La maldición de Anubis

Capitulo III : El asesinato

En Madrid Daniel dormía su siesta matutina, de repente suena su alarma y lo levanta de su letargo, estaba un poco despelusado, como un plumero para limpiar la chimenea

Era un muchacho torpe, sin futuro y le pagaban muy poco, pero desde pequeño siempre le gustó la arqueología, trabajaba de ayudante en una tienda de objetos antiguos, ese día se había levantado tarde, su jefe lo mataría, desayuna lo mismo de siempre, una pizza que llevaba más de cinco días en el refrigerador y un poco de leche vencida que tenía guardada por si se le acababa los víveres, un completo desastre, de momento suena su celular y se oye una voz malhumorada, era su jefe, el Señor Ramón

-Que pasa que todavía no has llegado a tu turno, siempre me haces lo mismo, no te despido porque el desempleo está aumentando cada día

Responde Daniel con voz apacible 
-Lo siento jefe, el reloj estaba mal configurado y sonó a la hora equivocada

Se oye un sonido mudo en el teléfono, el jefe había colgado

Daniel corría como un loco en la avenida, hasta llegar a una casa pintada de blanco, la increíble fachada era de color azul y se podía visualizar un cartel enorme con letras en negro que decía Antigüedades ramoncete

En esta tienda te podías encontrar la dentadura postiza de la reina Isabel hasta la bolchevique de Lenin, Ramón en su tiempo libre se dedicaba a la arqueología y le gustaba la historia.

- Daniel 
- Por fin vienes, estaba cansado de esperarte,
por favor coje estos objetos y pásales un paño seco, me los trajeron hoy mismo de Arabia saudita

Al abrir la caja, Daniel encuentra una nota y dos boletos de avión con destino a Egipto, el se asombra al leer esto y lo guarda y cuando mira a su costado.

De repente, Irrumpen dos individuos, uno de ellos era musculoso y de baja estatura, el otro era gordo y tenía una cicatriz muy grande en su cuello, tenían capuchas y habían entrado por la puerta principal con ametralladoras en sus manos

- ¡Dame tu dinero o morirás! Gritaban, apuntando con sus armas

Al verlo Ramón va hacia su caja registradora y saca una Makarov que siempre tenia guardada, una gran mezcla de fuego cruzado se sentía.

Daniel se tira al suelo tratando de llegar a dónde estaba el botón de emergencia
pero cuando logra tocarlo era muy tarde, cae el cuerpo sin vida de Ramón, con cinco agujeros en su pecho

Daniel se esconde detrás del mostrador observando como los ladrones se llevan el dinero, de momento pasa una patrulla y prende su sirena, los ladrones al oír esto salen por la puerta trasera

Los policías entran a la escena dónde ocurrió el asesinato y encuentran el cuerpo sin vida de Ramón y al percatarse encontraron a un muchacho con los ojos llenos de lágrimas

-Que paso aquí, tenemos que llevarte a la delegación exclama la policía,

-La escena del crimen debe estar vacía 
mi nombre es Mónica y soy la encargada de llevar este caso 
¿Cómo te llamas?

-Mi nombre es Daniel y estoy muy asustado, dos hombres entraron y querían el dinero de mi jefe

- La policía trata de calmarlo y le pide que los acompañe a la estación

durante el viaje, Daniel estaba muy nervioso no dejaba de pensar en lo sucedido, le parecía raro que lo dejarán con vida

Al entrar en la comisaría, Daniel observa que llevan a un hombre esposado con miles de tatuajes, uno de ellos le resulta conocido, era como una especie de signo egipcio ,era el mismo tatuaje que tenía uno de los asesinos

¡Agente Mónica! Expresa Daniel

- Que pasa

- Ahora que recuerdo uno de los asaltantes poseia un tatuaje en su brazo izquierdo, era una especie de símbolo


 


- Gracias por la información sientate aquí, ¿Que edad tienes Daniel?

-Tengo 25 años, ayer mismo los cumplí,
Pero ahora todo mi día de alegría está destrozado, no tengo casi dinero, el que tengo lo estoy recaudando para poder conseguir un kit de arqueológia, y para colmo mi trabajo está cerrado por qué el que murió, era mi Jefe

- Toma está tarjeta cariño si necesitas algo, llámame, tu opinión puede servir para descifrar este caso

Daniel coge un bus en la esquina de la comisaría, y se sienta en el primer asiento, de momento parece que alguien lo sigue,
un hombre con aspecto europoide y una barba tupida, el individuo tenía un cuchillo en su mano,el hombre misterioso se baja en la parada de la panadería.

no le tomo mucha importancia, pensó que quizás por el sueño estaba paranoico

se baja en el bar Utopía, este lugar le recuerda su niñez, cuando se deleitaba con unos helados de vainilla y su hermana vivía con el, lamentablemente ella se mudo lejos y los únicos recuerdos que tiene, es la simple postal que envía en navidad

Finalizado el camino llega a casa, abre la puerta y la cierra lentamente, después se da una ducha y se va a la cama, cuando se acuesta de repente, se enciende la luz, se queda mirando la puerta de la habitación asombrado 
Se levanta sigilosamente y revisa detrás de la entrada de su cuarto, cuando mira, una sábana salta hacia el, se va corriendo hacia el baño y oye unas risas que vienen desde el lobby

-¡Cabrón que haces en mi casa¡

El supuesto espíritud que atormentaba a Daniel, era su mejor amigo, James Marcus era un chico de 24 años que siempre tenía una sonrisa en sus labios, era de tez mulata y tenía el pelo rizado, le gusta mucho la informática 
y le divierte los videos juegos

- Daniel serás tonto, dejaste la puerta abierta, gracias a dios que nadie más entro en tu casa
Y esa cara de tristeza, que sucede

- ¡Necesito tu ayuda!

- por favor no me metas en tus enredos

Mira está nota que encontré en la tienda de Antigüedades

- Necesito que vengas urgente, hemos encontrado una Carabela en una fortificación antigua está colgada por los ojos, investigado más a fondo, hemos descubierto en las pirámides de Keops una entrada secreta, por favor te estaré informando 
con cariño tu amigo, Raúl




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