Capitulo 28

Melany Russo

Despierto y me doy cuenta de que estoy en una silla amarrada y a mi mente vienen los recuerdos.

Lizzy muerta.

Lombardo también.

Estoy secuestrada, aún no se nada de mi abuelo, y no sé si me vendrán a rescatar, no puedo salvarme, la droga ha hecho que deje de pensar con claridad y en ciertos momentos tenga delirios.

Nuevamente, algo cubre mis ojos, mis heridas comienzan a doler.

Escucho unos pasos entrar.

La persona se acerca a mí y me quita el vendaje rápidamente veo a un lado y está mi abuelo amarrado del techo con una venda, reparo más en la persona cerca de mí y puedo ver que es la misma que me ha torturado durante mi estadía.

—¡Suéltalo! ¡Si quieres, mátame, pero déjalo ir!

Daria más que mi vida por Cecilio, es la persona más importante para mí y haría lo que sea para que no le ocurra nada.

Se aparta de mí y va a donde Cecilio y le quita lo que le impide ver, pero no sirve de nada, ya que Cecilio está inconsciente.

—Nunca pensé que pondrías dar la vida por alguien, Russo.— mi corazón se acelera.

Reconozco esa voz.

¿Cómo no lo sospeché?

La persona que ha sido protagonista de mis sufrimientos se quita la máscara de la cara y me revela al hijo de puta de Sebastián Lombardo.

—¿Sorprendida de verme Russo?— sonríe.

— Te juro que cuando salga de aquí me rogarás que te mate y aun así no lo haré.

No puedo creer que LR haya estado tan cerca de mí todo este tiempo, qué estúpida fui, con razón que me llamo a mí para el ataque que hubo en la casa de Flenter.

Pero ¿Qué motivos tiene? Hasta mi entender la familia Lombardo siempre ha estado a servicios de los Flenter, son la familia protegida de los Flenter, no veo razón del porqué.

— No saldrás Russo.— prepara una jeringa.

—¡Eres un maldito cobarde de mierda, suéltame y arreglamos esto!—trato de provocar.— Eres tremendo hijo de puta, mataste a Lizzy, la persona que te dio todo y así le pagas.

— Qué hipócrita eres Russo, juzgándome de matar a "la persona que me lo dio todo" cuando mataste a toda tu familia.

—¿Cómo conseguiste la RRF? — pregunto.

—Tengo mis contactos.

No sé ni como sigo viva, la RRF es una droga letal, y llevo alrededor de dos dosis.

— No veo la razón por la que quieres los tres imperios LR, lo tienes todo.

— Siempre se necesita más poder Russo.— se acerca a mí con la jeringa recargada de RRF.

— No lo hagas.

No creo que mi organismo soporte otra dosis, y si salgo viva de esta no hay duda de que me vuelva adicta y eso me lleve a la muerte.

Me vuelve a inyectar la droga que me tiene tan mal, vuelvo a caer en delirios.

Mi cuerpo comienza a ponerse tembloroso y sudoroso, cierro los ojos por un momento y siento que todo comienza a dar vueltas, siento que caigo de la silla, pero al abrir los ojos aún sigo en la silla, parpadeo y mi realidad comienza distorsionarse comienzo a ver ballenas volando, un duende se me acerca y me ofrece un trébol de cuatro hojas, lo tomo y se distorsiona volviéndose una anguila eléctrica.

De un momento a otro todo se me vuelve negro y aparece un oso con un bate y me golpea en la cabeza, haciendo que quede inconsciente.

Jackson Romanov

Llegamos a Italia y tal y como dijo Sam, nos estaba esperando en el aeropuerto. Este se encuentra rodeado de hombres de la mafia.

Los tres imperios operando juntos.

—¡No hay tiempo que perder, vamos!

Sam se sube a mi auto y detrás de nosotros vienen los demás, atravesamos la ciudad y llegamos al lugar en donde opera LR.

Sam, Nick, Dilan y yo subimos a la parte superior de edificio, desde allí confirmo que todos estén en su lugar, cuando todos están listos digo.

—Семья, верность и власть.

—Семья, верность и власть.— todos repiten.

Los muchachos y yo bajamos con arnés entrando por las ventanas mientras los hombres de los imperios derriban la puerta entrando.

Ya cuando los cuatro estamos a dentro comenzamos a disparar y a buscar entre los cuartos, Nick me cuida la espalda mientras voy avanzando, decidimos dividirnos porque así buscaríamos más rápido mientras los hombres de los tres imperios defienden y nos mantienen vivos.

Ingreso a un cuarto con Dilan y cuando se encienden las lucen hay más de diez hombres observándonos.

—¿Cómo están, caballeros?— saluda Dilan.

Los hombres se levantan y la adrenalina comienza a recorrer mi cuerpo, Dilan y yo comenzamos a tener una batalla cuerpo a cuerpo contra ellos.

Tengo que admitir que saben defenderse, pero nunca serán lo suficientemente buenos para vencerme, desde muy pequeño llevo un entrenamiento especial muy difícil de igualar, puedo decir que es lo único que le agradezco a Mark.

Luego de algunos cinco minutos, más de la mitad de los hombres de LR se encuentran en el suelo agonizando o desangrándose.

Dilan me hace seña indicándome la puerta para avanzar al pasillo.

Esto que haré me recuerda mucho a la Segunda Guerra Mundial, me recuerda más específicamente a Adolf Hitler.

Dilan y yo salimos del cuarto como podemos y antes de cerrar la puerta tiramos dos granadas.

—Si me hubieran respondido como se encontraban hubiera tenido más consideración, pero bueno.— dice y nos miramos.

—Claro, la educación lo es todo.

Seguimos avanzando, recibo un reporte de los hombres de los imperios, no han encontrado nada, solo paquetes de drogas y cuartos de tortura.

Subimos por un ascensor que encontramos, cuando vamos al siguiente piso desde que la caja metálica abre disparamos a todos hombres de LR que amenazan con disparar.

En cada pasillo abrimos las puertas no encontrando nada, es desesperante, no quiero llegar tarde, no quiero llegar y encontrar un cadáver sin vida, no sé qué haría si la pierdo, es mi luz, es mi esperanza, es mi todo, no me imagino un mundo en el que ella no este, no imagino un mundo sin la persona que tiene la potestad de hacerme pedazos y manejarme a su antojo, la amo mucho más de lo que he llegado amar en este mundo, daría más que mi vida por ella, arriesgaría todo mi imperio y poder, la amo y no la quiero perder.