. Sé que quieres estar cerca de tu hermana, por eso planeo hablar con tu madre y ofrecerle que Sara vaya contigo a la escuela a la que te inscriba.

Joder.

Esto es en serio.

Es mi padre.

Lo comprobó. No hay dudas.

Quiere que vaya a vivir con él, a una casa en la que al parecer hay suficientes habitaciones como para que organice una para mi abuela, una para Sara, la mía y la suya propia.

Tiene dinero, eso se lo supe en cuanto lo ví, Pero no imaginé que tanto como para ser el dueño de una empresa, perdón. Una cadena de empresas.

Somos ricas.

Espera ¿Lo somos?

—Puedes hablar con tu hermana de esto antes de irnos ¿Qué te parece?

—Está bien.

Me levanto y entro al cuarto donde encuentro a Sara acostada en la cama.

—¿Es tu padre?




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