Capítulo VI

Después de volver a casa, y sin que El duque dejará a Alison un solo momento, la duquesa una vez llegó hasta su casa casi corrió a su habitación, dejando sorprendido a todos ya que parecía normal, pero Aisha que siguió a su señora corrió detrás de ella, lo que hizo que el Duque también fuera detrás de su esposa, dejando a sus hijos aún más sorprendidos. 

Alison una vez entró a su habitación empezó a desvestirse con urgencia, por lo que su doncella al verla se quedó en shock: 

–Señora, ¿qué pasa? –pregunto sorprendida Aisha aun estática por la sorpresa 

–¡El corset!, ¡Quítame el corset, duele! –Alison estaba al borde de la desesperación por lo que Aisha se acercó con cuidado a ella–Rápido, ¡No puedo respirar! 

Lo último Alison lo dijo casi con un sollozo, al sentir como el corset que tenía puesto por el agua le estaba apretando de más. 

–¡Aisha…! –Alison estaba desesperada por lo mucho que tardaba su doncella, pero cuando sintió cómoda alguien retiraba con fuerza y rapidez todos los cordones del corset se sorprende, al ver como el Duque actuaba con mucha desesperación al verla al borde del llanto: 

–Rápido, busca algo para vestir a la Duquesa, y pide que le preparen un baño–ordenó el duque una vez logró que Alison respirara con normalidad, y teniéndola abrazada a él ya que se intentaba cubrir. Una vez Aisha volvió con mantas para cubrir a Alison y una criada con agua caliente para que tomara un baño, el Duque salió apurado de la habitación, un poco agitado por todo lo que había pasado en la tarde. 

Una vez Alison estuvo bien y ya vestida, dio gracias a Aisha por ayudarla, además de que, al bajar a cenar, se sentía un poco a avergonzada por su comportamiento de la tarde, pero aun así decido asistir a la cena, y al entrar en la sala, y ver al Duque su rostro se tornó rojo, por la vergüenza, pero lo saludo y tomo asiento empezando así la cena con normalidad, donde nadie volvió hablar como ya era costumbre. 

–¿Se encuentra mejor Duquesa? –Alison se sorprendió por escuchar la voz de su hijastro que interrumpió el silencio de la mesa al hablarle 

–Si, lamento haber estropeado la tarde–contestó Alison con una sonrisa al niño que asintió 

–No le des importancia a eso, mañana vendrá una modista, tomará sus medidas para hacer vestidos nuevos–con sorpresa por lo que dijo el Duque, Alison lo miro, a lo que su esposo le dedicó una pequeña sonrisa la que desapareció de inmediato, y la cena volvió a sumirse en un silencio. 

Después de que terminara la cena, Alison volvió a su recamara, sintiéndose muy extraña y preguntando porque el Duque había hecho eso, no era su trabajo ordenar ropas para la duquesa y mucho menos para su hija, ya que eso era algo que ellas mismas hacían, pero ahora Alison sentía que todo eso sería por su culpa, había conmocionado al Duque con su numerito de la tarde, y no se sentía bien con eso, no quería que el Duque la viera así, y menos que pudiera seguir recordando ese momento de tanta vergüenza para ella. 

–¿Se preparará para dormir? 

–Si 

Después de un día largo, Alison estaba lista para dormir, pero una vez estuvo sola en su habitación, no podía dormir, por lo que se sentó frente a su ventana, viento desde su habitación los jardines de la residencia, pero sintiendo frío se dispuso a volver a su casa, cosa que se vio interrumpida cuando tocaron su puerta, y yendo abrir la puerta Alison se quedó en shock al ver al Duque allí, no esperaba recibirlo tan tarde en la noche. 

–Aaron, ¿Qué te trae aquí? –pregunto sorprendida Alison dejando pasar al Duque a su habitación 

–debería estar dormida Duquesa, He venido a ver como sigue–dijo una vez dentro de la habitación el Duque 

–Estaba a punto de hacerlo, ¿dormirá esta noche aquí? –La pregunta que hizo Alison la hizo sentir su rostro caliente por el sonrojo, pero, aun así, siguió siendo a los ojos del Duque 

–¿Me lo permitiría? –preguntó El Duque acercándose a ella tomando sus manos