Melany Russo
Estamos de camino a la bodega de Mark Romanov, todos ya saben sus posiciones, lo que nos da la ventaja de solo llegar y atacar.
— Will desactiva la seguridad.— digo por el auricular.
Hace lo que pido y enseguida todos bajamos, el grupo que lidera Dilan rodea el lugar, mis francos se posicionan y cuando me dicen que el perímetro está libre de agentes policiales entro junto con Sam y Lizzy.
Sam tumba la puerta con una bazuca haciendo que todos adentro se alteren, cuando el humo se dispersa encontramos a diez hombres apuntándonos.
Mis francos comienzan a matarlos, nosotros tumbamos algunos, cuando no hay nadie avanzamos, ponemos explosivos en los lugares claves de la bodega, conectándolos y sincronizándolos para cuando los detonemos.
— Dilan, retírense, vamos a salir.— digo.
— Vamos.— responde.
— Melany, mira esto.— Sam me pasa un plano.
¿Qué diablos es esto?
Es un plano de los terrenos de la Francesa y del otro extremo está los planos de mi mansión con todo y sistema de seguridad, los sistemas de mis múltiples vehículos, aviones y yates.
— Nos tienen bien ubicados.— digo.
— Sí, de casualidad no están las claves de las cuentas bancarias. — dice Sam colocándose a mi lado para ver bien los planos.
— Es una persona que te conoce bien porque ¿Cómo tienen todo eso?— dice Lizzy también viendo los planos.
— Vámonos, necesito hacer una reforma de mis hombres, apuesto que uno de ellos me vendió.— digo guardando los planos.
¿Cómo puede alguien traicionar a alguien que tanta confianza ha puesto sobre ellos? El responsable habrá deseado no haber nacido.
Salimos de la bodega y bajo la manecilla haciendo que todo explote.
Dejamos todo en llamas, nos dirigimos a la casa de seguridad.
Ya estando allí doy la orden de que recojan todo que vamos a Francia a resolver un asunto de mayor importancia.
...
— Voy a preguntar algo y espero y me digan la verdad antes de que pierda la paciencia y comiencen a rodar cabezas inocentes.
Tengo a las personas que trabajan más cerca de mí enfrente.
— A alguien le paso por la cabeza que traicionarme sería buena idea, entonces ¿cuál de ustedes fue el descerebrado?
Nadie habla.
La verdad no quiero hacerlo, pero no me dan opción, tomo mi arma, le quito el seguro a mi arma y le disparo en el pie a Liam, uno de mis mejores Francotiradores.
—Si el culpable no habla, comenzaré a repartir tiros en diferentes partes del cuerpo, recen para que no le dispare en la cabeza.— digo.
— No creo que sea necesario, el responsable, si tuvo huevos para traicionarte, que los tenga para asumir.— dice Sam a mi lado.
Nunca dudaría de él, es la persona en quien más confió, al igual que en Lizzy, Will y Dilan, son personas que no dudaría ni un segundo de ellas.
Estoy por dispararle a otro de mis hombres, pero la voz de Tyler, uno de los mejores traficantes que tengo, me detiene.
— Fui yo.— dice dando un paso al frente.
— Lo tenías todo y lo tuviste que arruinar.— niega Sam.— Dilan, llévalo al área de tortura.— ordena mi mano derecha.
—No quise hacerlo, te lo juro Melany, pero no tuve opción, estoy amenazado.— dice Tyler intentando que lo perdone.
— Todos dicen lo mismo.— responde Lizzy.
Tyler¿Por qué? Te tuve mucha confianza, pero veo que te valió una mierda eso.
Nos vamos al área de tortura, cuando entramos pido que me traigan unas pinzas, alcohol, tijeras y la droga especial Russo.
Luego de unos minutos me traen lo pedido.
—¿Qué harás con el alcohol?— Pregunta Lizzy.
— Le haré una grande en el cuello y se lo echaré.— me mira algo confundida.
—¿No que el alcohol sirve para desinfectar?— pregunta, yo me siento en un banco cerca de mi viejo amigo Tyler.
— No cuando se trata de heridas profundas y abiertas, el alcohol la pudre poniéndola peor y en este caso logrará asfixiar a Tyler.— comprende.
Sam me pasa la droga Russo, CR.
— Creo que conoces bien esta droga.— digo enseñándosela.— sabes bien lo que provoca, pero yo no recuerdo, ¿crees que me puedes demostrar que pasa cuando le ingieren en exceso?— hago una señal pasándole la droga a Sam para qué sé la de, Tyler se niega, pero clavo una navaja en su pie haciendo que grite y, por lo tanto, abra la boca.
Dejamos que la CR actúe. Tyler comienza a sudar y por expresión sé que está delirando, su ritmo cardiaco se altera, se le atora algo por la garganta y cuando lo vomita sale mucha sangre, lo que me da a entender que ya tiene hemorragia interna, lo que me da luz verde para continuar.
— ¿Sabes, nunca me gustaron tus dedos, ni de las manos ni pies.?
Sam me pasa las navajas que uso para cortar pies.
Comienzo de derecha a izquierda, cuando término de un pie voy con el otro, cuando corto el primer dedo, Tyler suelta un grito de dolor, al parecer ahora está comenzando a sentir.
Término de los pies y voy a las manos las cuales están amarradas, dejo de último los dedos que tienen el logo Russo.
— Las tijeras.— pido y me las pasan.
La tomo y comienzo a cortar como papel sus labios dejando una gran cantidad de sangre a su paso, luego pido las pinzas y comienzo a sacar le los dientes superiores, por último tomo la navaja y hago un gran corte en su garganta.
Cuando termino digo.
—Sam, si quieres, échale el alcohol.— digo, ya que lo veo inquieto por participar.
— Pensé que nunca me lo pedirías.— dice acercándose con un pote de alcohol, abre el pote y deja caer el líquido haciendo que Tyler grite en el proceso, el alcohol entra a su boca provocándole más dolor.
—Déjenlo un día así y cuando se esté asfixiando lo queman empezando por sus pies, le tiran foto antes de quemarlo y me mandan la foto para que dé testimonio de que a una Russo no se le traiciona, Dilan te encargo de eso.— digo buscando algo para lavarme las manos, Lizzy me pasa un pañuelo.