La magia mas poderosa

Un elfo solitario.

Durante el viaje mis ojos no pudieron separarse de esa linda chica que reposaba su cabeza sobre mis piernas, acariciaba su cabello diciéndole en susurros: “estarás bien” aun y cuando no sabía si era cierto… O si siquiera el Elfo con quien íbamos podría ayudarla.

  • ¿Qué clase de persona es él? – Pregunté al conductor de la carreta.
  • ¿Quién? – Respondió él. - ¿Niod? – Hizo una pausa pensando un momento y luego agregó. – Pues para ser un Elfo es alguien muy solitario…

Es bien conocido que los Elfos son queridos y aceptados en todas las ciudades y llamarles “el alma de la fiesta” es algo común entre todos, en verdad… Que haya un elfo que se aleje por voluntad propia de la interacción social es sin lugar a dudas algo realmente extraño…

  • ¿Sucedió algo con él? – Pregunté, pues debería de haber una razón.
  • Si y no… - Una respuesta que solo me dejaba con más dudas que respuestas.
  • ¿Si y no? – Repliqué - ¿Cómo es posible que si le haya sucedido algo pero a la vez no?, ¡Es una tontería!
  • Más o menos. – Intentó defenderse el conductor. – Desde antes de que yo naciera Niod ha estado alejado de todos nosotros, o bueno algo así. Pues los miembros de mi familia han sido aceptados durante generaciones en sus tierras, además de otras personas o criaturas que necesiten atención médica, después de todo es el único sanador que tenemos por este sitio. Solamente conmigo y mi familia es abierto y habla de sus intereses, gustos o disgustos; pero con los demás es retraído y centrado únicamente en su trabajo.
  • ¿está molesto con los demás? – Le interrumpí.
  • No lo creo. – Dijo él. – Seguramente solamente cerró su corazón y mente hacia personas que él piensa no merecen conocerlo… Aunque son meras suposiciones pues es un tema del que no nos permite preguntarle, cuando lo hemos intentado se vuelve serio y nos corre a todos de su hogar. Es un tema que le molesta y en realidad nadie sabe por qué, no te enojes con él o te sientas rechazado si no habla contigo, simplemente así es.
  • Entiendo. – Dije terminando de alguna manera la conversación.

A unos cuantos metros podía verse al frente un bosque con una espesura que le daría miedo a cualquiera, pero lo curioso es que este bosque parecía moverse como si tuviera vida propia, ¿Por qué digo esto? ¡Los árboles se movían y ni siquiera había viento!, hacían una curiosa danza entorno a un mismo patrón que se movía en sintonía hacia la derecha, pude incluso ver que cuando algunos árboles cambiaban el patrón hacia la izquierda los demás a su alrededor parecían “abofetearlo” hasta que regresaba a moverse como los demás.

No había ni un solo espacio por donde pasar, cuando llegamos lo más cerca posible y sin poder avanzar por estar uno de estos árboles frente a nosotros, nuestro conductor se bajó de la carreta y me hizo señales para bajarme también, al hacerlo él se hinco sin agachar la cabeza, pero cerrando los ojos incitándome a hacer lo mismo; me coloque a su lado dejando a Hinie en la carreta y cerré los ojos, pude escuchar como los arboles crujían de una forma que daba la impresión de que se estaban rompiendo y justo cuando pensé en abrir los ojos para mirar a mi alrededor una voz áspera y gruesa dijo.

  • No abras los ojos aun, humano. – No sabía qué demonios pensar, quizás esa voz pertenecía a aquel sujeto que llaman Niod, o probablemente esta era la voz de uno de estos árboles… Y si es esta la opción correcta, solo me haría ver que este sujeto es mucho más poderoso que un Elfo normal. Los elfos tienen una afinidad con la herbolaria y con la vegetación mucho más alta que cualquier otra raza (incluida las hadas, siendo ellas las que mejor afinidad elemental tienen) ¿Pero lo suficiente como para lograr que todo un bosque cobre vida? ¡¿De esta forma?! no puedo creerlo.

Mis ojos permanecieron cerrados y una especie de pasos, caminaron al lado de mi acercándose a la carreta, justo donde Hinie se encontraba, con miedo de que fueran a herirla me levante y abrí los ojos colocándome en posición de guardia, pero lo que vi delante de mí no supe de qué manera contrarrestarlo. En efecto era un árbol con un tronco que parecía indestructible, sus ramas fungían como sus brazos y sus raíces como sus piernas.

  • Te dije que no abrieras los ojos. – Dijo ese árbol deteniéndose y regresando su mirada hacia mí, demostrando un rostro que parecía molesto por la parte del frente.
  • Lo lamento… - Dije señalando a Hinie. – Quiero protegerla solamente.
  • ¿De mí? – Pregunto ese árbol. – ¿De él? – Agregó señalando al conductor que permanecía hincado con los ojos cerrados y sin moverse. - ¿O de tí?
  • De todo… - Comenté secamente mirándolo fijamente.
  • Interesante. Es muy poco común, sino es que imposible, de hecho. Ver a un hada salir de su hábitat, y aún más raro es que una de ellas viaje con un humano como tú. – Ese gran árbol se acercó a mí, pero por su postura no parecía agresivo, relaje mi postura permitiéndole acercarse y comenzó a inspeccionarme con su mirada y sus ramas sin ser invasivo. – No veo algo especial en ti. ¿Cómo lograste convencerla de que viajara contigo? – Preguntó.
  • Fue ella quien lo hizo, en realidad… - Respondí mirándola a ella.
  • Las hadas son mucho más que solamente magia, pequeño humano. Dudo que haya sido solamente un capricho por parte de ella, el hecho de elegirte para viajar, pero eso es algo que tal parece únicamente ella sabe… Veo que está herida y supongo que tu visita a este sitio es para ver a nuestro señor, ¿Me equivoco? – Se alejó de nosotros y regreso a la parte donde tapaba la entrada anteriormente.
  • Si… Quisiera que el la cure. – No supe que más responder fuera de la verdad.
  • Entiendo. – Comenzó a moverse hacia un lado y los demás arboles hicieron lo mismo, mostrándonos el camino que seguramente deberíamos de seguir.

Cuando lo hicieron ese gran árbol dijo: “Son bienvenidos” y acto seguido el conductor abrió los ojos, hizo una reverencia hacia el árbol y regreso a la carreta mirándome fijamente, supongo que intentando decirme con la mirada: “Súbete”, subí a la carreta e inclinando mi cabeza en son de respeto nos adentramos en el bosque siguiendo ese camino que conforme avanzábamos se iba abriendo más y más.

  • Me sorprende que un humano no haya ofendido a Deku. – Dijo el conductor. – Es algo celoso respecto a dejar pasar a cualquier y cuando algún herido viene acompañado usualmente solo deja pasar al que se encuentra herido haciendo que el acompañante le espere fuera, eres un humano extraño; alguien que no es parte de la familia Oiren, siendo aceptado por Deku y no solo eso, sino que además viaja con un hada. Bastante interesante si he de decirlo.



#12504 en Fantasía
#2726 en Magia
#26841 en Novela romántica

En el texto hay: amor, magia, retos

Editado: 26.03.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.