El gran día

Llegó el domingo, se levantaron y tomaron desayuno a las 11:30 a.m., luego de eso, alistaron todo en la mochila que tenía la moto, a las 2:55 llegaron a “Plaza San Miguel”, Sergio se puso una ropa “normal”, mientras que Sillao estaba con una capucha negra, apenas entraron al establecimiento dos policías notaron que Sillao estaba vestido de forma rara, Sergio notó esto y le hizo una seña para que ambos se separasen, cuando se separaron, él le escribió a Sillao diciéndole esto

• Oe, ya te vieron -Sergio-
• Ahora k?
• Oe, vas a hacer esto, cuando cambiemos de sitio, te sacas la polera y se la pones a alguien
• Como hare eso?
• Hay gnt con mochilas, solo haz eso crj
• Ya mano, como nos metan en prisión no t lo perdono
• Ya oe, confía

Luego de esto, Sergio fue hacia el lugar donde iban a robar y comenzó el plan, él entro aparentando comprar algo, luego de eso, se puso a conversar con el guardia, después entró Sillao, allí Sergio le dijo al guardia que el chico que había entrado parecía ratero, el guardia pensó lo mismo y quiso ir hacia allá, pero luego recordó que tenía que cuidar la puerta, así que le avisó al otro guardia que estaba dentro de la tienda, este, al escuchar las palabras del guardia, vigiló a Sillao, él, al notar eso, se metió entre la gente que había, allí vio a un chico con mochila y le piso las zapatillas mientras que le tocaba el trasero a otra chica, al hacer esto, se alejó del lugar rápidamente y la chica le grito al chico, mientras que el chico le reclamo a la chica por pisarle, el novio de la chica se metió a la discusión y ambos chicos estuvieron gritando, esto hizo que el guardia se metiera en la discusión, allí fue el momento en el que Sillao se agachó, se quitó la polera y la puso en la mochila de un chico. Luego de hacer esto, él y Sergio cambiaron de posición, el guardia de la puerta no notó nada extraño, así que no le tomó mucha importancia, Sillao, al ver que Sergio ya estaba cerca y el “gordo” no se movió del lugar, caminó hacia el guardia que estaba en la puerta para distraerlo, luego de que el guardia calmará la situación, Sergio le hizo una broma respecto a la situación y luego le pidió que le mostrará el baño, el guardia le dijo donde estaba el baño pero él se hizo el tonto y lo convenció para que lo acompañara, cuando llegaron, Sergio dijo que la puerta estaba cerrada con llave y el guardia va hacia la puerta, apenas hizo ese movimiento, Sergio alisto su pistola, cuando el guardia tocó la manija, él le aplico el sedante con la fuerza de la pistola y le tapó la boca con mucha fuerza, el policía intentó gritar y defenderse, pero Sergio lo tenía muy bien agarrado, a pesar que el policía era fuera, él tenía la ventaja tanto por el cuerpo como por la posición en la que estaban sus manos, luego de unos 3 minutos, le aplicó una segunda dosis del sedante que tenía, el guardia, al sentir la aguja, luchó con más fuerza, pero fue inútil, su cuerpo ya no tenía fuerza, cuando sintió que pasaron 5 minutos, entró al baño con el guardia casi inconsciente, allí lo sentó en el inodoro y espero unos minutos por 2 razones: La primer razón era para que Sillao entretenga por más tiempo al guardia, la segunda razón era para ver si el guardia tenía alguna reacción negativo con el sedante, luego de 6 minutos, se fue de allí, al salir, vio a una persona con una mochila llegando al baño, así que lo que hizo fue cerrar el baño con llave, cuando salió del baño, encaró al chico con la mochila.

• Oe ‘so mongol, mira lo que tengo acá -le muestra una pistola- mira, a mi me llega al pincho si gritas, gritas y te mato a ti, y me conviene más a mi porque yo iré a la cárcel, pero tu estarás en el otro mundo, así que tú decides

El chico, confiado, le respondió con un insulto y le quiso meter un puñete en la cara, Sergio, tan seguro como siempre, esquivo el golpe fácilmente, lo agarró del cuello por la espalda y le puso el arma en la espalda, el chico intentaba escapar, pero no podía, y justo cuando Sergio ya estaba cansado le dijo lo siguiente.

• Oe conchatumare, ¿Quién mierda te crees pa’ amenazarme? Después de matarte me robaré tus cosas y buscaré a tu familia…

El chico, al escuchar esto, aceptó darle todo a Sergio con tal que no le hiciera nada, él, como sabía que tenía tiempo, revisó la mochila y vio que estaba la polera de Sillao, así que creó una estrategia usando esto, primero le devolvió su DNI, una de sus dos tarjetas de Crédito y el chip de su celular, luego de eso, Sergio le dijo lo siguiente:

• Mira ‘mano, te devolví tu DNI de mierda, tu tarjeta de porquería y esa huevada de chip, ahora hazme 1 favor p -lo apunta con la pistola- o lo haces a las buenas o lo haces a las malas, tú dirás

El chico, como estaba asustado, aceptó.

• Ya ‘mano, quiero que me digas cuantas personas hay en la caja contando a los que venden… pero anda rápido, y si te escapas, tengo tu celular conchatumare, busco tus contactos y te cagas mierda

El chico va hacia un lugar cerca de la caja y comienza a contar a las personas que había allí, luego de hacer eso regresa con Sergio

• Son casi 40 -dice el chico un poco asustado- 3 vendiendo, 2 chicos y una chica
• Ya ‘mano… ¿Y pa’ ti, quien tiene más plata?
• No sé… supongo que esa chica que está en la tercera posición y en la caja de la chica -dice el chico señalando
• Ya ‘mano… ahora me ayudas quedándote acá… como te vea afuera, ya sabes lo que te toca… y peor si le dices a alguien, si alguien te pregunta algo, tú no sabes nada

El chico aceptó y Sergio se fue del lugar, caminó unos 20 segundos y vio a una chica sola, fue hacia allá y la amenazó con la pistola, pero antes de que la chica hiciera algo, él le repitió la misma frase de “yo me iré a la cárcel pero tú estarás en el otro mundo”, esto puso de piel de gallina a la chica, quien le dio el celular y su bolso, Sergio no quería nada de eso, así que solo le quito los 2 anillos que tenía, su celular sin el chip y 2000 dólares que la chica tenía, no le robó ninguna tarjeta ni nada relacionado con su bolso, luego le dijo lo siguiente

• Ahora quédate en la tienda hasta que me vaya, mira todos los productos de la tienda, si sales, te juro que te disparo y no me llega al pincho si me ven.